La primera vez que visité Ggantija, en la isla maltesa de Gozo, me quedé asombrada no sólo por la belleza de ese templo –el más antiguo del mundo, pues los templos de Malta, con más de cinco mil años de antigüedad, son anteriores a las pirámides o Stonehenge- sino por las estatuillas que allí se encontraron. Son la representación de hombres y mujeres: mujeres voluminosas, talladas con auténtica sensualidad y, en algunos casos, de gran tamaño, que aparecen de pie, sentadas, tumbadas, solas o con otra mujer. Los hombres, sin embargo, son todos de un tamaño muy pequeño, iguales y tan esquemáticos que más parecen amuletos...
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