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jueves, 17 de octubre de 2013

Buenos noches. Vivencias





Hay vivencias que no se pueden expresar con palabras. Hay sentimientos que no tienen traducción. Hay sensaciones tan complejas, tan intensas, tan únicas, que sólo con besos, abrazos o lágrimas se pueden exteriorizar. A veces el misterio de la vida se apodera de nosotros y nos hace sentirnos, a la vez, sobrecogidos y sobrehumanos. Buenas noches.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Buenas noches. La razón ausente





Tengo una impresión que me inquieta y que me desazona más de la cuenta. Es la de que me parece que vamos reduciendo de una forma alarmante el uso de la razón como criterio para plantear los problemas, para decidir su solución y, si no es demasiado aventurado decirlo, para vivir.

Eso de pararse a pensar, analizar lo que ocurre, distinguir sus elementos, prever las consecuencias de una posible acción y diseñar una estrategia eficaz me parecen asuntos de otros tiempos que nadie está hoy dispuesto a desarrollar. Nos abrazamos a lo simple como si lo complejo nos diera un calambre mortal. Salen así consignas tan reduccionistas y tan descabelladas que cualquier relación con la realidad parece imposible. Muchas de ellas son verdaderos bumeranes que terminarán haciendo daño a sus defensores, pero aún así, siguen adelante. Pasa en la política: “Todos los políticos son iguales” (como abriéndole la puerta al dictador que ponga orden en este maremagnum imposible). Pasa con la mujer: “Estas cosas son de mujeres” (y el machismo sigue así galopando). Pasa en la sociedad: “Ya se sabe que los catalanes, o los andaluces o... son...” (como si el que lo afirma los conociera a todos y éstos fueran clónicos) . Pasa en el amor: “Es que el amor es un sentimiento...” (y, por creerse eso tan ajeno a la razón, se meten en unos líos inhumanos que suelen degenerar en tragedias). Nos estamos acostumbrando a vivir basándonos en simplificaciones muy peligrosas, en reduccionismos que nos ocultan la realidad. Estamos fabricando un mundo falso lleno de cuentos irracionales, en el que cada vez vivimos peor y sin remedio.

Ni esta derecha gobernante tiene el menor interés en que nos pongamos a pensar, no se cosa de que nos enteremos de lo que ocurre, ni nosotros mismos parece que tengamos demasiadas ganas de hacerlo. Preferimos un mundo malo, lleno de chocheras, prejuicios, disparates y simplifaciones, a uno en el que, por lo menos, supiéramos lo que ocurre, aunque tuviésemos que ponernos a luchar para mejorarlo.

No me gusta nada la situación en la que estamos. Y mucho menos la que me parece ver que está viniendo. Me gustaría mucho estar equivocado. Buenas noches.

domingo, 21 de julio de 2013

Buenas noches. Inteligencia





Hay veces en las que la inteligencia no necesita más que la mera razón para alcanzar su objetivo, como, por ejemplo, cuando se aplica a las matemáticas.

Hay otras en las que tiene que usar palabras impregnadas de sentimientos, como cuando un pelmazo quiere hacer ver a alguien lo mucho que él vale o cuando se quiere explicar el contenido de un cuadro.

Y hay otras en las que la inteligencia no encuentra en las palabras un vehículo útil y tiene que recurrir a un abrazo cargado de sentimiento o a una sonrisa que resulte contagiosa o a una lágrima que permita compartir las emociones.

Si estas noche vas a repartir cariño, hazlo como te parezca mejor, pero hazlo. Buenas noches.

sábado, 6 de julio de 2013

Buenos días. Las artes y los placeres





¿A qué hemos venido a este mundo?

Si miramos nuestra herencia cultural, tan teñida con los tenebrosos colores religiosos católicos, parece ser que el común de los mortales hemos venido a sufrir, a penar, a la espera de que en el otro mundo podamos gozar, por fin, de una especie de apartamento en el Benidorm celeste con los gastos pagados, o cualquiera sabe de qué.

Pero, afortunadamente, esta no es la única postura posible. Otros creemos que a este mundo hemos venido a vivir, a vivir todos y a hacerlo de la mejor manera posible. Dicho con otras palabras, creo que hemos venido a gozar viviendo. Al parecer hay una minoría de humanos que se empeñan en que esta vida la disfruten sólo ellos y que el resto se dedique a trabajar para darles beneficios, a sufrir para que ellos gocen y a morir para que ellos vivan. Pero esta anomalía trágica no debe alterar la idea central del sentido de la vida: hay que gozar viviendo.

Gozar es obtener todos los tipos de placer posibles: placeres físicos y placeres mentales. Se goza con el sexo, con la comida, con la bebida, con la visión, con la audición, con el deporte, pero también con la inteligencia, con la lectura, con el pensamiento, con la libertad, con la igualdad, con la felicidad propia y con la de los demás, con la razón, con la imaginación … y con las artes.

Las artes son unas puertas estrechas situadas en el fondo de la habitación de la vida que, cuando con un cierto esfuerzo logramos abrirlas, nos permiten entrar en el mundo más sublime que la humanidad haya podido construir. Es el mundo de la belleza, del misterio, de la armonía, de las emociones, de la alegría, de la tragedia, de lo superior, del sentimiento que intenta ser comprendido y compartido, de las ideas que quieren ser carne y de la carne que quiere ser idea. Es el mundo de la posibilidad posible, de la realidad incompleta que va creciendo. Es otro mundo, pero situado en este mundo.

El mundo del arte es un abanico que la educación nos debería mantener abierto para que pudiésemos gozar viviendo con todos los gozos posibles. Yo creo que no lo hace. Tampoco la educación nos enseña a comer bien, sanamente y gozosamente, y eso que lo hacemos varias veces al día. Ni nos enseña a cuidar el cuerpo, a pesar de que vamos a estar con él toda la vida. Parece que la educación apunta a las llamadas 'ciencias' y, a lo sumo, a la lengua, esto es, a la eficacia técnica o, lo que es lo mismo, al beneficio, al dinero, que es lo que les interesa a la minoría dominante.

Habría que reivindicar el arte como fuente de placeres. Y reivindicar los placeres como fuentes de vida buena. Vivir es siempre aprender a vivir. Vivir es siempre aprender a gozar. Todos. Cada día. Buenos días.

lunes, 1 de julio de 2013

Buenas noches. Cruce de caminos






Hay momentos en los que la prudencia me dice que tenga un poco de cuidado a la hora de expresar mis afectos, mis sentimientos, mis emociones. No todas las personas se sienten igual de cómodas con estas situaciones y no se trata de generar tensión sin necesidad. Sin embargo, mi yo me pide a veces expresarme y expresarlos. Difícil cruce de caminos del que no siempre se sale bien.

En todo caso, para formar esa nube relajante de cariño compartido no hay que expresar nada. Sólo pensar en quien quieras y querer quererlo o quererla. Que descanses. Buenas noches.

viernes, 7 de junio de 2013

Buenas noches. Te quiero




Por si mañana me muero
necesito decirte hoy,
amigo, amiga,
que te quiero.


Sé que no me voy a morir mañana. Al menos, eso espero. Pero cada vez tengo más fuerte la vivencia de que hay cosas que no se deben quedar dentro de uno. Sobre todo, las emociones y los sentimientos positivos que me despiertan las personas que significan algo positivo en mi vida. No me educaron para eso, pero lo he descubierto yo. Es bueno querer a los demás y es bueno, además, decírselo. A mí me gustaría que me lo dijera cualquier persona que me quisiera. Incluso si me odiara, me gustaría también que me lo dijera. Las emociones dentro de la mente hacen daño. Así que no te extrañe si en algún momento te digo lo que siento por ti.

Piénsalo tú esta noche cuando te vayas a dormir. Esa nube de cariño que te invito a formar cada noche no está formada más que por tus emociones y tus actitudes. Creo que deberías formarla todas las noches. Y, además, de día, decírselo y mostrárselo a la persona afectada. En un mundo distinto eso sería muy sano, muy bueno, muy bonito. Buenas noches.

martes, 2 de abril de 2013

Buenas noches. Nos acostumbraron



Nos acostumbraron a no desnudarnos el cuerpo. Nos acostumbraron a no desnudarnos el alma. Nos acostumbraron a encorsetar nuestras vidas de manera que parecieran muertas. Nos acostumbraron a expresar sólo lo que no fuera muy expresivo. Nos acostumbraron a creer que el amor era sólo cosa de dos y, a partir de un momento, con sexo. Nos acostumbraron a no ser distintos. Nos acostumbraron a creer que algunas palabras tenían poderes prohibidos y efectos indeseados si las pronunciábamos. Nos acostumbraron a usar sólo modales bobos, miradas bobas, sonrisas bobas, palabras bobas hasta que nos convertimos en verdaderos bobos. Nos acostumbraron a tragar emociones y sentimientos aunque no nos apeteciera hacerlo. Nos acostumbraron a no ser nosotros mismos y ahora queremos serlo.

viernes, 2 de noviembre de 2012

domingo, 28 de septiembre de 2008

¿Qué quieres decir cuando dices "te quiero"? / 3


Yo creo que cualquier 'te quiero', cualquier amor que sea verdadero, contiene un sentimiento fuerte, pero que no es sólo sentimiento. Incluso diría, reconozco que con una mezcla de convencimiento y de intento de provocación, que la esencia del amor no es el sentimiento, sino una actitud. Y una actitud racional.

Porque cuando el sentimiento decrece o, por el contrario, cuando está tan a flor de piel que no nos deja ser conscientes de lo que hacemos y de lo que no hacemos, ¿cómo podemos vivir humanamente en esas circunstancias?

¿En qué consiste esta actitud racional tan importante, a mi modo de ver, para el amor? Pues creo que tiene muchos aspectos, pero uno de ellos es básico e indispensable: amar a una persona es ayudarle a vivir. Si yo te digo que te quiero lo que te estoy diciendo es que te voy a ayudar a que realices tu proyecto vital, que no te vas a sentir solo/a porque voy a estar contigo y voy a considerar tu vida más importante que la mía. Y esto responde a una actitud racional que tiene que ver un poco con los sentimientos, pero mucho más con acciones concretas, con proyectos y con elecciones bien pensadas y decididas. Me parece que la vida de dos personas que se quieren depende sobre todo de la actitud con la que cada una se relacione con la otra. Eso es, sobre todo, lo que, unido al sentimiento, quiere decir 'te quiero'.
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viernes, 26 de septiembre de 2008

¿Qué quieres decir cuando dices "te quiero"? / 2




En la realidad, bien mirada, no hay prácticamente nada que sea simple o sencillo. Cualquier detalle de la vida, por pequeño que sea, puede encerrar dentro de sí una complejidad asustante. Es lo que le pasa, creo, al amor, que es aquello de lo que se nutre la expresión 'te quiero'.

Parece claro que el amor tiene un aspecto no estrictamente racional, puesto que contiene altas dosis de emociones y de sentimientos. Estos no son producidos en nosotros por cualquier persona, ni son tampoco todos iguales. Puede que tú quieras a tu abuelo y a tu novio, pero no sentirás lo mismo ante uno que ante el otro. Además, en los primeros momentos del 'te quiero', en la fase del enamoramiento, la intensidad del sentimiento puede alcanzar cotas exageradamente altas para, luego, ir suavizándose con el paso del tiempo y con la vivencia de nuevas experiencias, más volcadas hacia el exterior de las personas que se quieren.

Pero ¿es el amor sólo sentimiento? ¿Decir 'te quiero' es única o fundamentalmente decir que tengo ante ti o por ti un sentimiento que me sobrepasa, y que me sobrecoge, y que se adueña de mí, y que ya no soy yo el que vivo en mí, sino que ahora eres tú quien te has adueñado de mi vida y de mi tiempo, y que me hace vibrar como no lo puedo hacer sin ti, y que sólo estoy a gusto cuando estoy contigo, y que siento que me faltas cuando no estás, y que reboso cuando estás conmigo? Un sentimiento así es posible que se parezca al enamoramiento que alguien pueda experimentar, porque tampoco todos los enamoramientos son iguales. Pero me parece que el amor no es sólo eso.


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