El otoño: una despedida con elegancia.
Buenas noches.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
“Hombre: Eres tan ser humano como cualquier mujer. No tienes ni más derechos ni menos que las mujeres. Tienes que respetar escrupulosamente a todas y cada una de las mujeres. No eres nadie para obligarles a que satisfagan tus deseos. No puedes tratarlas como si fueran inferiores a ti, porque son iguales que tú. Entérate bien: Ninguna mujer está a tu servicio, ni siquiera tu pareja.Ser hombre no te da ningún derecho a tratar a las mujeres de forma irrespetuosa ni con palabras, ni con hechos ni siquiera con gestos. Debes saber que si haces algo de esto, estarás cometiendo una inmoralidad. Si esto no lo entiendes, al menos, que sepas que te pueden denunciar por tratar así a una mujer. Todos y todas somos iguales en derechos. Te lo repito: Todas y todos somos iguales. Aprende a ir por la vida como un ser humano y no como un animal.Y si te empeñas en creerte superior y en actuar como un machista, somos cada vez más quienes vamos a procurar que caiga sobre ti todo el peso de la ley”.
"La primera vez que me tocaron contra mi voluntad debía de tener nueve o diez años. Iba en el metro, con mi madre, en un vagón lleno. En un momento dado noté que alguien me tocaba el culo y las piernas, mientras me levantaba la falda. Recuerdo que no dije nada, ni una palabra. Me quedé tiesa como un palo, inundada por sentimientos de miedo y culpa (¿me estarían tocando por aquella falda que me había cosido mi madre, era demasiado corta o transparente, qué había hecho yo para que aquello sucediera, qué me haría aquel tipo si yo osaba delatarlo?). Recuerdo que me obsesionó la idea de que mi madre no se enterara para que no me regañara o para protegerla de no sabía muy bien qué. Así que aguanté callada mientras me manoseaban, hasta que bajamos del vagón. Y ni siquiera entonces pude decir nada. Mi madre nunca se enteró
Cuento esto porque he visto en el telediario que a la chica violada por La Manada, el abogado le ha preguntado si intentó zafarse. Cinco maromos curtidos en gimnasio te empujan a un portal y tú tienes que intentar zafarte para que te crean. Tienes que ser una mártir, tienes que vencer tu miedo a que te apaleen, tienes que defenderte aunque temas por tu vida, aunque estés en shock y no puedas ni moverte ni gritar. Y por si eso fuera poco, se ha admitido como prueba el informe de un detective sobre la actividad de la chica los días posteriores. Si fue a comprar el pan normalmente, si sonrió, si te tomó una caña con las amigas.Si intentó seguir con su vida en vez de ceder al llanto o pensar en suicidarse o qué sé yo.
Y recuerdo mi silencio en el vagón y el silencio de después. Como seguí hablando y sonriendo a mi madre a pesar de sentirme sucia, asqueada.
Y por aquella niña de nueve o diez años, y por la chica violada, ahora tiemblo de rabia. Miserables ellos. Miserable esta sociedad que no se espanta, sino que lo consiente y lo ampara."