DOBLETES.
Un doblete está formado por dos
palabras del castellano que tienen el mismo origen, pero que han
entrado en la lengua en diferentes momentos, por motivos históricos
han adoptado distintas formas y normalmente tienen significados algo
distintos o muy distintos. Normalmente una de las dos palabras forma
parte de la lengua desde que esta nació, se le llama palabra
patrimonial y se ha
transformado conforme a las leyes de la evolución fonética. La otra
ha entrado en momentos posteriores, introducida por el lenguaje
religioso, jurídico científico o literario, suele parecerse a su
original latino y se le llama cultismo. Por ejemplo soltero -
solitario, bodega - botica,
cabildo - capítulo, librar - liberar.
El caso de leal - legal es divertido.
Leal es la palabra patrimonial, fue palabra coloquial; después
entró el cultismo legal por el
lenguaje jurídico, más parecida al latín legalis.
Pero modernamente
en la jerga marginal o lenguaje muy
coloquial se puso de moda el uso de legal, p. ej.: "Yo soy un
tío muy legal". Y la palabra
popular, leal, se ha convertido en una palabra culta, mientras la
culta,
legal, se ha convertido en palabra de
argot.
Más dobletes: otero - altar, comprar -
comparar (muy bueno, porque primero hay que comparar
y después comprar), delgado -
delicado, agüero - augurio, caldo - cálido, horma - forma, contar -
computar, derecho - directo, frío -
frígido, llamar - clamar, llave - clave, tonto - atónito, fuego -
foco, lidiar - litigar, cadera - cátedra (ambas vienen del griego
cathedra, silla; cátedra sigue significando silla, en
el caso de la del obispo hace derivar catedral, y cadera es nuestro
asiento, por metonimia con la silla en la que se coloca). Hombro y
húmero tienen un origen común, así que tenemos dos húmeros en
cada brazo, el hueso y la parte que ha evolucionado a hombro.
Me parecen muy interesantes: cosa -
causa, madera - materia, habla - fábula, palabra - parábola,
porque indican el origen de palabras
muy importantes y dan pie a curiosos pensamientos: que una
cosa fue alguna vez una causa, que
madera significó materia, que hablar es fabular, o que una
palabra es en origen una parábola.
Y para terminar otros pocos: agrio -
acre, mascar - masticar, sueldo - sólido (por la paga que se
daba con una moneda llamada sólidus
al militar, que acabó llamándose soldado), entero - íntegro,
velar - vigilar, seña - signo, hoja -
folio, rotura - ruptura, colgar - colocar, costo - coste (y también
está costa, y a costa de), y canto -
cante. Y hay muchos más.
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