Fotografía cedida por Maite Megías.
Decir que "los indoeuropeos eran pastores-recolectores, que invadieron el sur de Europa y se encontraron con el Neolítico y la agricultura en el Mediterráneo" es una burda simplificación. El estado de las investigaciones es de gran complejidad, el número de teorías enorme. Y tampoco ocurriría un fenómeno que lo explique todo, sino situaciones variadas de migración, de evolución o de contacto. Y pudieron ser pueblos indoeuropeos de Anatolia los inventores de la agricultura, como sostiene Renfrew. Pero todo esto lo quiero dejar al margen, para el que le interese.
TRIGO
Nuestra
palabra proviene del latín triticum
> tritcu
> trigo.
En principio significaba "lo que se tritura", por
antonomasia el trigo, proviniendo del verbo tero
(frotar, desgastar, moler). Pero hay otra palabra en latín para
trigo, frumentum,
el fruto, lo que se disfruta, también por antonomasia el trigo, del
verbo fruor
(gozar, usufructuar). Solo es trigo
en castellano, gallego y portugués; en italiano se llama grano
y en rumano grâu,
del latín granum;
y en francés blé,
catalán blat,
aragonés bllat,
que provienen del germánico blâd,
(fruto de la tierra). Los aragoneses actuales hablan castellano, pero
si quieres que un aragonés pronuncie bllat,
atacando la b,
saltando sobre una potente ll
y aterrizar en la a
con t,
¡bllat!,
dile que no es capaz de hacerlo.
Pero
si vamos a la raíz ter-
del verbo tero,
hay una enorme familia de palabras en torno a la idea de frotar,
moler, pero también torcer, taladrar, perforar, etc. En sánscrito
turá
significa desollado; galés taradr,
taladrado; lituano tresketi,
cascar; ruso tor,
camino trillado. En nuestra lengua de esta raíz son atrición
y contrición,
derretir,
detrimento
y detrito,
y triscar.
Y con vocalismo o, torno,
tornado,
tornillo,
turno,
contorno;
y taladro,
tribulación,
trauma,
diatriba,
troglodita,
trépano,
truhán...
Uf, basta... Una última, el griego τράγος
(tragos, macho cabrío, el que roe), y de éste, tragedia,
el canto del macho cabrío.
En
griego trigo era σῖτος
(sitos), por eso Homero llama a los hombres sitófagos, devoradores
de trigo. Pero es que a veces se confunden en σῖτος
los significados de trigo, harina y pan. Y... hablar de harina y
pan... hoy no toca.
VID
Y
hoy tampoco vamos a hablar de viña
o viñedo,
derivados de vino,
palabra no indoeuropea, sino del fondo léxico mediterráneo. Vid
, del latín vitis,
sí es indoeuropea, de la raíz wei-,
doblar o torcer, refiriéndose a la cualidad de los pámpanos de
enroscarse o retorcerse. De su diminutivo viticula
vienen nuestras vedija
y vedeja
> guedeja,
mechón de lana o pelo enroscado, y de vimen,
viene vimbre
que evolucionó a mimbre,
planta que se retuerce y se teje en cestería. Esta raíz da en
germánico wir
(alambre) inglés wire,
de donde viene el español virar
o viraje,
torcer la dirección. Y una muy bonita: en griego esta raíz forma
wi-ri,
de donde surge la palabra iris,
el arco iris, torcido o doblado, que ha dado nombre a la parte
coloreada del ojo, por los muchos colores posibles.
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