El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
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martes, 25 de agosto de 2015
Buenos días. Dificultad
¡Qué difícil es mantener la racionalidad cuando lo que domina en el ambiente es la rutina, la tradición, las manías, lo de siempre!
Buenos días.
viernes, 24 de julio de 2015
Buenas noches. Educar
Educar bien a una persona no consiste
en, sin más, decirle lo que tiene que hacer. Se trata de crearle el
hábito, la costumbre de actuar correctamente. Y tampoco basta con
esto. Somos seres racionales y eso quiere decir que podemos y debemos
entender lo que hacemos y por qué lo hacemos. Si no le explicamos a
quien educamos el porqué debe actuar así, actuará como un autómata
y es posible que opte pronto por hacer lo que le apetezca, en lugar
de hacer lo que debe. No es nada sencillo educar. Buenas noches.
miércoles, 23 de julio de 2014
Buenas noches. El amor
Hay 4 aspectos muy importantes en el
amor.
- Concebirlo. Hay que tener una idea más o menos clara de en qué consiste amar, querer a una persona. El amor es fundamentalmente una actitud racional, un plan pensado para ayudar a vivir a otra persona y que afecta a cuestiones muy concretas de su vida real. Los embobamientos, las tetas impresionantes, las chocheras, las risas y los aprovechamientos puede que tengan que ver con el amor, pero muy de lejos.
- Sentirlo. Además de su dimensión racional, el amor tiene otra muy importante, la emocional. Es la que hace que queramos estar con la persona amada, que sintamos atracción hacia ella y que estemos a gusto en su presencia. Pero que exista sólo esta dimensión es peligrosísimo y suicida. Las emociones por sí solas no te hacen vivir humanamente, sino sólo estar a gusto (cuando se está a gusto) o a disgusto (que es como se suele terminar, si no hay una actitud racional que justifique la vida que se lleva).
- Expresarlo. El amor, tanto el que se le tiene a una pareja como el que se tiene a cualquier persona, hay que expresarlo. Somos personas y lo propio de las personas son las palabras. Cuando regalamos algo o cuando elaboramos un plato con cariño, aunque no lo hagamos para ser correspondidos, lo normal es que nos digan si ha gustado o no. Lo mismo ocurre con el amor, cuando lo expresamos, nos sentimos bien y la otra persona se siente querida, aunque sólo sea de palabra. No veo ninguna razón por la que haya que callarse estos asuntos.
- Hacerlo. No me refiero a lo que se suele denominar 'hacer el amor'. Eso es sexo, que puede hacerse con amor y sin él. Me refiero a que el amor no es una situación estática. No es una especie de 'Te quiero y ya está'. El amor hay que construirlo cada día, con detalles, con decisiones, con palabras, con risas, con ternura, con sexo, con alegría y con lágrimas. Cada momento que pase y cada situación que vivamos deben ser ocasiones para que construyamos el amor. Si no se construye el amor, no existe.
Buenas noches.
lunes, 3 de febrero de 2014
Buenas noches. Compaginando
El amor es el arte de compaginar de
forma equilibrada las emociones con la racionalidad. Buenas noches.
martes, 14 de enero de 2014
Buenas noches. El amor
En mi opinión, el amor básicamente no es un
sentimiento ni una emoción, aunque tenga un componente
sentimental.
En el amor no basta, ni mucho menos,
con sentir.
El amor es una actitud racional
que se tiene que traducir en hechos.
Es racional porque tenemos que conocer
muy bien a la persona a la que queremos y tenemos que descifrar qué
es lo que debemos hacer para ayudarle a vivir, para que cumpla sus
aspiraciones en la vida.
Se tiene que traducir en hechos porque
si no, ¿para qué amamos? ¿para qué vivimos?
Cuando vemos que la persona amada es
feliz, de rebote y sin buscarlo, nos sentimos felices nosotros
también, pero no por lo que hayamos podido hacer, sino porque a lo
que aspiramos amando es a la felicidad de la persona amada.
Si queremos convivir con una persona a
la que amamos, esa actitud debe ser recíproca.
Esa misma actitud es la que hay que
practicar con los amigos y con las amigas con los que vivimos y a
quienes queremos.
sábado, 26 de octubre de 2013
Buenas noches. El amor es también racional
Estoy enamorado. Sé que estoy
enamorado de ella. Pienso a cada momento en ella y lo hago con una
sonrisa instalada en el corazón. Tiene el cuerpo soñado en todas
mis fantasías. Su voz no me parece de este mundo. Sus manos rebosan
dulzura. Su boca sonríe como nadie ha sonreído jamás. Su mirada me
atraviesa y me secuestra y me desarma. Ella me puede y yo me dejo
vencer como si con ello la ganara. No pienso en mí, sino en ella. No
vivo yo, sino que ella vive en mí.
La quiero. La quiero y la quiero
querer. Lo que me planteo es cómo quererla. Sé que esto que me pasa
ahora, este desbordamiento que sufro en todo mi ser, se atemperará y
pasará a ser una emoción continua y contenida que me volverá a
dejar vivir, pero entonces quiero saber qué hacer para no perderla,
para seguir queriéndola, para no decepcionarla.
Sólo conozco dos maneras de quererla.
Una, la manera tradicional, la forma machista de siempre, tenerla a
mi servicio, procurar que me obedezca, que me dé placer, que ponga
su vida a mi disposición y que viva para mí, pero eso no me parece
una manera digna ni humana de tratarla ni de quererla.
La otra me exige pensar mucho. Primero,
tengo que saber lo que ella aspira a ser en la vida, qué entiende
por vivir y cómo le gustaría vivir su propia vida. Entiendo que
quererla es ayudarla a conseguir esa meta, servirle de apoyo y de
impulso para que logre ser ella misma. Tengo que aprender a ponerme
en su lugar para saber lo que puede necesitar en cada momento y
procurar adelantarme, si es posible. Lo que hagamos y vivamos en
común tiene que ser común de verdad. No es que vayamos a
explotarnos el uno al otro, pero es bueno que estemos atentos a
repartirnos bien las tareas. Debo aprender también a cuidarla, para
lo cual tengo que tener en la mente sus gustos, sus deseos, qué es
lo que le hace descansar, que es lo que le relaja y lo que le motiva.
Sé que es difícil, pero tengo que ver la manera de enamorarla cada
día, de que cada día pueda sonreír, de que pueda estar a gusto en
la vida. Es importante que se sienta libre, que no vea nuestra
relación como una atadura, sino como algo agradable y que le invita
a vivir. Si no se siente libre, no creo que esté a gusto ni que
pueda quererme a mí. No quiero que se sienta nunca sola. No quiero
decir que vaya a estar yo siempre con ella, a todas horas, sino que
no deje de sentirse atendida, querida, acompañada. Sé que mi amor
por ella lo voy a poder medir por su alegría. Si se siente querida,
estará alegre. Si no es así, es que algo estaré o estaremos
haciendo mal. Todo esto no es sencillo, pero merece la pena que me
embarque en esta aventura, porque su vida me importa, porque quiero
verla feliz y porque su vida ahora es más importante que la mía.
Sea como sea la manera de quererla,
tengo claro que una cosa es la emoción del enamoramiento, el
sentimiento que produce el amor, y otra muy distinta, la construcción
práctica del amor, la realización concreta y diaria del amor. Esto
último es muy racional, hay que pensarlo mucho y hay que
planteárselo y resolverlo muy bien. Tengo la impresión de que si me
dejo llevar sólo por la emoción o, incluso, por la huida de la
soledad, el asunto corre el riesgo de que no salga bien. Es posible
que muchos de los fracasos vengan de quedarse sólo en las emociones
o en los aspectos físicos y no considerar estos otros asuntos más
racionales, que me parece a mí que son los que más unión producen
y más felicidad dan.
Ojalá ames mucho y que te amen a ti.
Buenas noches.
viernes, 4 de octubre de 2013
Elegancia 122. Racionalidad
Es imposible la
elegancia sin una racionalidad en la que se apoye. La casualidad es
ajena a la elegancia.
sábado, 10 de agosto de 2013
jueves, 18 de julio de 2013
jueves, 9 de mayo de 2013
Buenas noches. No quieren que pienses
No quieren que pensemos. No quieren que
sepamos. No quieren que tomemos conciencia de lo que pasa, de lo que
hacen, de cómo nos manejan. No quieren que esa parte indispensable
de nuestra propia humanidad, la mente, se desarrolle como la de un
ser humano normal. Nos quieren ignorantes, entontecidos,
inconscientes, incultos y, a ser posible, que llevemos muy a gala
nuestra incultura sin que tengamos la menor idea de lo que estamos haciendo. A
los que tienen dinero, los ideologizan, les meten cuatro cosas
convenientes en la cabeza y crean así un ser dócil a su imagen y
semejanza. A los que no tienen dinero, ni eso. Les dan de comer
fútbol, alcohol, velocidad, tele y ansias de tener, pero procuran
que no piensen. Sobre todo, que no piensen. Y, por si acaso lo hacen,
sueltan sin el menor apuro todas las mentiras que sean menester, del
calibre apropiado y con la insistencia necesaria para que parezcan no
tanto una verdad razonada, sino una evidencia. Todo lo que huele a
humanidad, a racionalidad, lo destrozan. Se cargaron la Educación para la Ciudadanía,
queda poquísimo de Ética, de Filosofía, pero mucha Religión,
mucho situar el centro de atención en otros mundos, para así ellos
poder manejar a su gusto éste.
Otro mundo es posible. Otros mundos son
posibles, pero todos deben de estar aquí abajo. No te acostumbres a
dar saltos tan altos hacia las estrellas, porque aquí abajo cada vez
hay más mierda sobre la que puedes caer.
Reparte mucho cariño antes de dormir y
hazlo bien. Te recomiendo, por tu bien y por el de todos, que
procures pensar, no para creer, sino para intentar entender lo que
está pasando. Buenas noches.
domingo, 5 de mayo de 2013
Alimentando ricos
Supongo que ya te habrás dado cuenta,
pero andamos aquí alimentando ricos. Esto es, en el fondo, lo único
que hacemos: engordar carteras de golfos sin escrúpulos, de
codiciosos sin límites y de vividores a costa de la vida de los
demás. Pero no están por ahí, en la negra lejanía. A muchos de
ellos los tenemos por aquí, a la vista de cualquiera. Son estos
neoliberales, mentirosos, privatizadores, negociantes, embaucadores y
fascistas. Se entretienen en quitar a los demás sus libertades, sus
derechos y todo lo que haga falta, porque saben que cuanto peor sean
las vidas de los demás, más los necesitarán y más agrandarán su
botín. No sé hasta dónde van a llegar en este destrozo social,
pero yo de ellos no estaría nada tranquilo. La racionalidad puede
entenderse, pero la chulería, la mentira y la maldad generan unas
heridas que difícilmente cicatrizan.
Sé que estas cosas no son agradables,
pero en algún momento hay que hablarlas. Creo que es bueno ser
conscientes de que hay muchas, pero muchas, personas que duermen en
la calle, que no tienen nada que llevarse a la boca, que el médico
es un lujo y que, mientras, estos mal nacidos viven como dioses.
No sé qué se debe hacer, pero estos
tipos no pueden seguir más en el poder. Quienes se empeñan en
difundir que todos los políticos son iguales y que lo que logran,
sabiéndolo o no, es una desmoralización de la ciudadanía deberían
pensar que todo eso lo único que genera es abstención, con la
consiguiente victoria de los interesados en mantener sus privilegios.
Nunca he entendido la estrategia ingenua de ir contra los partidos
desde la calle, en lugar de intentar mejorarlos desde dentro. No creo
que una democracia moderna se pueda construir así, si se quiere que
sea eficaz.
miércoles, 13 de febrero de 2013
Buenos días. Te quiero
Dos palabras deseadas, unas veces,
tranquilizadoras y, otras, inquietantes, casi mágicas. ¿Qué quiere
decir 'te quiero'?
'Te quiero' expresa una emoción
agradable, afectiva, cariñosa, positiva, de atracción que se siente hacia
otra persona, pero también, y, a la vez, muestra una actitud
racional de generosidad, según la cual, nos proponemos ayudar a
vivir a la persona querida, intentar darle lo que necesita y cuidarla
para que le sea más fácil realizar su proyecto en la vida. Para que
un 'te quiero' tenga verdadero sentido, creo que tiene que englobar
estas dos dimensiones, la emocional y la racional. Cuando se da sólo
la primera, me parece que no estamos ante un verdadero amor, sino
ante un deseo, del tipo que sea, pero con una alta probabilidad de
que pueda ser calificado de egoísta.
Con esta expresión nos podemos dirigir
a los padres, a los hermanos, a los amigos, a la pareja y a las
personas con las que vivimos. En el caso concreto de la pareja
-persona con la que, además de vivir, convivimos- el 'te quiero'
tiene una especial intensidad y abarca aspectos y detalles que no se
dan en ninguno de los otros casos. Sin embargo, la actitud que revela
esta expresión es, en el fondo, la misma en todos los casos.
Me parece justo que les digamos que las
queremos a las personas que queremos, pero también me parece
adecuado que sepamos lo que decimos y que entendamos bien lo que
oímos.
viernes, 8 de febrero de 2013
martes, 11 de diciembre de 2012
Lo que se ve. Explicar
Vivir consiste en intentar convertirse
en un ser humano y en procurar humanizar el mundo en el que se vive.
La herramienta más conveniente y necesaria para este proyecto en la
situación actual creo que es la explicación racional de todo lo que
nos afecta.
Así, los padres deberían basar su
autoridad y el proceso de educación de sus hijos, si quieren hacer
de ellos hombres y mujeres maduros, en la explicación de todo lo que
le vayan diciendo. La mejor manera de lograr que un hijo cumpla una
norma es intentar que la entienda y que la vea razonable.
Lo mismo vale para los profesores. El
vicio de más peligro en la escuela es el de fomentar el aprendizaje
memorístico a costa de la comprensión racional de lo que se
estudia. ¿De qué le vale a un alumno aprobar si resulta que no se
ha enterado de nada de lo que ha estudiado?
Los políticos, por su parte, en esta
coyuntura actual tan dura, en la que la política se echa de menos en
medio del imperio de la economía, deberían practicar el arte de
explicarle con claridad y con honestidad al pueblo lo que hacen y lo
que pretenden hacer. Si los ciudadanos se acostumbraran a
racionalizar sus opiniones y a formarse una idea argumentable de lo
que les ocurre, seguramente estarían en condiciones de descubrir lo
que ahora no ven y de emitir un voto mucho más consciente que el
actual. Claro que la derecha jamás fomentaría esta racionalidad
ciudadana, porque sería el principio del fin de sus engaños y de
las maniobras que usa para obtener sus privilegios.
Nosotros mismos deberíamos dejarnos ya
de creer en teorías sobrenaturales, en lo que dicen por la
televisión o en los prejuicios que desean meternos en la cabeza,
para intentar entender argumentalmente lo que ocurre y lo que nos
ocurre. Menos creer, más explicar y más saber sería una buena
manera de crear un país más vivible, por ser más humano.
viernes, 7 de diciembre de 2012
Lo que se ve. Ausencias
La dignidad, la decencia, la
honestidad, la compasión, la humanidad, la igualdad, el diálogo, el
espíritu constructivo, la importancia central de la ética, la
humildad, la prudencia, la racionalidad son, entre otros, valores
cada vez más escasos. Su ausencia es la que hace que el mundo sea
malo.
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