martes, 1 de abril de 2014

Buenas noches. Explotación y procrastinación




Termino aquí de aclarar lo que decía en el post del significado de las palabras, del sábado pasado.

Hablaba allí de la explotación de las personas. Me parece que esto no necesita demasiada explicación. Explotar a una persona es tener a alguien trabajando y o no pagarle o pagarle un salario inferior al valor de lo que produce. La diferencia es el beneficio que se lleva el patrono. El momento actual se caracteriza porque quien puede hacerlo y no tiene escrúpulos hace crecer de manera salvaje este beneficio, condenando a la miseria a quienes explota.

En cuanto a la procrastinación, se trata de la costumbre de retrasar lo que uno tiene que hacer y, en su lugar, dedicarse a tareas que resultan más agradables. Es el caso, por ejemplo, del estudiante que tiene que enfrentarse con el libro y le resulta muy cuesta arriba hacerlo. En su lugar, se distrae con cualquier otra cosa que le resulte más agradable. O el de quien, imaginemos, tuviese que elegir un candidato a las elecciones europeas, tuviese que tomar alguna medida ante el problema de Cataluña, tuviese que solucionar el problema del paro, el de la corrupción, el de la violencia de género, el de la educación, el de la sanidad, el de la democracia y tantos otros, pero eso le supusiese tal estrés, que, en lugar de hacer algo, dejase que los problemas discurrieran solos -cobrando, claro- y optase por fumarse un puro y repasar los goles del último partido del Madrid. Se diría que esta persona estaría procrastinada. Buenas noches.

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