En la entrada del templo de Apolo, en
Delfos, aparecía la siguiente inscripción: “Conócete a ti
mismo”.
Es un sano proyecto vital que
deberíamos poner en práctica con frecuencia o, por lo menos,
intentarlo. Se trata de que cada cual se pregunte ¿qué sé del
mundo en el que vivo? ¿quiero saber más de lo que sé o ya he envejecido y me he parado? ¿cómo es mi relación con las personas:
las respeto, las amo, las odio o me son indiferentes? ¿procuro que
sean libres? ¿las considero iguales a mí en derechos? Cada una de
las respuestas debería ir acompañada de alguna razón que las
justificara. Estoy seguro de que después del intento nos sentiríamos
mejor.
Buenas noches.
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