El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
sábado, 13 de febrero de 2010
viernes, 12 de febrero de 2010
jueves, 11 de febrero de 2010
El yo y su imagen
miércoles, 10 de febrero de 2010
Medallas
martes, 9 de febrero de 2010
Concierto interesante
Ciclo "Patrimonio Musical Español e Iberoamericano"
Octeto Ibérico de Violonchelos
13 de febrero de 2010, a las 19:30 h.
Sala de Cámara del Auditorio Nacional
PROGRAMA E INTÉRPRETES
Arvo Pärt (1935) Fratres (1977)
Marlos Nobre (1939) Canto a García Lorca (1998. C. Drummond de Andrade) * (Elena Gragera, mezzosoprano)
Marlos Nobre Desafío XXXII (1998) *
Silvestre Revueltas (1899-1940) Siete canciones (1939. Arr. E. Arizcuren)
(Elena Gragera, mezzosoprano)
Las cinco horas (Anónima)
Canción tonta (F. García Lorca)
El lagarto y la lagarta (F. García Lorca)
Canción de cuna (F. García Lorca)
No es verdad (F. García Lorca)
Serenata (F. García Lorca)
Ana Lara (1959) Dylan y las ballenas (2007. María Baranda) *
(Elena Gragera, recitadora)
Jonathan Harvey (1939) Cello octet (2008)
Astor Piazzolla (1921-1992) Dos tangos (arr. E. Arizcuren)
(Elena Gragera, mezzosoprano)
A Don Nicanor Paredes (J.L. Borges)
El Títere (J.L. Borges)
* Obras dedicadas al Octeto Ibérico de Violonchelos
Ángel García Jermann (solista), Miguel Jiménez (solista), Michal Dmochowski (solista), John Stokes (solista), Josechu Obregón, Alberto Gorrochategui, Beatriz Linares, Irina Comesaña.
Elena Gragera, mezzosoprano
Elías Arizcuren, director.
Entrada: 10 Euros
Descuentos del 50% para desempleados, familias numerosas y grupos de 5 ó más personas, y del 30% para menores de 25 o mayores de 65 años.
Sexo explicado
lunes, 8 de febrero de 2010
Primital
domingo, 7 de febrero de 2010
Los profesores y la noche
Tuvo lugar días pasados una especie de congreso sobre “Los profesores y la noche” que perseguía tanto el descanso en la lucha como la cohesión entre el grupo. El resultado fue excelente y los participantes manifestaron sus deseos de que pronto tenga lugar una segunda edición, sin importarles que fuera sobre el mismo tema.
El congreso tuvo lugar en un espacio denominado “Casa Parrondo”, célebre en la capital tanto por sus aportaciones como por sus deportaciones. Para la ocasión ofreció una amplia gama de pixines, preparados de diversas formas, que fueron muy bien recibidos por los congresistas.
Pero la excelencia del condumio no es suficiente para olvidar el cariz ideológico que posee el propietario del lugar, a pesar del cual parece que no le va mal con el negocio. Yo nunca hubiese elegido ir a un lugar caracterizado por la homofobia y por las faltas de respeto. Si fui, lo hice por no desairar a mis compañeros, muchos de los cuales no sabían nada de estas circunstancias.
Quiero poner aquí, para que lo vean todos lo quieran, el relato de lo que ocurrió hace un par de veranos en este lugar.
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Hijopputa
Es lo que tiene la puta política (pp), que un día se te cae sin querer el disfraz y te quedas en pelota picada (pp) y resulta que se te ve todo, incluidas las partes pudendas (pp), o sea, que todo el mundo se entera de que eres capaz de traicionar a uno que duerme en tu misma cama quitándole, como si ejerciera de pobre puta (pp), un puto puesto (pp) para dárselo al enemigo, y que a otro que duerme también por allí al lado, en el propio pesebre (pp), le ha dicho la muy puta popular (pp) que es un hijoputa. Lo propio de la pobre puta (pp) es que vende su propia persona (pp) por dinero, por poder (pp) o por lo que quiera.
La culpa de que ocurra esto, la tiene, lógicamente, el propio presidente (pp), o sea, el presidente del partido (pp), por su peligrosa propensión (pp) a quedarse callado mientras los de abajo hacen lo que les peta plácidamente (pp), dado que él siempre está mirando para poniente (pp) cuando los demás están con sus partos perversos (pp) en el muelle de levante.
Por esto los políticos procaces (pp) están tan a gustito con el permisivo presidente (pp), porque saben que si, por ejemplo, una puta con hijos, o con yernos, le llama hijoputa a alguno de los que duermen en su mismo catre, nunca le dará un bofetón en la boca por malhablada y por ordinaria, ni dirá nunca en pleno público (pp) que tiene unos impresentables en casa.
Se me ocurren unas pocas preguntas (pp) sobre estas cuestiones. Todo el que quiera sabe que la señora puta esta con yernos es muy faltona, como ha demostrado hablando de los funcionarios, por poner (pp) un ejemplo. ¿Hasta dónde llegará su ordinariez? No me refiero con el término ordinariez al hecho de llamar hijoputa a un correligionario, sino al hecho de que lo considere como tal, puesto que si no fuera así, no lo diría. Si éste es de su propio pesebre (pp), ¿qué pensará de los que no lo son? ¿Qué pensará este ser de su propia persona (pp)? ¿Y cuál será el papel de sus yernos? ¿La calentarán para que piense así o, por el contrario, sabrán que a este tipo de suegras, que tienen el alma ya demasiado arrugada, no hay que llevarles la contraria y la dejarán ser, pensar y hablar? ¿Qué nos tendrá reservado si en un aciago momento logra tener más poder popular (pp)? ¿Qué pensará este personaje público (pp) del ejemplo que le está dando a la ciudadanía con su manera de considerar a los que participan de su propio proyecto político (ppp!!)?
Cada vez tengo más ganas de irme de mi propio país (pp) para no tener que aguantar a esta panda perversa (pp) de privatizadores pertinaces (pp), de pegapases pachangueros, de putrefactores populares (pp), de personas pobres (pp) en humanidad.
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sábado, 6 de febrero de 2010
viernes, 5 de febrero de 2010
jueves, 4 de febrero de 2010
miércoles, 3 de febrero de 2010
Carnaval de Cádiz 2010
martes, 2 de febrero de 2010
La mujer en el Islam
Servicio
lunes, 1 de febrero de 2010
Ardores
El cuerpo humano es una máquina de fabricar ardor.
Cuando ingerimos pulpo a medio cocer o un exceso de pimentón, por ejemplo, el organismo reacciona con una concentración de ardor en el estómago que exige una dosis de antiácido que contrarreste el fuego digestivo.
Otras veces el ardor se dispara ante la presencia de un gesto elegante, una sonrisa que te transporta a otros mundos o unas formas corporales en las que reconoces un poder insuperable. El ardor entonces se esparce por todo el organismo e intenta salir por el sexo para que el cuerpo recobre la temperatura de sosiego.
Pero hay ocasiones en las que el foco original del ardor se sitúa en el alma o, por ser más concretos y menos simbólicos, en la mente. El problema de este tipo de ardor es que es mucho más peligroso que el del estómago o el del sexo, porque exige la práctica de la prudencia y ya se sabe que esto es difícil de adquirir y cada vez más raro de encontrar.
Es posible que la señora María Dolores de Cospedal (“Dolores de Cospedal”: ¿Cómo se irá por el mundo con ese nombre por delante, con ese terrible “de” dándole más tragedia, si cabe, a la denominación) haya sufrido uno de estos calentamientos cuando el pasado 6 de agosto, coincidiendo con uno de los picos informativos del caso Gürtel, anunció que el Gobierno estaba espiando a dirigentes del PP que no tenían nada que ver con el caso Gürtel. Ahora, el Juzgado de Primera Instancia número 3, de Madrid, ha citado para el 17 de febrero, miércoles de ceniza y día de ayuno y abstinencia, a la señora de Cospedal para un acto de conciliación previo a la demanda civil presentada por un colectivo de internautas. En dicho acto la señora de Cospedal tendrá que ratificar y demostrar lo que dijo o bien retractarse. Cabe la posibilidad también de que la señora de Cospedal no acuda al acto, en cuyo caso pagará las costas y se quedará tan tranquila, se hayan producido los actos de espionaje o no, tenga pruebas de ello o no.
Son los ardores más baratos, los de la mente. Siempre cabe la posibilidad de calentarse, largar lo que interese y luego pagar la multa. Sin embargo, en este caso, estoy seguro de que la señora de Cospedal acudirá al juzgado a presentar las correspondientes pruebas y la situación quedará meridianamente clara. Porque si no, no sé dónde quedará la ética. Por cierto, ¿dónde estará ahora la ética? Hace tiempo que no la veo brillar.
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