En la búsqueda de mujeres cuya actividad en la sociedad haya sido especialmente valiosa, fruto de su trabajo, su esfuerzo y su talento, voy encontrando un alto número de ellas. Pero de algunas es imposible saber su fecha de nacimiento o de defunción, por lo que en el esquema de esta sección no tendrían cabida y no podríamos dar información sobre su interesante colaboración al mundo de todos. Por eso, vamos a intentar cambiar el criterio de exposición, pasando de la efemérides al tipo de aportación a la sociedad que efectuaron. Pensamos que así la relación de mujeres que vayamos aportando será más completo y representativo.
ENIAC es el acrónimo de Electronic Numerical Integrator And Computer. Fue una de las primeras computadoras que se fabricaron en el mundo. Se instaló en Filadelfia, en los Estados Unidos, y estuvo destinada a efectuar cálculos para el Laboratorio de Investigación Balística del Ejército USA. Ocupaba 167 m2 y podía realizar 5000 sumas y 300 multiplicaciones por segundo. Pesaba 27 toneladas, medía 2,4 m x 0,9 m x 30 m y contaba con unos 6000 interruptores.
Esta computadora es muy célebre, pero quizás no sea muy conocido que de programarla se encargaron seis mujeres. Nos dedicaremos estos días a hacerlas más visibles. Comenzamos hoy por la matemática, programadora e informática teórica, irlandesa de nacimiento, Kathleen McNulty (1921-2006).
Tienes información sobre su vida pulsando aquí.
Tienes que llegar a ser lo que quieras ser.
Enlazamos aquí el magnífico artículo que aparece en Mujeres con Ciencia, una publicación de la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco, titulado Motivos para un día internacional.
Iréne Nèmirovsky fue una escritora nacida el 11 de febrero de 1903 en Kiev, aunque vivió desde su juventud en Francia y escribió en francés. Fue deportada a Alemania bajo leyes raciales por su origen judío, aunque se había convertido al catolicismo en 1939, y murió en Auschwitz a los 39 años.
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Tienes que llegar a ser lo que quieras ser.
Qué pensarías si te contásemos que una vez hubo una cantante, cuyas canciones duraban aproximadamente hora y media, con lo que sus recitales eran de cinco o seis horas y sólo podía cantar tres canciones?.
¿Qué pensarías si te contásemos que una vez hubo una cantante venerada por millones de hombres y mujeres desde Marruecos a Afganistán, por todo el mundo árabe?...
Puedes leer el artículo de Pepe González Arenas pulsando aquí.
Catalina de Erauso nació, al parecer, el 10 de febrero de 1592. Es popularmente conocida como la Monja Alférez. Fue una militar, monja y escritora española, que se hizo pasar por varón con el nombre de Alonso Díaz Ramírez de Guzmán, entre otros. Es uno de los personajes más legendarios y controvertidos del Siglo de Oro español, en parte por una novelesca autobiografía inédita hasta 1829 y que suscita dudas de autenticidad. Durante casi 400 años, el mito de la prodigiosa Monja Alférez ha permanecido vivo a través de estudios históricos, relatos biográficos, novelas, películas y cómics.
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Tienes que llegar a ser lo que quieras ser.
-Yo hago lo que me da la gana, ni más ni menos. No acepto que nadie me dé órdenes, sobre todo si no lo conozco. Me visto como me da la gana, y a quien no le guste que se joda. A veces alguien me da la vara con las normas. No existen las normas. Eso que llaman normas no son más que maneras de quitarle la libertad a las personas y de esclavizarlas. Te lo repito: yo hago lo que me da la gana, porque yo soy lo más importante, lo único importante. ¿Por qué le voy a ceder el paso yo a nadie en una acera, o a un peatón cuando quiere cruzar un paso de cebra? Somos individuos, y cada uno va a lo suyo. Hay gente que se molesta con nada: con una risotada, con un grito o con la música alta. Me da igual. Tengo derecho a hacer lo que me dé la gana. Bastante es tener que aguantar que no pueda fumar en donde me apetezca. Soy libre y nadie puede quitarme mi libertad. La gente no sabe el gusto que da hacer lo que a uno le apetezca en cada momento. La gente es muy antigua y, además, muy artificial. Hay quienes no parecen seres humanos, sino robots que cumplen reglas estúpidamente. Les diría que descubrieran la nueva modernidad, la nueva naturalidad, pero no se lo digo. No son más que unos viejos con pocas ganas de vivir y con poco futuro. Que les den. -me dijo.
-¿Y tú qué le dijiste?
- Nada. Bastante tiene con elegir vivir y morir solo.
Puedes leer el artículo de Elvira Martínez Ropero pulsando aquí.
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