Donald Spoto, biógrafo de aclamadas celebridades de Hollywood, afirmaba que la forma de hablar de Audrey Hepburn era sui géneris. No podía confundirse con la de ninguna otra persona, pues contenía ciertas singularidades que la hacían fácilmente reconocible, como su entonación entrecortada, que la dotaba de elegancia, la ondulación casi musical en sus frases o la prolongación de las vocales internas. Y es que la articulación, el tono, el timbre y la intensidad son cuatro cualidades fundamentales en el dominio de la voz humana. Transmiten...
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