"Anoche soñé que volvía a Manderley. Me encontraba ante la verja, pero no podía entrar, porque el camino estaba cerrado. Entonces, como todos los que sueñan, me sentí poseída de un poder sobrenatural y atravesé como un espíritu la barrera que se alzaba ante mí…”.
Así comienza una de las grandes obras maestras del cine de suspense, “Rebecca” (1940), dirigida por Alfred Hitchcock...
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