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miércoles, 7 de marzo de 2012

Día Internacional de la Mujer. Machismo 2: LOS PIES DE LAS CHINAS

Mañana es el Día Internacional de la Mujer. Reproduzco aquí la entrada publicada en este blog el 19/7/2008.


Algunas fuentes dicen que la costumbre china de vendar los pies de las mujeres para hacerlos más pequeños se inició en el siglo VII, con la dinastía Tang, y que duró hasta principios del siglo XX. Aunque esta barbaridad fue abolida en 1911, es frecuente que cualquier tradición perdure más allá de la ley que la prohíbe, por lo que se han encontrado casos ocurridos aún hacia 1950.

Parece que inicialmente fueron las bailarinas de palacio las que, para realzar sus movimientos, se vendaban los pies, pero, de hecho, semejante tratamiento lo que hacía era dificultar el paso de las mujeres. La costumbre pervivió por razones estéticas, eróticas y porque se adaptaba a la imagen que de la mujer defendía Confucio: un ser destinado a la maternidad, a la vida doméstica y al trabajo manual.

El proceso de empequeñecimiento de los pies comenzaba cuando la niña tenía 4 o 5 años. La madre le sumergía los pies en una mezcla de hierbas con sangre de animales, le cortaba las uñas y le rompía los 4 dedos más pequeños de cada pie. Estos 4 dedos se disponían apuntando hacia el talón y los pies se vendaban fuertemente, renovando el vendaje cada día. Durante 2 años, la niña sufría dolores enormes, hasta que se conseguía anular los nervios de los pies, pero logrando a cambio que éstos tuvieran una longitud de unos 10 cm. El ideal era que tuvieran 7 cm. y que fueran delgados, puntiagudos, arqueados, suaves y simétricos.

¿Por qué se consideraban bellos unos pies así? Se conocen algunas creencias populares para justificar esta agresión al cuerpo de la mujer. Así, se decía que la forma de andar derivada de unos pies semejantes fortalecía los músculos vaginales, que para poder mantener el equilibrio, los glúteos se hipertrofiaban, con lo que se conseguía un trasero mayor y más respingón, lo cual resultaba mucho más erótico. Por otra parte, tener que andar a pasitos muy cortos hacía más difícil que la mujer china se escapara de casa. Además, unos pies deformados de esta manera se acercaban más a la belleza de una media luna.

Las consecuencias para las mujeres eran tremendas. Ciertamente no sentían dolor en los pies, pero la anormalidad en el andar hacía que fuera muy grande la posibilidad de padecer luxaciones de tobillo. Además, padecían dolores de espalda y desviaciones y deformaciones de la columna.

Después de ver las fotografías siguientes, puedes pensar en la razón última por la que hay mujeres que se ven obligadas a usar tacones altos, o que tienen que maquillarse, o depilarse, o que deben estar delgadas. El cuerpo de la mujer ¿tiene dueño o dueña?

Si quieres más información, puedes leer el libro El abanico de seda, de Lisa See, ed. Salamandra, colección Quinteto.


Manuel Casal


















































































miércoles, 8 de febrero de 2012

Las diferencias



Los más débiles suelen considerar a quienes son diferentes a ellos como amenazas. Por eso reaccionan discriminando a los de otras razas, a los de otras culturas, a los de otro sexo, a los de otras orientaciones sexuales, a cualquiera que muestre algo distinto a su propia simpleza. Y por eso, también, intentan defenderse recurriendo a la fuerza bruta, al grito, al todo vale, al amiguismo, al pequeño grupo afín a su debilidad, a las religiones que les prometen premios ultramundanos, muy ultramundanos. Huyen del principio de igualdad (todos diferentes, pero iguales en derechos) como de la peste. Como no son capaces de ser y de destacar por sí mismos, se dedican a intentar anular a los otros para así poder sobresalir. Todo esto ocurre cuando el ser humano deja de ser humano.

Notas.
  1. Discriminar es tratar de forma distinta a los que son iguales.
  2. Uso el concepto de 'raza' para que se entienda la referencia al racismo, uno de los ejemplos típicos de discriminación, pero hoy nadie admite científicamente tal concepto. Las diferencias físicas del estilo del color de la piel, la forma de los ojos o similares son genéticamente, insignificantes. Puede haber, de hecho, más diferencias relevantes entre dos personas con el mismo color de piel que entre otras de colores diferentes.

martes, 3 de enero de 2012

La situación de la mujer ¿en Libia?

Este post fue publicado en este blog el 21-9-2011, pero me parece interesante volver a leerlo ahora.


Totografía tomada de El País


El lunes 19 de septiembre de 2011, el diario El País publicó un texto firmado por Francisco Peregil tuitulado La revolución pendiente de Libia. Puedes consultarlo aquí. Yo quiero entresacar algunas frases citadas en él porque dan una visión espeluznante de lo que significa ser mujer en ese país, pero también del peligro que tienen los regímenes que usan la censura y los recortes de derechos en cualquier parte del mundo.
Estas son frases de mujeres libias hablando de lo que están viviendo ahora mismo.
“Respeto. Esa es la palabra que más se oye estos días en la boca de muchas mujeres libias.”
La sonrisa es la mayor muestra que puede dar una persona de que tiene ganas de vivir, pero…
"Mi problema es que sonrío mucho y los hombres pueden pensar que quiero algo con ellos", comenta Ibtihal el Mgeri, de 21 años. "Tengo que esforzarme siempre en mantenerme seria para que no se malinterpreten mis intenciones".
"No te preocupes, tú hazte la seria ahora y cuando te cases ya podrás reírte todo lo que quieras".
Si no se cumplen los derechos humanos, no puedes ser persona.
"Las mujeres aquí no teníamos derechos. Toda la gente hablaba por nosotras, pero no podíamos decidir. A mí me echaron de la universidad donde estudiaba Turismo porque dije que Trípoli era una ciudad que debería cuidar mejor su patrimonio y limpiar sus calles".
La vida de una persona a la que le quitan sus derechos es asfixiante.
"Tengo una amiga que cuando ya no puede más en su casa se monta en cualquier taxi y pide que le den una vuelta por la ciudad. Simplemente, para respirar"
El machismo empapa la vida concreta de todos. Pero el machismo discrimina a las mujeres y les hace sufrir un trato desigual al que reciben los hombres. En sí mismo, el machismo es injusto.
"Aquí a la mujer se la empieza a respetar cuando tiene un hijo, no una hija. Cuando vine de Canadá a los 16 años mi madre me decía que saliera a la calle con mi hermano de cinco años. Y yo me reía, porque él no iba a impedir que nadie me violase. Pero cuando la gente empezó a llamar a casa diciendo que me habían visto en el coche por la ciudad, mis padres les callaban la boca diciéndoles: 'iba con el hermano".
El machismo genera violencia de varios tipos. En un clima de violencia es muy difícil tomar conciencia de lo que se está viviendo. Una mujer con miedo y sin educación asume fácilmente el machismo como lo natural. Despertarla, hacer que critique su vida y que tome conciencia de lo que están haciendo con ella resulta muy difícil.
"En Libia, una de cada tres mujeres, según la ONU, ha sido golpeada o violada o se ha abusado de ellas. Y muchas no saben siquiera que eso está mal. Si vas a contarle a otra mujer que tu marido te ha pegado te dirá que es por tu culpa.
El futuro no parece muy halagüeño para estas mujeres.
“Gadafi puso a los hombres en una situación degradante y ellos, para sentirse superiores, degradaban aún más a la mujer. Mi madre me enseñaba fotos de ella, cuando vivía el rey, en las que iba con falda por las rodillas en Trípoli y en la calle nadie te decía nada. Gadafi trajo la cultura del irrespeto.”
“Me temo que el presidente Abdel Yalil tiene miedo de los radicales religiosos. Y ellos no quieren a las mujeres. Pretenden que sigamos haciendo las mismas labores de siempre: enseñar en las escuelas y cuidar a los pobres, que es lo que hago yo.”
La religión se pone siempre del lado del hombre. Las religiones, en general, siempre actúan así. En cualquier momento sacan a la luz sus actitudes retrógradas y hacen que las mujeres pasen por el aro de lo que dicen los clérigos, todos hombres, todos machistas. Dice el periodista con un toque de trágico realismo:
“En el mismo discurso público donde el presidente prometió un país con ministras y embajadoras, Mustafá Abdel Yalil anunció que la base jurídica del país iba a ser la sharía, o ley islámica. En principio, la implantación de este código basado en el Corán, implica para las mujeres la prohibición de actos como fumar o viajar sin la compañía de un hombre en distancias largas. A excepción de Farida y Nahla, todas las mujeres consultadas en este artículo se mostraron a favor de la sharía.”


sábado, 3 de diciembre de 2011

La mujer y el peligro del tradicionalismo




Siempre actuamos movidos por algo. Hay veces en las que ese algo que nos mueve a actuar son las tradiciones, esto es, ciertos comportamientos heredados, pero que carecen de una justificación racional. Las tradiciones nos llevan a hacer cosas porque siempre se han hecho así, no porque entendamos con la razón que son buenas y adecuadas. Repetimos comportamientos una y otra vez, pero sin saber realmente la razón de por qué lo hacemos. Nos basta con conocer que siempre ha sido así. Muchas de las costumbres sociales y muchas de las normas de las diversas religiones responden a estos esquemas tradicionales. Es más, son las religiones las principales responsables de la perpetuación de estas tradiciones.

La mayoría de las de las tradiciones con las que convivimos son machistas y suponen un trato diferente a la mujer respecto del hombre, por el mero hecho de ser mujer. En cualquier sociedad estructurada sobre la razón esto no debería ser así, pero todavía el desarrollo humano está lejos de crear un mundo igualitario, sin discriminaciones ni injusticias, y la mujer sigue siendo la víctima de unas costumbres basadas en el patriarcalismo, en el deseo y la conveniencia de la explotación de la mujer, en la misoginia y en una interesada y nunca demostrada -porque es indemostrable-superioridad del varón sobre la mujer.

Muchas veces la mujer vive estas situaciones sin entenderlas, alienada sin saber que lo está, aceptando su situación como si fuera natural y sufriendo, incluso con alegría, una situación inhumana que, si su concepto de cultura fuera el adecuado, rechazaría por interesada, por contraria a los derechos humanos y a su condición de persona. Otras, las menos, se rebela contra lo injusto de la situación y entonces cae sobre ella todo el peso de la sociedad machista, que defiende sus privilegios sexistas a cualquier precio.

Es la cultura racional y humana la única capaz de acabar con estas tradiciones malsanas, generadoras de sufrimientos y muy alejadas de un concepto de lo humano en el que puedan caber todas las personas con los mismos derechos. Cuando lo normal sea que las personas actúen siguiendo una cultura que incluya normas basadas en la razón, en lugar de hacerlo mecánicamente, repetitivamente, siguiendo tradiciones ajenas a los derechos humanos, el mundo será realmente otro y en él cabremos todos en un ámbito de igualdad.

El artículo que enlazo aquí me lo ha suministrado Ana Belén Plaza, periodista y amiga, que vive en India desde hace algún tiempo. Relata con casos concretos los problemas vitales que sufren las mujeres indias por el mero hecho de ser mujeres y porque la sociedad en la que viven se rige por tradiciones no racionalizadas, en donde la cultura humana está aún lejos de la vida cotidiana.

La narración es muy dura. Puedes verla aquí. Se titula India: un país sin hijas.

viernes, 12 de marzo de 2010

Mujer


Ya celebramos el día de la mujer y procuramos remover nuestras conciencias en relación con la situación de las mujeres en el mundo, en nuestro mundo.
Sin embargo, los problemas de las mujeres siguen ahí y vamos a procurar estar nosotros también ahí.
Hoy traemos un texto terrible que se ha hecho célebre en Internet. Se llama Dios es negra y sin papeles. Está escrito poir Helena Malena Garzón. Dice así.

Imagina que diste a luz el domingo pasado en un hospital público marroquí. Un niño precioso.

Imagina que te dieron el alta al día siguiente, lunes.

Imagina que volviste a casa, cansada, sangrando del post-parto, con dolores aún en un útero que lucha por volver a su sitio.

Imagina que en casa te está esperando tu niña de dos años y dos meses y tu pareja.

Imagina que esta mañana mientras bañabas al bebé comenzaste a ver que le costaba respirar.

Imagina que corriste al hospital público marroquí.

Imagina que te dijeron que no podían atenderte.

Imagina que fuiste dos veces.

Imagina que la tercera vez tu bebé dejó de respirar casi en la puerta del hospital.

Imagina que pediste auxilio por tu bebé muerto.

Imagina que se lo llevaron a la morgue del hospital.

Imagina que a ti, a tu niña de dos años y dos meses y a tu pareja os llevaron a comisaría.

Ahora imagínate retorciéndote de dolor en las entrañas, el dolor agrio de la muerte de tu hijo, el dolor de un útero que te recuerda recién parida, el dolor de una leche que sube a tus senos duros como piedras. Pero imagínate NEGRA, imagínate AFRICANA, imagínate POBRE, imagínate SIN PAPELES.

Estás sentada, doblada sobre tu vientre en aquel sucio despacho de policías que van y vienen y te hablan en una lengua que no entiendes. Allí te miro e intento traducirte las preguntas que me parecen estúpidas, crueles e inhumanas.

Quieren saber qué hacéis en su reino, cómo habéis entrado y cuánto tiempo lleváis aquí. Quieren saber cómo os llamáis, cómo se llaman vuestros padres y porqué habéis venido.

Tu pareja grita y pide piedad. Sabe que todas las preguntas van dirigidas a justificar una deportación al desierto. Tu pareja grita y te tranquiliza llamándote "honey".

Tu niña sonríe, juega con su gorro y canta "haleluya".

La policía busca un intérprete de árabe a inglés para hacer el parte y llevaros a Tribunal.

Me dices que si te deportan al desierto y allí te violan no crees que aguantarás el dolor, que aún estás recién parida.

Un policía se me acerca y me pregunta: ¿Por qué hacéis esto? ¿Por placer? Este amable policía llama "esto" a acompañar a unos padres sumidos en el dolor, a comprar algo de comida para una niña que lleva todo el día sin probar bocado y a intentar traer un poco de humanidad o al menos de buen trato a esa puñetera comisaría.

Entonces le miro, me horroriza su frialdad, y le contesto, lo hacemos por amor. Veo en él a esos seres que comen, cagan y hacen de policía para poder seguir comiendo y cagando. Siento lástima.

Detienen a tu pareja en comisaría y me dicen que como caso humanitario te dejan dormir en casa. Mañana tienes que pasar el Tribunal junto a tu marido.

Te hundes. Es la primera vez que te veo enderezar ese vientre que te duele. Gritas y lloras hasta que un policía te manda callar.

No lo soporto, me puede la escena y le pido por favor que entienda que tu hijo ha muerto hoy, que estás recién parida, que te duelen las entrañas.

Me responde con desprecio que en este reino hay unas leyes, que aquí se hace lo que dice el procurador del rey y que tú eres una NEGRA CLANDESTINA.

Mañana iremos al Tribunal, mañana un hombre de este reino decidirá si te tiran a ti y a tu niña al desierto de madrugada. A partir de ahí la suerte decidirá si serás violada, si tu hija será raptada o por qué no violada también.

Imagínate que todo eso te ha pasado hoy.

Imagínate que a todas nos duelen sus entrañas.

Imagínate que a todas nos duelen nuestras entrañas.

sábado, 7 de febrero de 2009

Machismo /14 / Neoliberalismo sexual


Siempre me ha parecido un crimen perseguir, marginar o discriminar a los seres humanos que tienen los ojos, el pelo o la piel de un determinado color. Son seres humanos y punto.

Por la misma razón no encuentro ninguna justificación racional a la persecución, la marginación o la discriminación de las personas por su orientación sexual, sean lesbianas, gays, transexuales o bisexuales. Y, sin embargo, estos seres humanos no son siempre tratados como personas con todos sus derechos.

Como esto me parece injusto, intento ser solidario con ellos. Por esta razón incluí ayer en el blog un post con un enlace al blog karisma.les, que defiende los derechos de estas personas.

Pongo en conocimiento de los lectores de este blog que he intentado entrar en dicha dirección desde unos ordenadores suministrados por la Comunidad de Madrid a Institutos de Educación Secundaria y me ha salido un anuncio que me denegaba el acceso por tratarse de páginas de “pornografía”.


Así se educa en la Comunidad de Madrid.



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miércoles, 10 de septiembre de 2008

Discriminaciones / 1

Se entiende por discriminación el trato desigual que se les da a los que son iguales.

El hecho que hay que lamentar es que aquí se discrimina a la luz del día, con cinismo y con desvergüenza.

Me apresuro a poner este post para avisar de que en El País de hoy se hacen eco de lo que anunciaba ayer Rosa Montero en su columna sobre el caso sufrido por una pareja de mujeres lesbianas y sus hijas. Defensores del "pluralismo social, la veracidad, la conducta ética y la libertad" se declaraban sin rubor en el ideario del famoso colegio en el que fueron rechazadas las niñas.

Yo sé que la crisis económica es muy dura para muchas personas. Pero también sé que muchas otras la usan como cortina de humo para no ver ciertas cosas que también le duelen a la sociedad. Por ejemplo, hay gente que no quiere saber nada de uno de los más grandes logros de la historia de la humanidad, el principio de igualdad: todos somos diferentes, pero todos somos iguales. Todos tenemos los mismos derechos, a pesar de nuestras diferencias en las elecciones sexuales, en el color de la piel o en la capacidad económica. Una sociedad que no se preocupa por que el principio de igualdad esté en la base de su organización es una sociedad que no está sana.

Pongo aquí la noticia: "Nos sentimos tratadas como si fuéramos estúpidas".

Hay un dossier muy interesante en la edición digital de El País que puede resultar de interés, al igual que una carta al director que firma Alfonso J. Vázquez.

Por supuesto que la Casa L queda abierta para que pongas tu opinión, si quieres hacerlo.

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martes, 29 de julio de 2008

Machismo5: POLÍTICA

Esto que vas a leer no es el Islam. Es una interpretación del Islam.

Tampoco es una organización de la sociedad en clave exclusivamente religiosa. Es una organización machista de la sociedad.

El valor más elemental que se observa en un mundo humano es el de la libertad. Luego vendrán la igualdad, la justicia y la solidaridad. Pero en esto que vas a leer no hay ni libertad.

Piénsalo bien, no sea que luego sea ya tarde.


Artículo publicado en El País, el 29 de julio de 2008.


Clérigos de Yemen vetan que las mujeres sea elegidas diputadas

Organizaciones femeninas piden al Parlamento de Sanaa que rechace la fetua


I. CEMBRERO - Madrid - 29/07/2008

El presidente de Yemen, Alí Abdulá Saleh, pretende sacar a su país del deshonroso puesto que ocupa por la representación femenina en sus instituciones. En su Parlamento sólo hay una diputada, lo que le sitúa en la cola de cuantos países árabes poseen esa institución. Saleh ha propuesto aprobar una ley que reserve el 15% de los escaños a las mujeres en las elecciones legislativas de 2009, un porcentaje inferior al de países como Marruecos o Jordania, pero el clero musulmán maldice la iniciativa. Con la mezquita hemos topado.

“Todo esto nos aterra y nos lleva a un Estado teocrático”, denuncia Mashoor. Reunidos a mediados de mes en Sanaa, la capital, unos 2.000 clérigos, políticos conservadores y jefes tribales declararon que la participación de las mujeres en política es haram (pecado). Los religiosos eruditos redactaron incluso una fetua (edicto islámico) que prohíbe la concurrencia de candidatas a las elecciones.

“Advertimos de que abrir la puerta a las mujeres significa que saldrán de sus casas y se mezclaran con hombres”, reza un opúsculo distribuido durante la conferencia. “Si salen de sus hogares y coinciden con hombres en los lugares de trabajo, surgirán relaciones al margen del matrimonio, situaciones indecentes, adulterio e hijos ilegales”.

“Para que el barco [de Yemen] no se hunda” era el eslogan de la conferencia que organizó el político islamista Abdelmajeed al Zindani, considerado por EE UU como proveedor de fondos de organizaciones terroristas. Para evitar el “naufragio”, los asistentes decidieron la creación de un comité para la promoción de la virtud y la prevención del vicio dirigido por 42 clérigos y cuyos agentes recorrerán las calles y locales públicos en busca de “comportamientos indecentes”. Se encargarán de señalarlos a la policía, porque no podrán practicar detenciones, según precisó el viceministro de Orientación Religiosa, Hasan Abdulá al Cheik. En Arabia Saudí existe una fuerza pública con el mismo cometido, pero con mayores poderes.

El vicio consiste, según un primer catálogo aprobado en la conferencia, en consumir alcohol, asistir a desfiles de moda, bailar con personas de sexo opuesto, cantar en público para las mujeres, enviar a las chicas a estudiar al extranjero sin que las acompañe un varón de su familia que las vigile, etcétera.

“Todo esto nos asusta y nos conduce hacia un Estado teocrático”, declaraba al diario The Yemen Observer Hooriah Mashoor, vicepresidenta del Comité Nacional de Mujeres, un organismo oficial. Junto con la Unión de Mujeres Yemeníes, una ONG privada, están llevando a cabo una campaña para frenar el ímpetu islamista.

“Queremos que el Parlamento condene explícitamente esta fetua, porque constituye un ataque contra las libertades públicas y privadas”, afirma Ramziah al Eryani, presidenta de la Unión de Mujeres. Pidió cita al presidente del Parlamento, Yahya al Raie, para solicitarle ese pronunciamiento. La fijó para el domingo, pero después la aplazó sine die. No es seguro que el Parlamento recoja sus aspiraciones. La institución tiene un cariz cada vez más conservador. La comisión parlamentaria de la sharía islámica, que comprueba la conformidad de las leyes con la religión musulmana, ha rechazado una enmienda del Gobierno que hubiese equiparado las indemnizaciones por muerte accidental de una mujer con las que perciben los familiares si el fallecido es un hombre. Actualmente, la compensación por el varón duplica a la de la mujer. El Parlamento se dispone además a aprobar una ley que prevé un año de cárcel para los hombres y mujeres que se reúnan a solas sin que existan entre ellos lazos familiares. Cuando entre en vigor, ningún hombre podrá dar, por ejemplo, clases particulares a una mujer sin que ésta esté acompañada. Las mujeres tampoco podrán tomar taxis.