lunes, 7 de junio de 2010

gilipollas



Aparte de las consecuencias de lo que haga, lo que más me molesta del gilipollas es la irremediable y casi constante necesidad que tiene de demostrar que lo es, además de la inconsciencia con que se manifiesta.


jueves, 3 de junio de 2010

Lo que echo en falta


Miro y echo en falta el sosiego de la mirada limpia, de la buena voluntad, del análisis sosegado de los problemas, de la comprensión mutua, de la ausencia de miedo, de la carencia de gritos, del reposo, de las sonrisas abundantes, del gozo con lo pequeño, del detalle frecuente, del disfrute de la música, de la conversación tranquila y pensante, del ritmo cadencioso de la bondad, de la contemplación placentera de la belleza… Echo en falta un estilo humano en la vida. En la tuya y en la mía.


miércoles, 2 de junio de 2010

Panorama intelectual



Mañana es fiesta en la Comunidad de Madrid. Se “celebra” la festividad del Corpus Christi, de tan hondo significado para todos los habitantes madrileños. Hace pocos días las autoridades correspondientes no permitían a una chica marroquí ir a clase con un pañuelo en la cabeza. Incluso la máxima autoridad civil de la Comunidad se mostraba de acuerdo con tal medida. Ahora, en cambio, musulmanes, hindúes, ateos, agnósticos y gentes de cualquier religión o de ninguna tienen que “celebrar” una festividad cristiana situada en mitad de la semana y sin que ninguno de ellos sepa, posiblemente, lo que quiere decir tan, al parecer, importante conmemoración. Esto sí está justificado porque le da la gana al poder. Lo otro, no.

Ayer tuve que explicar en clase qué era el integrismo, concepto de origen católico que expresa la actitud de intentar transmitir a lo largo de la historia y sin que le afecte ningún tipo de cambio un mensaje íntegro, idéntico al original, normalmente de corte religioso. Puse como ejemplo, para que lo entendieran, la postura actual de la Iglesia católica oficial en relación con la prohibición del uso de cualquier método anticonceptivo. Tal posición la justifica la superioridad católica con argumentos de Santo Tomás de Aquino, quien en el siglo XIII ideó lo que hoy constituye la mayor parte del “pensamiento” ético católico. El sector integrista de la Iglesia intenta transmitir íntegro ese mensaje, sin que las circunstancias actuales, tan distintas de las del siglo XIII, puedan hacer cambiar dicho mensaje. Una alumna, a la que valoro mucho, pero que debe tener alguna idea intransigente en la cabeza, me echó en cara que estaba insultando a la Iglesia Católica. No es que moleste la crítica, es que ya molesta hasta la historia.

No cabe duda de que el panorama que se ve es para preocuparse.


Alegría / 3


Últimamente, a mis deseos de felicidad añado el de alegría. La alegría es el primer gran síntoma de que la vida va bien, de que una persona está a gusto con su realidad y de que hay ganas de vivir. Añado el deseo de alegría porque, dado que la mayor parte de las veces yo no voy a poder contribuir eficazmente a la consecución de la felicidad del que, por ejemplo, cumple años, al menos intento darle alguna pista, concretarle un poco lo que yo le deseo y plantearle algo determinado que puede que le haga pensar en lo que debería conseguir o en cómo hacerlo.

Me parece que la alegría es la consecuencia natural, vital y hasta biológica de sentirse bien con uno mismo, de desarrollar una existencia que puede considerarse como humana. Nunca verás a un salvaje urbano estar alegre. Seguramente echará al mundo risotadas y espumas de colores, pero no tendrá en la cara el sutil, discreto, sereno e inconfundible gesto de la alegría que se descubre en quien poco a poco, experiencia tras experiencia y reflexión tras reflexión, va aprendiendo a actuar y a vivir como un ser humano.

La gran transformación en la vida de una persona tiene lugar cuando aprende a conseguir estar alegre.


martes, 1 de junio de 2010

Alegría / 2


Cada vez que surge la oportunidad de felicitar a alguna persona, me planteo el sentido que tiene ese acto. Sin duda que es agradable que se acuerden de uno y que te deseen lo mejor, pero, en realidad, ¿qué quiere decir la tan manida expresión “felicidades”? Creo que esto ya lo he expresado en alguna ocasión. La mayor parte de las veces viene a decir algo así como “a ver si tienes suerte y te encuentras, no se sabe muy bien cómo, con la felicidad”. De este rito, lo que menos me gusta es que el felicitante, tras expresar sus mejores deseos, desaparece de la escena y deja al felicitado abandonado a su suerte. Incluso, a veces, no vuelve a aparecer hasta el año siguiente, momento en el que, con besos y abrazos, vuelve a practicar el rito expresivo de sus deseos.

Caso de felicitar a alguien, me gustaría a mí un poco más de compromiso a la hora de desear la felicidad del otro. Pienso que se corre el riesgo de hacer de la felicitación un rito barato, ajeno a las vidas del que felicita y del felicitado, tan frío que sugiere más un cumplimiento forzado que un verdadero y sentido deseo vital. Lo personal ni se ha notado cuando el rito se ha hecho frío y pobre, cuando la tradición vacía ha suplantado a la vida.

(Continuará)


lunes, 31 de mayo de 2010

Israel

NO

Israel no es un país civilizado. No es un país humano.

Grueso / fino



Resulta paradójico que lo grosero, o sea, lo grueso, lo basto, lo poco cuidado entre mejor en las costumbres de muchas personas que lo fino, lo delicado, lo elegante. A lo mejor es que no entra, sino que se adhiere, se pega.


domingo, 30 de mayo de 2010

Magia / 3

Que las mentes leviten es relativamente fácil. Que lo hagan los cuerpos es ya más complicado.


viernes, 28 de mayo de 2010

Antiguo


¿Qué consideras que es lo antiguo, lo que tiene muchos años o lo que ya no sirve para la vida? ¿Qué crees que es lo viejo, lo que le valió a muchos o lo que ya no le vale a casi nadie? No mires tanto la edad. Todos somos más viejos cada día, tanto el que tiene 15 como el que tiene 35 o el que va por los 75. Cualquiera de ellos se puede morir mañana, habiendo vivido los años que haya vivido. Lo importante no son los años, sino lo que hayas aprendido, lo que hayas avanzado en el camino infinito de construirte como ser humano.


jueves, 27 de mayo de 2010

Dónde la belleza


Estoy sentado en el tren. Observo por la ventana la belleza del paisaje, el verde vivo de la primavera, el amarillo juvenil de las flores que han nacido sobre la alfombra verde del campo, la silueta de unos árboles señoriales, con el poso de sus años enraizado en toda su anatomía, el cielo azul, limpio, dominante. Mientras oigo por los auriculares la belleza de El pájaro triste, de Mompou, tocado al piano,veo la belleza infinita de la pierna de la pasajera del otro lado del pasillo, enfundada en unos vaqueros que le resaltan la forma grácil, serena, rebosante. Contemplo la belleza de la mano del pasajero del asiento de delante, a la derecha, que lee unos apuntes de medicina sobre “Potenciales evocados”. Miro la belleza del hombro de su acompañante, que lo deja ver en el lado izquierdo de la butaca porque el ancho escote de su camiseta le cae por el comienzo del brazo. Un hombro no excesivamente carnoso, pero que se aleja levemente del canon de la talla 38. Disfruto con la silueta del puente del Centenario, porque voy pasando por Sevilla. Rememoro la belleza infinita de Sevilla, tan completa, tan pegada siempre a tus sentidos, tan vitalmente excitante en cada momento, que parece imposible que pueda existir algo así. Recuerdo la belleza de los vinos de anoche, todos ellos de la provincia de Cádiz, con el mesonero ofreciendo información interesante junto a unos quesos variados y espléndidos y en el marco de una decoración no excesivamente sorprendente, pero de una calidad indudable.

Me siento inundado por la belleza, pero ¿dónde está la belleza? ¿Está ahí fuera y yo me dejo arrastrar o es que yo transformo en belleza lo que veo? ¿Hoy el mundo está bello o es que yo estoy propicio para considerar como bello lo que veo?



martes, 25 de mayo de 2010

Nada


Sin tiempo no se puede escribir, ni sin calma. Exámenes, 25 aniversario del instituto, fisoterapeuta, hacer lo que hay que hacer en casa y necesidades diversas no permiten escribir. Mañana será otro día, supongo. Te pido, amable lector, un poco de paciencia. Gracias.


Juicios


No sé si habrá algo más delicado que emitir un juicio. Si te pones dogmático y sueltas un juicio tajante sobre algo, fácilmente te podrán decir que quién te crees que eres para hablar así de algo tan complejo como la realidad. Si suspendes el juicio y te consideras incapaz de hablar de la realidad, te las darán por todas partes e irás por la vida como quien no se entera de nada. Si te vistes de relativista y aceptas que todo el mundo tiene su razón, corres el riego de que tengas que aceptar ideas que no te gustaría aceptar. O sea, que mejor, no juzgues. Pon más energías en comprender a los otros que en juzgarlos, a menos que los otros, abusando de tu buena voluntad, actúen claramente en contra de los Derechos Humanos. En ese caso, sin piedad.



lunes, 24 de mayo de 2010

Normas


El conductor se saltó la norma de ceder el paso, la de parar en el paso de cebra y la de poner el intermitente cuando se va a girar, todo ello en aproximadamente 15 segundos.

Algunos alumnos se quedaron perplejos cuando se enteraron de que se iba a sancionar a un compañero por incumplir el Reglamento de funcionamiento del Centro.

He coincidido varias veces con camareros en los aseos y he comprobado que, tras hacer sus necesidades fisiológicas, no se lavaron las manos y salieron a continuar atendiendo al público.

Cuesta un enorme trabajo convencer a bastantes jóvenes de que no es aceptable hacer pintadas en fachadas que no son suyas. A algunos, que tienen con este asunto una relación patológica, aunque no lo admitan, no hay manera de convencerlos.

Hay gentes con poder político que creen que pueden hacer cualquier cosa, que para ellos vale todo porque se consideran la encarnación del poder. Y esta actitud la reproducen luego pobres hombres y pobres mujeres en el pequeño ámbito de sus vidas.

Se echa en falta cada vez más la conciencia de que hay que cumplir ciertas normas. Se detecta de forma alarmante y progresiva una carencia de ética, de actitud democrática, de valía humana. Va ganando terreno la visión salvaje de la vida, consistente en hacer siempre a toda costa lo que le apetece a uno, da igual lo que pase. Y va retrocediendo la visión humana que nos acostumbra a pensar antes de actuar, a racionalizar la vida, a anticipar las consecuencias de lo que se va a hacer, a tener en cuenta a los demás y a darse normas que sean verdaderamente humanas. Parece que lo que priva es actuar sin criterio.

El salvaje urbano se está reproduciendo como lo hacen las setas. Y no necesitan ni que llueva.

viernes, 21 de mayo de 2010

El detalle


No sé qué es más clarificador de un hecho, si todo el argumentario que lo describe o un detalle que lo sintetiza. Lo que están haciendo con el juez Garzón no tiene nombre. La racional justicia se ha transformado en espectáculo irracional e interesado.

El detalle es el siguiente. El día en el que Garzón, a las dos de la tarde, tuvo que abandonar a la fuerza su despacho y fue despedido entre lágrimas y abrazos en la escalinata de la Audiencia Nacional por sus compañeros y colaboradores, a cincuenta metros de allí y a esa misma hora, cinco de los jueces que habían decretado su separación de la judicatura se tomaban tranquilamente unas cañas en un bar.


jueves, 20 de mayo de 2010

Desvelos / 2


El salvaje urbano tiene que aparecer siempre. No sé si será el resentimiento, la falta de sensibilidad, el embrutecimiento esculpido tarde a tarde ante la falta de cariño, la estupidez cincelada delante de la televisión o, quizás, el alcohol ingerido estúpidamente. El caso es que una ocasión de gozo público tiene que ser estropeada por estos salvajes, que lo mismo rompen fotografías, que se cuelan en fiestas de deportistas o que destrozan o estropean el mobiliario urbano. Hay que ser muy críticos y hay que plantearse en serio la educación del ciudadano, en las escuelas y fuera de ellas. ¿Por qué no se usa la televisión para transmitir valores ciudadanos y democráticos, en lugar de procurar la anestesia y el embrutecimiento de la población?













Subhro Bandopadhyay


El poeta indio Subhro Bandopadhyay está en España presentando su libro La ciudad leopardo, escrito en Soria durante su estancia allí en 2008 con una Beca Internacional Antonio Machado.

Hoy jueves 20 de mayo, a las 19 h. leerá algunos de sus poemas en Madrid, en Comisiones Obreras, C/ Lope de Vega 38, 2ª planta, sala 2.3. Te dejo aquí un poema de Subhro:

Sobre la soledad

Se podían decir muchas cosas, pero de momento sólo cae nieve sobre un montón de piedras y se ve un camino lejano como una raya de ojos. Hay un hombre paseando por allí con su perro. No se oye nada, sólo el perro está arañando y rascando el aire frío con su pata.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Desvelos / 1

El 25 de mayo se celebra el Día de África. Con tal motivo puede verse en la calle de Alcalá, en Madrid, junto a la Puerta del Sol, una magnífica exposición de fotografías realizadas por la artista camerunesa Angèle Etoundi Essamba. Su título es Desvelos y constituye una muestra en la que se derrocha belleza, sensualidad, sensibilidad, dignidad y una creatividad tales que pueden suponer una espectacular puerta abierta a un continente todavía muy desconocido.

Pongo aquí una selección de fotografías de esta muestra. Mañana también pondré fotos, pero lo de mañana será agridulce, bastante decepcionante y quizás, demasiado triste.











martes, 18 de mayo de 2010

República





Yo soy republicano teórico. Quiero decir que, puesto a pensar sin tener en cuenta las circunstancias reales en las que nos encontramos, es decir, abstrayéndome, como si uno viviera en un mundo ideal, yo sería defensor ferviente del sistema republicano. Pero si me pongo a pensar considerando lo que realmente ocurre en nuestro país, entonces no puedo serlo. Tal como están las cosas entre nosotros, creo que hace falta aún una autoridad superior, al margen de la racionalidad y de los deseos de los ciudadanos, que sea capaz de resolver desde arriba los problemas graves que se puedan originar en esta sociedad. La mentalidad religiosa, mítica o superracional es todavía muy común en España. Aún mucha gente le hace más caso a una voz superior que grite que a la propia razón. En mi opinión no hay un desarrollo democrático suficiente en nuestro país, porque hay todavía muchos comportamientos antidemocráticos que pasan ante demasiada gente como normales. Y eso me parece peligroso. Y si esto no te convence, imagina que hubiera ahora elecciones a presidente de la república. Piensa en posibles candidatos, observa lo que dicen y lo que hacen, y figúrate que salieran elegidos. ¿Crees que sería mejor eso que la situación actual?


lunes, 17 de mayo de 2010

Atención


La lucha de contrarios es una metáfora para intentar describir la vida sorteando su complejidad: el verano y el invierno, el día y la noche, el calor y el frío, pero, sobre todo, la vigilia y el sueño. En el sueño pierdes el control de tu mente y tu relación con el mundo cae en dominios ajenos a tu conciencia y a tu voluntad. En la vigilia estás consciente, pero ¿estás de verdad consciente?

La sociedad tiene múltiples mecanismos para intentar que estés en estado de vigilia, pero como adormecido, sin que te des mucha cuenta de lo que pasa de verdad. Hay chorros de anestesia transparente que, o llevas la mascarilla de la crítica puesta, o te la tragas sin querer. Miras la televisión y sólo te enteras de las apariencias más espectaculares, pero puede que tú te creas que has captado así la cruda realidad. Oyes a un tipo repetir machaconamente una mentira y es posible que termines creyendo que lo que habías oído durante tanto tiempo era la verdad. Paseas por una ciudad y ves los coches y los troncos de los árboles y observas de lejos los edificios y te vas convencido de que ya conoces la ciudad y de que es preciosa. Hemos perdido la capacidad y el gusto por la atención. Nos hemos acostumbrado a hacerlo todo de cualquier manera, en lugar de vivirlo cada vez más atentamente. Sólo así nos podremos introducir en la senda del placer.

Haz la prueba de pasear por cualquier calle que conozcas, pero prestando atención a lo que ves. Te darás cuenta de la belleza que has dejado pasar de largo tantas veces como has paseado por allí. Mira las azoteas, las copas de los árboles, las esquinas. Verás que hay otro mundo dentro de tu mundo.

Si quieres vivir, vive con atención. Si no, todo da igual y perderás el tiempo. Haz la prueba.


domingo, 16 de mayo de 2010

Enhorabuena


Enhorabuena al Barça. Ha sido, sin duda, el mejor.

Fútbol


Esta tarde acaba la Liga de fútbol y no sé si es el momento más oportuno para formular estas preguntas, pero es cuando se me han ocurrido.

¿A ti qué es lo que te gusta, el fútbol o que gane tu equipo? No tiene nada que ver una cosa con la otra.

El fútbol ¿une o separa?

El fútbol ¿es un deporte, un espectáculo, un negocio, el opio del pueblo o un poco de todo?

¿Por qué en el rugby al árbitro se le trata de señor y en el fútbol, de cualquier manera?

Por mi parte, que gane el mejor.

Y cantado por Serrat

Qué preciosa versión la de Serrat. Debió de ser emocionante.

sábado, 15 de mayo de 2010

Cambalache

Enrique Santos Discépolo, el filósofo del tango, fraguó hace ya tiempo una de las grandes creaciones del arte musical moderno: Cambalache. Con una visión muy aguda de la sociedad, mostró con crudeza la concepción perversa de la igualdad, la que mantenemos a nuestro lado todos los días sin que hagamos nada por evitarlo.

Te pongo aquí una preciosa versión de Eugenia León.


viernes, 14 de mayo de 2010

Flores negras

Hoy la justicia española se ha quitado la banda que le cubría los ojos. Hoy se le ve la cara y ha dejado de ser imparcial. Hoy ya no se puede creer en la justicia. Un vendaval de miedo ha entrado hoy en España. Hoy es un día tan triste como el de antesdeayer. Van saliendo de la tierra flores negras.

Con el juez Garzón

Garzón sale entre aplausos de la Audiencia


Educar


Tienes que educar a tu hijo para que sea un ciudadano demócrata, pero estamos viendo últimamente demasiados comportamientos incompatibles con la democracia y tu hijo corre el riesgo de que crea que son normales.

Recibir un informe oficial que no te gusta, pero que está lleno de pruebas, y reaccionar presentando una querella contra el autor del informe no es de demócratas.

Mentir y decir que el que miente es el contrincante no es de demócratas.

Perseguir con falsedades para hacer daño y sacar partido de ello no es de demócratas.

Ir en contra de los que quieren encontrar dónde están enterrados sus antepasados no es de demócratas.

Tergiversar la información desde los medios públicos para entontecer a los espectadores no es de demócratas.

Ejercer el cinismo y la desvergüenza como norma no es de demócratas.

Defender normas que van en contra de la legislación vigente no es de demócratas.

Hacer de tu hijo un ciudadano demócrata, tal como están las cosas, es muy difícil, pero, a la vez, muy sencillo: métele en la cabeza la idea de que todos somos iguales y que aprenda a juzgarlo todo con ese criterio.


jueves, 13 de mayo de 2010

Maneras de vivir


Hace un tiempo me fui una tarde con Y. a dar una vuelta por Madrid. Estuvimos por la calle de Fuencarral, llena de vitalidad y de colores, y terminamos en la calle de Pelayo, en Chueca. Cada vez me gusta más esta zona. Se respira libertad en ella, se vive con gozo la variedad, se palpa la igualdad y se siente uno metido en la civilización.

En la calle de Pelayo entramos en una especie de tasca sin pretensiones estéticas llamada Baco y Beto. He leído que muchos asiduos a ella prefieren que no se dé a conocer su existencia para que no se llene más de lo que se llena. Tomamos unas berenjenas, unas tostas de calabacín con cebolla caramelizada y un espectacular queso canario de El Hierro a la plancha, servido con una mermelada, que estaba realmente delicioso. El local es pequeño, con unas cuantas mesas con sillas, todas ellas diferentes, y un par de mesas altas que funcionan como diminutas barras. El espacio entre ellas es escaso y el que se siente en uno de los taburetes situados a su lado puede descansar la espalda en la pared. En esa misma pared hay unas perchas para colgar la ropa, pero, si lo haces, molestas a quien está sentado debajo. Eso fue lo que me hizo estar todo el rato con mi chaqueta doblada sobre las piernas, cosa que fue sólo un poquitín molesto.

De allí fuimos a dar un paseo, a practicar el fructífero deporte de mirar, y terminamos en el que sin duda es uno de los grandes bares de copas de Madrid, el Del Diego, en la calle de la Reina. Fernando del Diego, su propietario, trabajó 32 años con Perico Chicote y ahora es uno de los grandes artesanos del cocktail. Allí he descubierto marcas que desconocía y que me han resultado muy gratificantes, como el whysky Canadian Club o la ginebra Blackwood, escocesa y de enorme sabor. Nos situamos para tomar unos espléndidos gin tonics en la zona de la barra más cercana a una pared, en la que había también, como en Baco y Beto, unas perchas para colgar la ropa. En un momento dado se acercó una joven, que antes, con mucho desparpajo, había logrado introducirse en 20 centímetros de barra que había libre, hasta desplazar al que estaba allí tomándose su copa, y colgó su chaqueta en una de las perchas, justo en la que estaba sobre la cabeza de Y., de forma que la prenda le caía desagradablemente encima. Le dijimos que aquello molestaba, a lo que nos respondió con bastante sequedad que las perchas estaban para colgar la ropa. Y se fue y, como si no pasase nada, siguió a lo suyo.

Tengo la impresión que hay perchas que están para que determinadas personas cuelguen su molesta ética.


miércoles, 12 de mayo de 2010

Victoria


Enhorabuena, Atlético. Es una manera de vivir.

Frenos


Hoy, sin quererlo, le he dado un buen susto a un alumno. Dije las notas de los que habían aprobado por curso y lo nombré a él. Pegó un brinco y dio una especie de alarido, lo cual me preocupó porque un patatús te puede dar tanto por una mala noticia como por una buena. El buen hombre se puso a moverse en el asiento, como si le hubiese picado una pulga en el alma, y una sonrisa floja, de esas que van y vienen, se le instaló en la cara. Luego, me vio por los pasillos y me dio las gracias. Añadió, con toda su buena intención, que ojalá me cayera del cielo un buen jamón. Yo me imaginé recibiendo un jamonazo descomunal en toda la cabeza y le dije que mejor nos tomábamos unas cañas que seguramente sería menos doloroso.

Yo recuerdo haber dado también las gracias por haber recibido alguna buena nota inesperada. Es una forma de cortesía similar a la de agradecer que te pongan un café en el bar o que tengan un detalle contigo. Pero es posible que oculte también algo que me parece que debería evitarse: la infravaloración de uno mismo hasta el punto de entender que te han regalado la nota. Creo que hay veces que no nos conocemos bien a nosotros mismos y que no nos damos cuenta de que valemos más de lo que creemos. Este buen hombre ha estado sin esforzarse buena parte del curso creyendo que no tenía capacidad para rendir más de lo que lo hacía. Algo le debe haber hecho ponerse a trabajar y hacer reales sus posibilidades, cosa que no había hecho antes, posiblemente porque él mismo no se creía que podía.

A veces somos nuestros propios enemigos. Nos formamos una idea de nosotros mismos que nos impide crecer, cuando podríamos hacerlo con facilidad si nos conociéramos mejor. Claro que también es posible que ese falso concepto de uno mismo responda a un interés. Es más cómodo autoengañarse, consciente o inconscientemente, creyendo que uno es un inútil que actuar como lo que uno es. El caso es que ganaríamos mucho, me parece, si conociéramos qué es lo que a cada uno nos frena.


martes, 11 de mayo de 2010

La puerta


Hoy he comprendido que no se debe cerrar antes de tiempo la puerta de lo que pueda pasar. Durante mucho tiempo tuve muy presente que siempre ocurre lo inesperado, pero a veces parece que lo olvido. Hay que procurar no vivir como si todo dependiera únicamente de uno mismo. No todo tiene arreglo, pero muchas cosas tienen más arreglo del que uno le ve cuando se las plantea en soledad. O sea, que hay que dejar abiertas las puertas e introducir más perspectivas. Es sano y útil.


lunes, 10 de mayo de 2010

Espacio


Tendemos a explicarnos la vida en términos de tiempo. Pensamos, a veces, que vivir es ir cambiando en el tiempo, avanzar en el tiempo, aprovechar el tiempo, no perder el tiempo, durar un tiempo o vivir en un tiempo. Pero nos olvidamos del espacio. La realidad es que una persona que viva hoy es muy probable que cambio 2 0 3 veces de trabajo y de lugar de residencia. El espacio, los espacios, forman parte también de la estructura de la vida. Así que no cabe echar demasiadas raíces en ningún sitio ni vivir en ningún lugar como si fuera el definitivo. Eso envejece o es síntoma de que se ha envejecido. Aparte de más humano, también es más rentable un discreto cosmopolitismo.


domingo, 9 de mayo de 2010

Otra menos


Otra cosa lista. La energía se va materializando. La próxima es desagradable y se puede resolver de manera simple o de forma muy pesada. A ver si hay suerte.

Una menos


Una cosa menos. Era la más urgente, la más agobiante. Vamos a por la siguiente.


La vida

Uno quiere ser cosmopolita, pero la biología hace que en determinados momentos vuelvas, no a lo que quieres, sino a tus primeras sensaciones, a tu patria, que viene de padre, a tomar fuerzas para volver. ¡Con qué naturalidad dice Alba Molina estas sevillanas hablando de la vida!


sábado, 8 de mayo de 2010

Sevillanas

Me gustaría pedirte ahora que no juzgaras. Baja los hombros y procura sentir. Hoy te ofrezco estética. Una estética determinada para que intentes sentir, si es que tú sientes con esto. Cada uno siente lo que puede o lo que quiere, no sé. Pero esto me parece bonito y bueno. Procura dejarte penetrar por la música, por el color, por el baile inmenso con el mantón de Matilde Coral.

viernes, 7 de mayo de 2010

Lo que hay


Estoy cansado. Estoy agobiado. No estoy harto, pero es una situación parecida. Tengo que hacer cosas que no me apetecen, pero que debo hacer. Cuando no tengo sobre qué escribir, siempre procuro mirar lo que hay y contarlo: siempre hay gente de la que hablar o sucesos que contar. Pero hoy sólo puedo hablar de mí y no decir casi nada. Sólo que estoy agotado. Pero no estoy mal. Lo que hago creo que tiene sentido, pero es una paliza. Tengo que descansar.


jueves, 6 de mayo de 2010

Pañuelo / 6


Ves con los ojos, pero miras con tu biografía. Tu mirada, la parte de la realidad en la que te fijas, la interpretación que haces de los datos que tu vida te ofrece en cada momento, es fruto de todo lo que has hecho con tu existencia a lo largo de tu historia. Puede que tu mirada esté limpia, pero es posible también que esté llena de prejuicios, de actitudes que no te has parado a pensar si son razonables y justas o no, de fijaciones que te has ido fraguando porque tu cobardía o tu pereza o tus errores inadvertidos te han llevado a ello, de creencias en abstracciones, en meras opiniones que tú te has tomado por definitivas. Es posible que juzgues con excesiva facilidad. A veces el yo lo pide y para sentirnos superiores, sin serlo, nos dedicamos a juzgar sin criterio a los demás. En realidad, somos un continuo ir haciéndonos, una permanente puesta en tela de juicio de nuestras ideas. Y si no lo crees, lee este precioso texto, tomado de internet, que me ha enviado mi amigo Eduardo Redondo, un espléndido ser humano que cree que el sentido de su vida está en irse a vivir, a convivir, con los pobres de la favelas de Brasil.

Lo pongo aquí, como me sugiere él, relacionado con el tema del pañuelo. Cuando juzgues a alguien que lleve un pañuelo o una prenda cualquiera o que sea como sea, acuérdate del negro africano y de la rubia alemana.

Estamos en el comedor estudiantil de una universidad alemana. Una alumna rubia e inequívocamente germana adquiere una bandeja con el menú en el mostrador del autoservicio y luego se sienta en una mesa. Entonces advierte que ha olvidado los cubiertos y vuelve a levantarse para cogerlos. Al regresar, descubre con estupor que un chico negro, probablemente subsahariano por su aspecto, se ha sentado en su lugar y está comiendo de su bandeja. De entrada, la muchacha se siente desconcertada y agredida; pero enseguida corrige su pensamiento y supone que el africano no está acostumbrado al sentido de la propiedad privada y de la intimidad del europeo, o incluso que quizá no disponga de dinero suficiente para pagarse la comida, aun siendo ésta barata para el elevado estándar de vida de nuestros ricos países. De modo que la chica decide sentarse frente al tipo y sonreírle amistosamente. A lo cual el africano contesta con otra blanca sonrisa. A continuación, la alemana comienza a comer de la bandeja intentando aparentar la mayor normalidad y compartiéndola con exquisita generosidad y cortesía con el chico negro. Y así, él se toma la ensalada, ella apura la sopa, ambos pinchan paritariamente del mismo plato de estofado hasta acabarlo y uno da cuenta del yogur y la otra de la pieza de fruta. Todo ello trufado de múltiples sonrisas educadas, tímidas por parte del muchacho, suavemente alentadoras y comprensivas por parte de ella. Acabado el almuerzo, la alemana se levanta en busca de un café. Y entonces descubre, en la mesa vecina detrás de ella, su propio abrigo colocado sobre el respaldo de una silla y una bandeja de comida intacta.

Dedico esta historia deliciosa, que además es auténtica, a todos aquellos que, en el fondo, recelan de los inmigrantes y los consideran individuos inferiores. A todas esas personas que, aun bienintencionadas, les observan con condescendencia y paternalismo. Será mejor que nos libremos de los prejuicios o corremos el riesgo de hacer el mismo ridículo que la pobre alemana, que creía ser el colmo de la civilización mientras el africano, él sí inmensamente educado, la deja comer de su bandeja y tal vez pensaba: Pero qué chiflados están los europeos”.


miércoles, 5 de mayo de 2010

Inteligencia


Los conocimientos se muestran en las respuestas, pero la inteligencia se demuestra a la hora de hacer preguntas.

martes, 4 de mayo de 2010

Pañuelo / 5


Me equivoqué de escenario y saqué el tema del pañuelo en ambientes no propicios, con lo cual me vi en la necesidad de llevar una conversaciones contra la pared de quienes se empeñaban, contra viento y marea, en sostener una defensa de sus posturas sin argumentos.

- Hay que ver -dije-, se empeñan en meternos a todos la fiesta católica del Corpus y, encima, no dejan que una chica vaya a clase con el pañuelo. Parece que sólo vale lo de una religión.

- Pues claro –me contestó, entre sorprendida y casi ofendida-, es que estamos aquí, y el extranjero que viene se tiene que adaptar a las costumbres de aquí. Yo, cuando fui a Tailandia, me tuve que comprar una falda larga porque no querían que fuese enseñando la piernas.

- Pero si te pareció mal que no te dejaran ir como tú querías, ¿por qué lo reproduces aquí y te empeñas en que los demás vayan como tú quieres, no como quieren ellos?

- Porque en cada sitio tienen sus costumbres y hay que adaptarse a ellos.

- Pero, si te pareció mal en Tailandia, ¿no te parece mal también que ocurra aquí?

Y terció una tercera persona, a la que le agradecí su intervención, porque yo, ante tal renuncia a la libertad personal, no tenía ganas de decir nada más. Si la libertad consiste en adaptarse incondicionalmente a costumbres que no muestran su racionalidad ni que te dejan ser tú mismo, está claro que mi mundo no es de ese reino.

Como yo estaba cansado y creo que hay cosas que no aprendo, media hora más tarde y creyendo que estaba en territorios ilustrados, vuelvo a sacar el tema. Arrecian en este caso las palabras en favor del prohibicionismo. Mis interlocutores insisten en no situarse en una perspectiva religiosa para analizar el tema del pañuelo, con lo cual estoy yo muy de acuerdo. Uno me dice que es que con el pañuelo las chicas, al llevar los oídos tapados, no oyen bien. Le digo que oyen perfectamente, según he observado, pero no cala mi testimonio. Otro dice que si toleramos el pañuelo, tendríamos que admitir también que un alumno fuera a clase con un casco de astronauta o con un sombrero mexicano. Arguyo que, mientras no creen un conflicto de orden público o no provoquen un caso de inseguridad, como el caso del burka, por mí pueden ir como quieran. De lo que se trata, digo, no es tanto de prohibir, sino de analizar racionalmente si es sano o si molesta ir con tales indumentarias, para que sea el propio sujeto el que decida lo que debe hacer. Educar creo que es convencer, no imponer ni prohibir. Otra me dice que es intolerable que las niñas vayan enseñando el tanga o los pechos. Les digo que eso lo hacen con una naturalidad y una falta de intención que no tienen nada que ver con nuestra mirada ya viciada de adultos educados en un catolicismo ñoño. Obtengo poco éxito. El más insistente de mis contertulios expone repetidamente la necesidad de que haya unos mínimos que se tengan que respetar en los espacios públicos.

- Pero ¿cuáles son esos mínimos, aparte de los del orden público y la seguridad, y cómo se salva la libertad de cada cual de ir como elija? Y ¿quién pone esos mínimos?

- El Gobierno. Los mínimos los debe poner el Gobierno, que debe regular la vestimenta de la gente en los espacios públicos.

Me acuerdo del artículo 14 de la Constitución, que dice que los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Y también de los dos primeros artículos de la Declaración de los Derechos Humanos, que van en la misma línea. Pero opto por recordar lo tarde que es y la necesidad de comprar naranjas, que se acabaron esta mañana.

Espero que no lleguemos a que un Gobierno me diga lo que me puedo poner encima. Espero, mujer que me lees, que ningún Gobierno te diga la longitud que debe llevar tu falda, la amplitud posible del escote de tu vestido o si puedes mostrar el ombligo o no. Espero que las libertades sigan siendo un valor en este país. Uf.

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lunes, 3 de mayo de 2010

Alegría


Alegría. Alegría. No busques la alegría por ahí fuera, porque la alegría brota de ti cuando actúas como un ser humano, cuando tu vida está de acuerdo con lo que realmente eres.

Creo que el despiste en la vida aparece cuando las grandes aspiraciones agradables se buscan directamente, sin advertir que estas metas, como son la felicidad, la alegría, la paz, son consecuencias de lo que se hace en la vida. Si las buscas, no las encuentras, pero si no las buscas, sino que te preocupas por ser realmente humano en tu actuación, surgen delante de ti y se te introducen en la vida.

viernes, 30 de abril de 2010

Pañuelo / 4

La tolerancia, como dijo el poeta Walt Whitman, es la capacidad de ver no a un blanco o a un negro o a un judío o a un musulmán, sino a un ser humano. Las escuelas que, de una manera innecesaria y absurda, prohíben acudir a los alumnos vestidos con las ropas que ellos han elegido y que no atentan contra nadie creo que hacen gala de una mentalidad intolerante.

Platón, en su sistema racionalista, defendía que el gobernante debería ser el sabio y que su característica más importante sería la prudencia. La condesa gobernanta de la Comunidad de Madrid ha sido muy imprudente afirmando que en su opinión se debería prohibir que las alumnas musulmanas acudieran a clase sin cubrirse la cabeza con el hiyab. Y, como ya he manifestado en este blog, es también muy hipócrita defendiendo medidas institucionales acordes con una religión y prohibiendo, a la vez, actitudes individuales propias de otra. Un alarde de arbitrariedad muy peligrosa en manos de una política intelectualmente inmadura.

La intolerancia de un Consejo Escolar de una escuela que dicta a su capricho medidas absurdas y sin justificar racionalmente, junto con la ignorancia, la hipocresía y la imprudencia de una gobernanta acostumbrada a hacer y decir lo que le viene en gana han provocado la reacción de las asociaciones de musulmanes residentes en España que temen que se recorte la libertad religiosa en el país, si es que el hiyab se convierte en un arma electoral y se dificulta a las alumnas musulmanas el ejercicio de su derecho a la educación. Una gratuita espiral que esperemos que no acabe en sufrimientos y en dificultades.

Mierda de país. Aquí todavía hay mucha gente que quiere mandar sobre los demás. Aquí abundan lamentablemente los que no tienen un concepto sano de lo que es la libertad, ni de lo que son las libertades ni los derechos individuales ni la democracia. Aquí todavía hay muchos que intentan tapar su propia incapacidad dando lecciones sobre cómo deben actuar los otros. Aquí mucha gente se empeña en crear un mundo en el que cada vez sea más difícil vivir para más gente. No sé en qué acabarán estas actitudes y esta situación.



jueves, 29 de abril de 2010

Gracias


Gracias. Las gracias son regalos, dones, realidades que aparecen en tu vida sin que las hayas pedido y sin que las hayas encargado. La vida te puede dar gracias. Para que ocurra, tienes que tener una información adecuada y ser lo suficientemente astuto como para buscar lo diferente, lo interesante, lo valioso. Entonces la vida te suele regalar un plus, una gracia.

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miércoles, 28 de abril de 2010

Día Mundial contra el Ruido


ESCUCHA EL SILENCIO.


HOY, MÁS QUE HABLAR, ESCUCHA A LOS OTROS .


ESCÚCHATE UN POCO.
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VUELVE A SABOREAR LA PAZ.
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EN EL SILENCIO SE OYE TODO.


ESCUCHA.

Pañuelo / 3



¿Se debe regular el uso del velo por parte de las mujeres musulmanas? Esta es una de las preguntas que late en las discusiones que de manera tan poco clara se plantean en muchos sectores de la sociedad actual.

No creo que nadie defienda la necesidad de regular el uso de los zapatos deportivos, a pesar de que los pies de los jóvenes sufren en gran medida sus efectos. Tampoco, aunque hay gente para todo, creo que admitirá nadie que en los Centros educativos se impida a los alumnos o alumnas ir sin mangas o con pantalón corto. Ni me parece que nadie se empeñará en crear una norma para que curas y monjas dejen en su casa sus uniformes y vayan por la vida como si fueran ciudadanos comunes. Si esto es así, ¿con qué argumentos se crean normas en los organismos públicos que impiden que una mujer vaya vestida como le venga en gana? Los derechos individuales son derechos de cada persona y nadie debe inmiscuirse, salvo que genere un problema de orden público, en regular su ejercicio. Y seamos sinceros: ¿quién genera el posible problema de orden público, la mujer que usa un hiyab o la norma que lo prohíbe? Una mentalidad más abierta, como es, por ejemplo, la británica en estos temas, ayudaría a normalizar una situación que está siendo manejada mediáticamente por las personas de actitud más intolerante.

Creo que una cosa es que, en una sociedad libre y democrática, las familias y los profesores traten y debatan con los alumnos las condiciones higiénicas y de respeto que deben tener los atuendos de cualquier ciudadano, aportando argumentos científicos, estéticos o culturales para que puedan decidir por sí mismos y con conocimiento de causa cómo ir vestidos, y otra muy distinta es que alguien se dedique a regular a su capricho y sin argumentos racionales la vestimenta que deben usar los demás, prohibiendo o tolerando pañuelos, gorras, tirantes o lo que les dé la gana.

Y otra cosa totalmente distinta, que no tiene nada que ver con estos asuntos pero que muchos los mezclan sin saber lo que hacen, es que desde las instituciones públicas se promueva la exhibición en lugares públicos de símbolos religiosos. Esto sí que no se puede tolerar, ni ética ni estéticamente, porque supone la imposición a todos de lo que sólo es válido para unos pocos.

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martes, 27 de abril de 2010

Ideologías


No sé cuál es la función que cumplen las ideologías en algunas personas. Conozco a algunas de derechas que, siendo coherentes con sus ideologías, defienden la no intervención del Estado en la vida económica, pero que cuando a ellas les va mal, no dudan en pedir que el Estado les arregle su situación interviniendo y favoreciendo sus intereses. Conozco también a otras que se reconocen de izquierdas y que, en lugar de enviar a sus hijos a la escuela pública, lo cual no entraría en contradicción con sus ideologías, los tienen inscritos en la privada, afirmando ingenuamente, además, que les gustan los valores que les transmiten allí.

¿Para qué quieren sus ideologías estas personas, si dicen pensar de una manera y, en cambio, viven de otra? ¿Qué función psicológica cumplen en ellas las ideologías? Desde luego, la de ser un criterio según el cual andar en la vida no es. ¿Será la de alimentar e intentar justificar un cierto odio hacia determinadas personas o hacia determinados sectores de la sociedad?

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lunes, 26 de abril de 2010

Pañuelo / 2

El uso del velo, o el no uso del mismo, es un derecho individual de una persona que lo ejerce vistiendo como le parece oportuno. Los motivos por los que decide ir con ese atuendo pertenecen al ámbito individual y sagrado de su conciencia, al igual que radica en él la razón por la que puede ponerse unos zapatos de tacón alto y horma puntiaguda que le machaquen los pies o una falda muy corta o muy larga. Lo que haga con su vestimenta es cosa suya.

Lo que no pertenece a ninguna conciencia individual es que la señora condesa que gobierna a su antojo la Comunidad de Madrid tolere y propugne que el día 3 de junio se celebre en toda la región la fiesta del Corpus Christi. Esto sí que es obsceno, porque es imponer políticamente a católicos, cristianos, musulmanes, hindúes y ateos la celebración civil de una fiesta de una religión concreta. ¿Por qué el calendario laboral tiene que estar teñido de una religión, o, incluso, de la religión en general, y la vida privada de una persona no va a poder estarlo? Y, por si no fuera poco, la señora condesa se permite el lujo de manifestar en público que ella prohibiría a las alumnas musulmanas el uso del velo en la escuela. ¿También el de las monjas? ¿Fiesta del Corpus sí y velo no? Esto se llama hipocresía. O chulería política.
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