viernes, 18 de marzo de 2011

Besos y besos





Besos, besos, besos, besos, besos, besos, besos, besos, besos, besos, besos, besos, besos, besos, besos, besos, besos, besos, besos, besos, besos .... pero besos reales. Un mundo de besos. Seguramente, una estupidez.

jueves, 17 de marzo de 2011

Problemas y soluciones



Cada vez estoy más convencido de que la clave para resolver un problema es saber plantearlo bien. Hay problemas que basta con plantearlos para que se resuelvan solos.

miércoles, 16 de marzo de 2011

lunes, 14 de marzo de 2011

Las mujeres no tienen ano


Estaba en clase de Educación para la ciudadanía, en 2º de ESO, intentando explicarles que, a pesar de nuestras diferencias biológicas evidentes entre los hombres y las mujeres, todos éramos iguales y todos teníamos los mismos derechos. Les dije que algunas de esas diferencias eran observables a simple vista, como, por ejemplo, la nuez, el sexo o los pechos, pero que había otras que no se veían de esa manera. Pensaba yo en los cromosomas o en algunas pequeñas diferencias cerebrales. Se me ocurrió tantear el terreno, a ver si se les ocurría alguna de estas diferencias ‘ocultas’, así que les pregunté cuáles podrían ser éstas. Una alumna levantó la mano y me dijo que le daba corte decir en voz alta cuál era una de esas diferencias. Le propuse, entonces, que viniera y me la dijera al oído y ya veríamos luego si la considerábamos o no. Así que se levantó y con mucho cuidado me susurró:
-          El ano.
Yo la miré con cara interrogante y ella asintió convencida. No tuve más remedio que preguntarle en voz alta:
-          Pero ¿qué ocurre, que el ano de las mujeres es distinto del ano de los hombres?
-          No, profe, es que las mujeres no tienen ano.
Mi cara alternaba entre el “¡Aaahhh!” y el “Ja, ja” y, con una enorme expectación intelectual, se me ocurrió preguntarle dónde teníamos el ano los hombres. Ella, por toda respuesta, se llevó la mano verticalmente entre las piernas y extendió el dedo índice hacia adelante, intentando mostrar con evidencia dónde estaba situado el ano.
-          Hombre, pero te refieres al pene ¿no?
-          Bueno, eso, ¿qué más da?
Les dije que había que acostumbrarse a hablar con naturalidad del sexo y que lo elegante era referirse a los distintos órganos por su nombre correcto. Así, en el sexo del hombre teníamos el pene y los testículos y que nadie se iba a molestar si usábamos esas palabras. Pregunté cómo se llamaba el órgano sexual de la mujer y la mayoría dijo que la vagina. De la vulva no había oído hablar prácticamente nadie.

Yo pensaba en el “qué más da” ano que pene, en la ignorancia de la vulva y en la irresponsabilidad patológica de los curas y del gobierno valencianos, que llevan ya mucho tiempo jugando con la juventud privándoles de una educación sexual que los humanice. Si los de Madrid están así, ¿cómo estarán los de Valencia?

viernes, 11 de marzo de 2011

Terremoto en Japón

Impresionante. Tremendo. Inhumano. Malo.


Política y religión y lo pagas tú

El pasado día 5 de marzo aparecía en El País la siguiente Carta al Director. Como esta barbaridad clerical/política debe ser conocida y denunciada, la pongo aquí y la someto a tu consideración.


El uso religioso de centros públicos 


AGUSTÍN ARROYO CARRO  -  Madrid 


EL PAÍS  -  Opinión - 06-03-2011



Trabajo como profesor en un instituto de Madrid, y se nos acaba de anunciar por parte de la dirección del centro, la intención y las órdenes de las autoridades académicas de Madrid de poner a disposición de la organización eclesiástica responsable de las Jornadas de la Juventud que recibirán al Papa este próximo mes de agosto en Madrid, nuestras instalaciones. Ante esta noticia no puedo por menos de exponer las siguientes consideraciones:
Los institutos de Madrid son centros educativos de carácter público financiados por el dinero de todos los contribuyentes. Eso quiere decir que no deben acoger actos privados ni actividades relacionadas con eventos religiosos de ningún tipo.

Durante este curso académico hemos visto cómo la Consejería de Educación de Madrid congelaba nuestros presupuestos de gasto corriente. Los gastos que ocasione este trágala los tendremos que pagar con dinero público.
Esto debe ser rechazado por incurrir en la confusión entre lo público y lo privado, favoreciendo, como siempre, a los mismos. ¿No tiene la Iglesia centros educativos suficientes con magníficas instalaciones para acoger a esta fervorosa grey? ¿Hasta cuándo vamos a tolerar estos desmanes por no instaurar con valentía y firmeza y de forma definitiva un Estado laico?


Añado, porque va en la misma línea del contubernio político-religioso, la noticia del cura de Poio, en Galicia, que, según El Faro de Vigo, celebró su misa rodeado de cartelería del PP. Puedes verlo aquí.




Todo esto apesta mucho.