A veces sentimos la necesidad de
identificarnos con algo interesante, de sentirnos al lado de quienes
creemos superiores, de proyectar nuestras carencias sobre quienes
parecen hacer gala de no tenerlas. Es una situación muy peligrosa
porque la sociedad está llena de ignorantes que hablan mucho, de
encantadores de serpientes y de gente que dice cosas indescifrables y
absurdas, pero que puede que nos suenen como si fueran las grandes
verdades por fin encontradas. Es muy fácil confundir un conjunto de
palabras rimbombantes y bien sonantes con alguna idea con sentido y con un contenido
razonable. Hay que informarse muy bien antes de dar el aplauso.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
viernes, 12 de octubre de 2012
Buenos días. Generalizaciones
Por favor, no generalices. Si metes a todos en el mismo saco, corres el riego de no enterarte de lo que le pasa en realidad a cada uno. Las cosas no son nunca simples y generalizar es quitarle matices y riqueza a la realidad para empobrecerla y dejarla casi irreconocible. La simplificación y la generalización son maniobras que suelen usar los débiles, los incapaces de aceptar la realidad tal cual es y de intentar conocer su complejidad. Intenta ir a lo concreto. No llegarás a conocerlo todo, pero, al menos, no te engañarás a ti mismo.
El calendario de Bautista. 12/10/2012. Colón descubre América
Tal día como hoy de 1492 Cristóbal Colón descubrió América.
Puedes encontrar más información pulsando aquí.
jueves, 11 de octubre de 2012
Mirando por la ventana. Qué di WERT ido es WERT
¡Qué majo es este Wert! Me recuerda a
esos alumnos de los que en las juntas de evaluación no se puede
decir nada bueno, salvo eso tan estúpido y tan vacío de “pero es
muy majo”.
Es posible que la presunta majeza de
Wert radique en su simpleza, en que no tiene doblez, puesto que dice
las cosas como las piensa. Bueno, mejor dicho, como le vienen a la
boca. Habla Wert con una naturalidad y una franqueza que lo hacen un
ser transparente, como si la nada se pusiera traje y corbata y
empezara a disparar por la boca palabras con forma de graciosa
estupidez.
Wert es el embajador de la derecha
profunda, del fascismo avanzado, del pasado hecho presente, del
futuro imposible, de la mancha ideológica expansiva y de la
ineptitud convertida en Decreto-ley. Es el que nos muestra con más
generosidad cómo es el fascismo neoliberal y por eso la ciudadanía
debe estarle muy agradecida. Qué lejos de Wert aquel aluvión de
eufemismos peperos que convertían el discurso en una especie de
poema de baja calidad. O aquellas tomaduras de pelo de Rajoy de sí o
no o vaya usted a saber o como usted quiera, qué quiere que le diga.
Aquí, con Wert, está todo claro, porque en el PP, cuando quieren
hablar claro, sí que lo hacen. Ahora ya sabemos que lo que quieren
de verdad es ser fascistas, actuar como fascistas, que todo el pueblo
trague con lo que ellos quieren. En el fondo están convencidos de
que tienen la verdad, toda la verdad sobre todas las cosas. Y, claro,
esa verdad la tienen que imponer a todo el mundo.
Esas verdades, que a veces suelta el PP
y que la gente se toma luego tan mal, son, en todo caso, muy simples,
muy sencillas, y todo el mundo las puede entender. Por ejemplo, viene
una crisis mundial y se les mete en la cabeza que hay que zapaterizar
la crisis. Todo el mundo debe saber -desean ellos- que Zapatero fue
el artífice de la crisis, de la subida de la prima de riesgo, de la
caída de la bolsa y de que los bancos dieran hipotecas hasta a
quienes no las querían. Saben estos linces que machacando cada día
en todas partes una idea, la gente acaba creyéndosela, con lo que se
pusieron manos a la obra y consiguieron que muchos se creyeran -y aún
lo creen- que todo esto se debe a Zapatero.
Ahora, el afán de imponer sus ideas a
todo el que se mueva les lleva -y nadie más autorizado que Wert para
proclamarlo en las ondas- a defender la idea de que hay que
españolizar a los catalanes, que no saben lo que se pierden con sus
afanes independentistas. No hay ninguna razón de peso que impida,
por ejemplo, que un inculto se convierta en ministro de Cultura o que
un cateto quiera dar clases de elegancia. Esto puede que explique esa
manía pueblerina de creer y expresar que como el pueblo de uno no
hay nada y que todos deberían copiar lo que se hace en el pueblo,
porque es lo mejor del mundo y el resto de pueblos no valen un
pimiento. Ya se sabe que los catetos son pesados, inoportunos y
disparatados, pero son muy majos y eso los salva.
Wert, además, atesora esa impagable
cualidad neoliberal de crear cortinas de humo en el momento más
conveniente, aunque sea al caro precio de darle votos al adversario.
Si la cosa económica se pone mal y se quiere que la ciudadanía no
lo advierta, se saca a Wert a que haga una bufonada y todo el mundo
se queda mirando hacia él, en lugar de contemplar lo que no se
quiere que se contemple.
Nunca agradeceremos suficientemente a
Wert las alegrías que nos aporta con sus cosas y la claridad con la
que vemos a ratos en qué consiste el new
deal neoliberal. Es incomprensible que pidan ahora que
dimita. Este Gobierno no sería el mismo sin la figura siempre
gratificante de Wert. Es más, deberían ascenderlo y que luciera
todo su esplendor, por ejemplo, en la cartera de Asuntos Exteriores.
Que el mundo vea a Wert. ¡Pero qué majo y divertido que es!
Buenos días. España evoluciona
Hubo un tiempo, no muy lejano, en el
que España, que era una -aunque había dos-, grande -a pesar de lo
cual no cabían todos- y libre -sobre todo para los que tenían
poder-, se definía, por quien tenía atribuciones para definirla,
como “una unidad de destino en lo universal”. Esto de la unidad
-otra vez- en lo universal tenía un tufo fascista insoportable, pero
volvía locos a los que profesaban la funesta manía de querer
someter a los demás bajo las suelas de sus rancias ideas. Estas
palabras tan solemnes -en el fondo, tan vacías- les solazaba el
espíritu, les disparaba las glándulas y la hormona de la metafísica
patriotera se les ponía por las nubes, hasta el punto de que se
colocaban en las mismas puertas de la otra vida, aunque con los pies
muy bien asentados en esta. Yo creo que lo que les atraía de todo
este montaje era que lo consideraban como un negocio espiritual que
les proporcionaba bienestar anímico aquí y, encima, creían que les
garantizaba el acceso futuro a reinos eternos, que se supone que
también estaban llenos de unidad y de universalidad, para que no
desentonaran.
Pero, a pesar de todo el afán
conservador que se quisieran echar sobre la brillantina estos negociantes
disfrazados de hombres píos, las cosas cambian. Aunque alguien se
acostumbre a volver la cara para otro lado e ir mirando de reojo, la
sociedad evoluciona y las palabras van perdiendo el aire que las
mantenía infladas, hasta quedarse convertidas en desechos antiguos e
inservibles. Así, el negocio espiritual, que catapultaba a la
estirpe española hacia el más allá, se fue transformando
inadvertidamente hasta situar en el trono que antes ocupaba el
espíritu, la más reconfortante y placentera materia, revestida de
ganancias, dineros y prebendas encerradas en el glorioso saco del
capitalismo.
De esta manera, la España que unos
padres acostumbrados a mirar al sol consideraban una unidad de
destino en lo universal, fue transformada por sus hijos, que no
dejaban de contemplar al astro rey, pero que ya solían usar gafas de
colores oscuros y cremas solares para evitar ciertos peligros, en
algo mucho más eficaz, más beneficioso y más lucrativo: la marca
España.
En esas estamos hoy.
El calendario de Bautista. 11/10/2012. Ediyh Piaf
Tal día como hoy de 1963 murió la cantante Edith Piaf.
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miércoles, 10 de octubre de 2012
Mirando por la ventana. Objetivo
No digo que estos tipos del PP que entre
todos hemos colocado en el Gobierno de España no quieran sacar al
país de la crisis. Sí digo que su ineptitud es tal que cada vez
está más claro que es imposible que lo consigan. Pero también digo
que su verdadero objetivo primordial, por lo que tenían tanta prisa
para estar en el poder, es el de cambiar las estructuras
socioeconómicas del país, de forma que, cuando salgamos de ésta,
puedan sacar adelante más fácilmente sus negocios y sus ganancias
crezcan, a costa de poder llevar a cabo una explotación mayor del
trabajador. Esto es lo que no me explico que sus votantes y sus
defensores no vean. Parece que hay pobres que piensan como los ricos.
Buenos días. Duda
Duda. Duda de todo, de lo que haces, de
lo que piensas, de lo que ves, de lo que hacen los otros, de lo que
dicen, de las certezas, de las convicciones, de las evidencias.
Descartes decía: “Si dudo, es que pienso; y si pienso, es que
existo”. Lo tuyo debería ser: “Si existo, pienso; y si pienso,
dudo”. Aprende a vivir con la duda. Es un poco más duro, pero muy
sano.
El calendario de Bautista. 10/10/2012. Orson Welles
Tal día como hoy de 1895 murió el cineasta Orson Welles.
Puedes encontrar más información pulsando aquí.
Hoy lo común es usar planos cortos, breves, de sólo unos segundos de duración, porque prima la velocidad sobre el contenido. Esto tiene unas consecuencias sobre la concentración, sobre la forma de pensar y sobre la estética, entre otras cosas, muy grandes. Sin embargo, a Welles le gustaban los planos largos. Es célebre el de la película Ciudadano Kane que puedes ver a continuación.
martes, 9 de octubre de 2012
Mirando por la ventana. Profesionales
Indisolublemente unida al profesional
está la persona. No se pueden separar ambos aspectos, pero sí se
pueden distinguir. Al profesional se le exige eficacia y competencia
en el ejercicio de su función. A la persona se le debe exigir una
actitud ética que le permita vivir en la sociedad como un ser
humano. Cuando uno de los dos aspectos falla, nos encontramos con una
disfunción social que nos lleva a pedir responsabilidades o a
remover al causante de esa situación anómala.
Pongamos algunos ejemplos. A un
profesor se le exige que sepa la materia que tiene a su cargo y que
la explique bien, pero, además, que su actitud personal sea de
respeto y de buen trato con sus alumnos. A un médico, por su parte,
le pedimos que sepa curar, pero también que trate correctamente al
enfermo, con calidad humana y con una actitud positiva.
Pero ¿qué cabe pedirle, sea el caso,
a un policía? La eficacia y la competencia se le suponen, pero ¿y
su actitud ética? ¿Se justifica éticamente el propio policía sus
intenciones cuando reprende brutal e indiscriminadamente a unos
manifestantes o ni siquiera se lo plantea? Es cierto que suele
recibir órdenes, pero ¿debe cumplir unas órdenes con visos de ser
injustas? ¿Considera, quizás, que estas son exquisiteces delicadas
propias de señoritos y señoritas que no saben nada de la vida? Mi
escasa experiencia con la policía me hace, sin embargo, no tener que
llegar a extremos demasiado violentos para ver que aquí hay
problemas. Recuerdo una vez que le pregunté a uno si sabía qué
pasaba con los autobuses, porque tardaban demasiado en llegar a la
parada, y me respondió en un tono intimidatorio, prácticamente
gritando, que él no sabía nada de eso. Me quedé sin ganas de
recurrir en el futuro a la policía para preguntarle nada. La
conclusión que saco actualmente de la actitud de estos señores es
que parece que no necesitan que se les respete ni que se les
considere bien por parte de los ciudadanos. Valoran más, al parecer,
la mera obediencia y la brutalidad que su condición humana. Ellos
verán.
Y, por poner un último ejemplo, qué
decir, de las personas que forman el Gobierno de nuestro país. La
eficacia y la competencia que, como profesionales, habría que
exigirles se cae cada día un poco más. Y su actitud ética parece
muchas veces ausente, como les suele ocurrir a los que, en medio de
su profunda ignorancia, confunden la ética con la religión, y
recurren absurdamente a Vírgenes y Santos para que les apoyen en sus
desvaríos. El pueblo quizás no distinga estas cosas, pero sí ve
cada vez más que ni como personas ni como políticos valen para
algo. Y así vamos cuesta abajo sin remedio.
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