Entrevistada hoy junto con Ibon Areso y J. Gamboa en Boulevard de Radio Euskadi por Miriam Duque e Iñigo Lejarza Ortiz.
Los roles sexistas históricamente han involucrado a la mujer (y no al hombre) en el cuidado y crianza de l@s hij@s.
Sin embargo, l@s niñ@s tienen derecho a disfrutar igualmente del contacto con amb@s progenitor@s (cuando l@s hay); y que se realice un reparto igualitario de los cuidados infantiles, ya que psicológicamente ello contribuye a crear un vínculo de apego sano con l@s dos.
El cuidado de un bebé requiere de una intensa dedicación que implica reducir el tiempo que antes se dedicaba a otras actividades; como la laboral.
Y los hombres deberían asumir sus funciones de paternaje de forma corresponsable y compartir esta conciliación entre lo familiar y lo laboral.
Es una buena noticia para el camino hacia la igualdad que desde las políticas públicas se creen leyes que favorezcan la no discriminación laboral que padecen las mujeres por el hecho de la maternidad, así como la corresponsabilidad en el cuidado de l@s hij@s.
Cuando los permisos de maternidad/paternidad sean igualitarios, intransferibles, remunerados y más prolongados en el tiempo, acabaremos con la idea de que la maternidad es un deber social y personal; y en cambio la paternidad tan solo una elección individual.
Hombres y mujeres aprendemos a cuidar cuidando; es decir, con la dedicación y la práctica somos igualmente capaces.
En definitiva, se trata de abandonar el modelo tradicional de familia en el que la madre se dedica a los cuidados infantiles conciliando familiar y laboralmente y el padre solo ayuda puntualmente; y cambiarlo por un modelo más igualitario en el que amb@s progenitor@s se corresponsabilizan en igual medida en las tareas domésticas y crianza de l@s niñ@s (y huelga decir que todo ello dentro de la diversidad de familias, ya sean monoparentales o biparentales e independientemente del género o de la orientación sexual de l@s progenitor@s; y tanto para la maternidad biológica, adopción o acogimiento).