Si quieres impresionar, huye de lo impersonal. No uses lo que se lleva porque se lleve. Ni pienses lo que se piensa porque se piense. Desarrolla la creatividad, fomenta la crítica razonada, nunca la caprichosa ni la absurda. Acostúmbrate a ponerte en el lugar del otro antes de hablar o de actuar. No te olvides de que a pesar de las diferencias, todos somos iguales, tenemos los mismos derechos y debemos dar y recibir el mismo trato. Aprende a valorar los riesgos y no renuncies a ellos de antemano. No confundas lo que tiene gracia con lo que no tiene ninguna. Descubre la importancia de los pequeños detalles. Convéncete de que una sonrisa tuya le puede cambiar la vida a una persona durante no se sabe cuánto tiempo. Sé cariñoso. Sé cariñosa. Si a alguna persona no le gusta que seas así, no lo seas con ella, pero no dejes nunca de ser cariñoso ni cariñosa. Si necesitas algo, dalo tú antes. Sé generoso y tolerante mientras no te saquen de los límites de lo razonable. No mientas. Que tener información sea importante para ti. Cuídate para estar en las mejores condiciones posibles para hacer algo por los demás. No molestes nunca. Intenta preguntarte siempre el por qué de todo, aunque tengas que conformarte muchas veces con un porque … Valora la sencillez y la claridad. No te refugies en las paredes, que suelen estar sucias e invitan a descansar. Participa en todo. Reflexiona sobre lo vivido. Huye de los prejuicios. No te adocenes. Sé tú.
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Un magnífico recordatorio, Manuel.
ResponderEliminarEstá bien que de vez en cuanto alguien nos haga espabilar y nos diga lo que hay que hacer. Parece que con el ritmo de las vidas, las personas caminamos como autómatas hacia no sé muy bien dónde y necesitamos que nos reconduzcan.
Gracias por la guía.
Un beso muy fuerte.
Otro para ti. Me sobrepasan las ocupaciones.
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