Una feminista pesimista y atea: Helene von Druskowitz.
Artículo publicado en MasticadoresFEM, que puedes leer aquí.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
Una feminista pesimista y atea: Helene von Druskowitz.
Artículo publicado en MasticadoresFEM, que puedes leer aquí.
Los ritos constituyen los grupos y sus características.
El rito de beber constituye un grupo de bebedores.
El rito de jugar al fútbol los domingos constituye un grupo de jugadores.
El rito de mentir constituye un grupo de mentirosos.
Y así.
Tenemos que formarnos. Da igual la edad que tengamos: cada día de la vida tenemos que hacer el esfuerzo de formarnos, de prepararnos para vivir una vida buena y que haga el menor daño posible a los demás. Sí, también debemos preocuparnos por no hacer daño a los demás, aunque te pueda parecer raro y ajeno a ti. No venimos hechos ya a este mundo, sino que tenemos que ir haciéndonos poco a poco, cada día, en cada vivencia.
Se trata de leer cosas interesantes (pregunta, si lo necesitas), de descubrir valores gratificantes (pregunta, si lo necesitas), de tener opiniones propias y confrontarlas con otros, a ver si se pueden confirmar o mejorar (pregunta, si lo necesitas), de saber cómo hay que actuar en cada situación (pregunta, si lo necesitas), de intentar conocerse uno mismo, saber cómo somos y cómo pensamos (pregunta, si lo necesitas), de conocer cómo funciona el mundo en el que estamos (pregunta, si lo necesitas), de escuchar mucho, sobre todo a quien dice algo diferente de lo que pensamos (pregunta, si lo necesitas), de preguntar todo aquello que no sabemos, en lo que andamos perdidos, lo que no logramos comprender. Hay que hacer algo que no sea mantenerse como un pobre ignorante, que repite sin saber por qué lo que se grita interesadamente por ahí y que se convierte en seguida en esclavo de quien quiere manejarle.
Una casa no se construye de cualquier manera. Una persona, tampoco.
Tienes los ojos para ver, y la libertad para no hacerlo.
Tienes la mente para entender, y la libertad para no hacerlo.
Tienes el tiempo para vivir, y la libertad para no hacerlo.
Tienes la meta de convertirte en un ser humano bueno, y la libertad para no hacerlo.
Tienes la posibilidad de ser con los demás, y la libertad para no serlo.
Tienes la vida para vivirla con humanidad y con alegría, y la libertad para desperdiciarla.
Eres libre, pero ¿para qué?