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jueves, 20 de diciembre de 2012

viernes, 7 de diciembre de 2012

Buenos días. Felicidad




Me parece que la felicidad se apoya en la tranquilidad, en la ausencia de preocupaciones fuertes, acuciantes. Es algo que ocurre a veces, durante un rato, posiblemente en momentos de amnesia o de emociones positivas y fuertes. Son momentos que hay que aprovechar para respirar hondo, para contemplar la vida y para hacer lo que a uno le dé la gana antes de que vuelva de nuevo la conciencia, de que la cruda realidad se te vuelva a poner delante y de que las preocupaciones, con sus angustias, se adueñen de nuevo de tu vida. Ojalá hoy tengas algunos de esos momentos. No te olvides de que la música ayuda mucho.

martes, 27 de noviembre de 2012

Buenos días. Alegría




La alegría es uno de los bienes más apetecible por todos, pero no busques la alegría, porque no la vas a encontrar. La alegría es la consecuencia de la felicidad, pero no busques la felicidad, porque tampoco la vas a encontrar. La alegría y la felicidad sólo aparecen cuando actúas bien, como el ser humano que eres. La fórmula es tan sencilla como difícil de poner en práctica. No creo que haya otra.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Buenos días. Formarse




Hay que formarse mucho. Hay que entender cada vez más y mejor lo que significa el ser humano. Hay que procurar entender, además de sentir. Si no, la felicidad corre peligro.

jueves, 18 de octubre de 2012

Buenos días. Máximo amor




El máximo acto de amor se da cuando se hace todo lo posible para que sea feliz la persona amada cuando te abandona.

sábado, 11 de febrero de 2012

La tarde

El estado apacible del duermevela. La modorra de la siesta. Los mecanismos que te separan de la vida un tanto bajos, afortunadamente. Los sentimientos a flor de piel. La ternura que te llama. Los deseos. El poder de la música. La luz del sosiego. Los colores de la felicidad. Y el mundo hecho una mierda.

miércoles, 18 de enero de 2012

El neoliberal



Un neoliberal, por definición, va a lo suyo. Su mente, tan peculiar, le hace creer que la felicidad general es la suma de las felicidades individuales, cosa que cada cual tendrá que gestionarse como pueda. Tú le interesas a un neoliberal en la medida en que le puedes aportar beneficios. Si no, pasa de ti y te deja que te busques la vida como se te ocurra. Imagínate a un neoliberal, por ejemplo, en operaciones de salvamento, de riesgo, de esfuerzo, de servicio. No quiero ni pensarlo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

El cocinero neoliberal



Cocinas para que el mundo esté bien en el momento de la comida. Cocinas con cariño porque lo bueno no se hace de cualquier manera, porque el placer se logra con dedicación y con el máximo cuidado, porque no cocinas para ti, sino para los otros y porque cocinar es una forma de acercar tu mundo a la felicidad colectiva. Esto es lo que hace grande la cocina. No buscas tu felicidad cocinando, sino la felicidad de todos y, cuando lo logras, eres capaz de aunar el placer que le da a cada cual lo que come con el gusto de que todos disfruten con el gozo colectivo. Y, de rebote y sin buscarlo, consiguiendo la felicidad de los demás, te sientes tú mismo feliz.

Esta es la gran paradoja de la felicidad, que si la buscas, no la encuentras, pero si haces algo generoso, humano, bien hecho, la encuentras sin buscarla. Y esta es la razón profunda por la que un neoliberal nunca podrá ser un buen cocinero. Podrá ser, a lo sumo, un buen asacorderos o un gran friehuevos, pero nunca un buen cocinero, porque no cocina ni vive más que para sí mismo o para su propio mundo. La jaula de cristal oscuro en la que cocina le impide contemplar el corazón y la mente de los otros que le invitan a que vea que más allá de sus propios y estupendos huevos está la vida presente en los otros. 

miércoles, 28 de julio de 2010

El móvil


Te quiero. Te quiero mucho. Pero ¿qué es lo que me mueve a quererte, el deseo de que seas tú feliz o la felicidad que obtengo yo viéndote feliz a ti?

martes, 13 de julio de 2010

Felicidad


Dice Eduard Punset en Babelia del 10/07/10 que "la felicidad está en la sala de espera de la felicidad. Esta idea, que ha tenido bastante éxito, fue mi perra Pastora quien me la enseñó cuando la veía cómo esperaba la comida exultante y, cuando ya la tenía, igual ni le hacia caso."

miércoles, 2 de junio de 2010

Alegría / 3


Últimamente, a mis deseos de felicidad añado el de alegría. La alegría es el primer gran síntoma de que la vida va bien, de que una persona está a gusto con su realidad y de que hay ganas de vivir. Añado el deseo de alegría porque, dado que la mayor parte de las veces yo no voy a poder contribuir eficazmente a la consecución de la felicidad del que, por ejemplo, cumple años, al menos intento darle alguna pista, concretarle un poco lo que yo le deseo y plantearle algo determinado que puede que le haga pensar en lo que debería conseguir o en cómo hacerlo.

Me parece que la alegría es la consecuencia natural, vital y hasta biológica de sentirse bien con uno mismo, de desarrollar una existencia que puede considerarse como humana. Nunca verás a un salvaje urbano estar alegre. Seguramente echará al mundo risotadas y espumas de colores, pero no tendrá en la cara el sutil, discreto, sereno e inconfundible gesto de la alegría que se descubre en quien poco a poco, experiencia tras experiencia y reflexión tras reflexión, va aprendiendo a actuar y a vivir como un ser humano.

La gran transformación en la vida de una persona tiene lugar cuando aprende a conseguir estar alegre.


martes, 1 de junio de 2010

Alegría / 2


Cada vez que surge la oportunidad de felicitar a alguna persona, me planteo el sentido que tiene ese acto. Sin duda que es agradable que se acuerden de uno y que te deseen lo mejor, pero, en realidad, ¿qué quiere decir la tan manida expresión “felicidades”? Creo que esto ya lo he expresado en alguna ocasión. La mayor parte de las veces viene a decir algo así como “a ver si tienes suerte y te encuentras, no se sabe muy bien cómo, con la felicidad”. De este rito, lo que menos me gusta es que el felicitante, tras expresar sus mejores deseos, desaparece de la escena y deja al felicitado abandonado a su suerte. Incluso, a veces, no vuelve a aparecer hasta el año siguiente, momento en el que, con besos y abrazos, vuelve a practicar el rito expresivo de sus deseos.

Caso de felicitar a alguien, me gustaría a mí un poco más de compromiso a la hora de desear la felicidad del otro. Pienso que se corre el riesgo de hacer de la felicitación un rito barato, ajeno a las vidas del que felicita y del felicitado, tan frío que sugiere más un cumplimiento forzado que un verdadero y sentido deseo vital. Lo personal ni se ha notado cuando el rito se ha hecho frío y pobre, cuando la tradición vacía ha suplantado a la vida.

(Continuará)


lunes, 3 de mayo de 2010

Alegría


Alegría. Alegría. No busques la alegría por ahí fuera, porque la alegría brota de ti cuando actúas como un ser humano, cuando tu vida está de acuerdo con lo que realmente eres.

Creo que el despiste en la vida aparece cuando las grandes aspiraciones agradables se buscan directamente, sin advertir que estas metas, como son la felicidad, la alegría, la paz, son consecuencias de lo que se hace en la vida. Si las buscas, no las encuentras, pero si no las buscas, sino que te preocupas por ser realmente humano en tu actuación, surgen delante de ti y se te introducen en la vida.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Felicidad / 2


En condiciones normales, siempre hay en la vida algún detalle que te puede acercar a la felicidad. Pero hay que buscarlo.

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viernes, 20 de noviembre de 2009

Urgencia


El sosiego desaparece en cuanto hace acto de presencia la urgencia. La paz no tiene nada que ver con el estarse quieto, sino con el hacer lo que quieres hacer, pero sin urgencia. La urgencia y el miedo son dos de las más fuertes causas de la infelicidad.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Felicidad


D. Florentino Pérez: ¿A que el dinero no da la felicidad? ¿A que lo de la felicidad va por otro lado? ¿Sabe ya que un equipo de fútbol no se hace como cuando usted en su infancia reunía cromos de futbolistas? Vaya rastro que van dejando los ricos que no aprenden y los pobres que no quieren aprender.
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jueves, 7 de mayo de 2009

¿Cómo educar a un hijo?


Estoy leyendo un libro interesantísimo escrito por Héctor Abad Faciolinde y titulado El olvido que seremos. No lo he terminado, pero de momento es el relato que hace un hijo de cómo fue educado por su padre, al que adoraba.

Quiero trascribir aquí un párrafo porque pone de manifiesto con claridad un estilo de educación, una forma de construir al hijo como ser humano.

Te confieso que yo no sé en qué sentido pronunciarme, si a favor o en contra de ese estilo. Pero me gustaría que, si tienes alguna opinión sobre este texto, que la pongas aquí porque así aprenderemos todos un poco. Gracias.

El texto dice así:

"Mi papá siempre pensó, y yo le creo y lo imito, que mimar a los hijos es el mejor sistema educativo. En un cuaderno de apuntes (que yo recogí después de su muerte bajo el título de Manual de tolerancia) escribió lo siguiente: “Si quieres que tu hijo sea bueno, hazlo feliz, si quieres que sea mejor, hazlo más feliz. Los hacemos felices para que sean buenos y para que luego su bondad aumente su felicidad”. Es posible que nadie, ni los padres, puedan hacer completamente felices a sus hijos. Lo que sí es cierto y seguro es que los pueden hacer muy infelices. Él nunca nos golpeó, ni siquiera levemente, a ninguno de nosotros, y era lo que en Medellín se dice un alcahueta, es decir, un permisivo. Si por algo lo puedo criticar es por haberme manifestado y demostrado un amor excesivo, aunque no sé si existe el exceso en el amor. Tal vez sí, pues incluso hay amores enfermizos, y en mi casa siempre se ha repetido en son de chiste una de las primeras frases que yo dije en mi vida, todavía con media lengua:

-Papi: ¡no me adores tanto!"
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martes, 7 de octubre de 2008

¿Qué quieres decir cuando dices "te quiero"? / y 8


En el amor no importa el sacrificio, lo que importa es el otro. En el Negocio lo que importa es mi beneficio, no el del otro. Por eso amor y Negocio son conceptos tan contrarios y con tan poca posibilidad de coexistir.

Un ejemplo. Los dos que se quieren tienen hambre y en el plato hay dos tajadas, una grande y otra pequeña. ¿Cuál sería la actitud propia del que ama, quedarse con la tajada grande u ofrecérsela a la otra persona? ¿Y cuál sería la del negociante egoísta, tan frecuente? Ya sé que hay posturas intermedias más realistas, como hacer dos partes iguales, pero no estoy hablando aquí de actos, sino de actitudes, y espero que lo entiendas.

Y una última cosa. El amor, como todo, es muy complejo y abarca muchísimas dimensiones, por no decir todas. Tiene sexo, discusiones, economía, familia, contratiempos, etc. Pero yo creo que debe tener inexcusablemente ternura. Me refiero al goce profundo que debe representar acariciar la mejilla de la persona amada, o sentir que tu mano queda entrelazada por otra mano que te transmite cariño, o entender el cariño que se encuentra en una mirada.

¿Qué quiero decir cuando te digo que te quiero? Pues que el centro del mundo no soy yo, sino tú, que el sentido de la vida eres tú y no yo, que si algo merece la pena eres tú y que si la felicidad es una meta en la vida, está primero tu felicidad y luego la mía.
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martes, 30 de septiembre de 2008

Felicidad

"La vida, al fin y al cabo, es un arañazo en busca de la felicidad" dice hoy Juan Cruz en su blog, hablando de Celso Emilio Fereriro y de su libro Larga noche de piedra. (Como un detalle hacia mis amigos y amigas amantes del galego, me hubiese gustado poner el título en su lengua original, pero no sé qué poner después de Longa noite. Lo siento). Un bloguero asiduo adorna la entrada con un poema del citado libro.

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lunes, 29 de septiembre de 2008

Paseando por la vida / 2


También en la Gran Vía de Madrid hay un anuncio de un Banco que dice una verdad como un templo. Me temo que los del ladrillo no entendieron bien la frase y se pusieron a construir como locos la felicidad. No creo que la encontraran. En cambio, a El Corte Inglés el anuncio no le debe haber gustado nada. Ya se sabe que allí hay de todo.
¿Tú te crees de verdad esta frase?
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