domingo, 10 de febrero de 2013

Libertad, igualdad y soledad. Buenos días




Yo soy libre. Pero soy libre yo, por tanto soy yo quien debe elegir lo que me parezca bien. Si es otra persona la que elige por mí, ya no soy yo libre, sino una marioneta en manos de alguien. Tengo que escucharlos a todos, incluso a los que no tienen nada que decirme, pero el que toma la decisión final debo ser yo. No me puedo engañar en esto. La libertad real va siempre ligada a una cierta soledad.

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