sábado, 9 de marzo de 2013

Textículos. 3



Que no eran diez, eran once
los mandamientos de Dios.
'No dimitirás', decía, 
ese que se te olvidó.

The Croove Girls



Buenos días. Libertad en la vida




Para un perro, vivir es crecer como un perro. Para una rosa, vivir es crecer como una rosa. Sólo en el ser humano vivir puede ser crecer como un ser humano o como un animal o, incluso, como un vegetal. Sólo el ser humano es libre y su vida depende de cómo use su libertad. Piénsalo, pero no te busques excusas. Buenos días.

El Calendario de Bautista. 9/3/2013. Raquel Meller




Tal día como hoy de 1888 nació la cantante Raquel Meller. Tienes más información aquí.



viernes, 8 de marzo de 2013

Amor 86




No se puede amar sin romper la muralla del individualismo.

Día de la mujer. Hay que eliminar los géneros





El machismo, fiel a su interés de dominación y explotación, se ha empeñado siempre en dividir a las personas según su sexo y en asociarles unas funciones sociales determinadas a cada uno de los grupos resultantes. Surgieron así el género masculino, que aglutinaba los valores considerados superiores, como la capacidad de mandar, la fuerza, el ostentar la representación de la familia y la toma de decisiones. Su ámbito era y es el de lo público y teóricamente es el que racionaliza la realidad y está preparado para enfrentarse a las situaciones más difíciles. A su lado, el género femenino, el que según los machistas es propio de las mujeres, es el mundo de lo emocional, de los sentimientos, de lo privado -en donde no tiene por qué haber publicidad de lo que en él ocurra-, de la docilidad, la comprensión, la dulzura y la obediencia. El machista entiende que el hombre razone, pero duda de que la mujer pueda hacerlo con eficacia. En cambio, las cuestiones sentimentales son cosas de mujeres, que saben expresar bien el cariño y que son capaces de llorar con facilidad, cosa que los hombres no deben hacer nunca.

La vida, así, se convierte en una obra de teatro con dos grandes papeles que representar: el de los hombres y el de las mujeres. Desde pequeños, los machistas acostumbrarán a los niños a que vayan conociendo y adoptando el papel que desempeñarán en el futuro, con vestimentas y juguetes adecuados, y a las niñas igual, pero con vestidos y juguetes bien distintos, más cercanos a su género. Así hemos sido educados casi todos.

Lo que yo defiendo y lo que he pretendido siempre y sigo pretendiendo es hacer saltar esta absurda dicotomía, que lo único que hace es explotar a las mujeres y que impide que surja un mundo igualitario, agradable de vivir y en el que pueda crecer la semilla de una humanidad justa. Esto hay que lograrlo en la sociedad, pero también en lo personal. Los valores del género masculino son buenos, así que hay que integrarlos en la propia persona. Pero los del género femenino, también, por eso hay que integrarlos igualmente. ¿Por qué un hombre no puede ser comprensivo? ¿Por qué un hombre no va a poder ser dulce, y cariñoso y dócil, si es conveniente serlo, y obediente, si es lo que procede ser? ¿Por qué el hombre no va a participar trabajando también en el ámbito de lo privado? ¿Por qué no va a poder planchar, y coser y cocinar? ¿Por qué no va a poder llorar? ¿Por qué la mujer no va a poder mandar, razonar, dirigir, opinar y hacer exactamente lo mismo que haga el hombre?

Creo que en nuestras propias vidas, tengamos la edad que tengamos, y en la educación que podamos aportar a los demás, hay que romper estos esquemas tan interesados y centrarse en que somos seres humanos, todos con los mismos derechos, todos insertos en un mundo de igualdad. Y los valores y los derechos que tengamos en ese mundo no deben ser considerados ni masculinos ni femeninos, sino humanos. Los criterios sexistas y de género lo único que producen es injusticias e infelicidad.

Textículos. 2

((Versículo es a verso lo que textículo a texto))


En una rueda de prensa
Cospedal se hizo un buen lío. 
Ya lo había dicho Rajoy:
No hay que decir ni pío.

El Calendario de Bautista. 8/3/2013. Anne Bonny




Tal día como hoy de 1702 nació la pirata Anne Bonny. Tienes más información aquí.


Día de la mujer 2013




El 8 de marzo seguimos celebrando -no sólo en clave festiva, sino también, lamentablemente, aún reivindicativa-, el Día Internacional de la Mujer.

Creo que deben ser, al menos, dos los objetivos de este día: crear conciencia entre los hombres y las mujeres del machismo que está incrustado en las estructuras de la sociedad y, segundo, cambiar estas estructuras para que la situación de discriminación, tantas veces grave, que viven las mujeres desaparezca.

A lo largo de la historia de la humanidad posiblemente el descubrimiento de mayor trascendencia e importancia que se haya realizado es el del que podemos denominar Principio de Igualdad que, como ya han hecho otros, podríamos expresar diciendo: Todos diferentes, pero iguales.

A estas alturas sólo cabe explicarse por una ignorancia grande o por una mala voluntad injustificable que haya personas para las que las diferencias físicas o de pensamiento sean más importantes que la igualdad de derechos que deben poder gozar todos los seres humanos, sea cual sea su sexo.

Es evidente que todos somos diferentes: en el sexo, en el color de la piel, en el color de los ojos, en la orientación sexual, en el lugar de nacimiento, en la manera de pensar, en los gustos y en casi todo. Pero junto a esto, ningún ser humano debe olvidar que todos somos iguales, que todos somos personas, ciudadanos y que todos tenemos los mismos derechos. No admitir esto a las alturas que estamos de la evolución de la humanidad es autoproclamarse como de bajo desarrollo mental y vital.

Son muchos los intereses que animan a los machistas a seguir creyendo -e intentar hacer creer- que los hombres son superiores a las mujeres y que en la sociedad lo masculino debe ser más importante y debe prevalecer sobre lo femenino. Quieren poder dominar a las mujeres, convertirlas en seres obedientes, en sumisas suministradoras de placer, en mano de obra barata en casa, en objetos bellos y en seres que nunca sobresaldrán por encima de las cualidades de los hombres. El machista busca el imperio de lo masculino a costa de la igualdad.

Por eso, desde los puntos de vista ético, educativo, político, laboral, económico, social, familiar y cualquier otro que podamos concebir, el gran objetivo a conseguir, el gran valor a realizar debe ser el de lograr la igualdad de derechos entre todos los seres humanos. La sociedad no cambiará, ni para las mujeres ni para nadie, mientras que las igualdades concretas y reales no sean las que inspiren la organización de la sociedad.

jueves, 7 de marzo de 2013

Amor 85




Cuando se descubre cómo es en realidad la persona amada, puede que el amor se desborde o que, por el contrario, se convierta en una huella agridulce dispuesta a hibernar.