sábado, 3 de diciembre de 2011

La mujer y el peligro del tradicionalismo




Siempre actuamos movidos por algo. Hay veces en las que ese algo que nos mueve a actuar son las tradiciones, esto es, ciertos comportamientos heredados, pero que carecen de una justificación racional. Las tradiciones nos llevan a hacer cosas porque siempre se han hecho así, no porque entendamos con la razón que son buenas y adecuadas. Repetimos comportamientos una y otra vez, pero sin saber realmente la razón de por qué lo hacemos. Nos basta con conocer que siempre ha sido así. Muchas de las costumbres sociales y muchas de las normas de las diversas religiones responden a estos esquemas tradicionales. Es más, son las religiones las principales responsables de la perpetuación de estas tradiciones.

La mayoría de las de las tradiciones con las que convivimos son machistas y suponen un trato diferente a la mujer respecto del hombre, por el mero hecho de ser mujer. En cualquier sociedad estructurada sobre la razón esto no debería ser así, pero todavía el desarrollo humano está lejos de crear un mundo igualitario, sin discriminaciones ni injusticias, y la mujer sigue siendo la víctima de unas costumbres basadas en el patriarcalismo, en el deseo y la conveniencia de la explotación de la mujer, en la misoginia y en una interesada y nunca demostrada -porque es indemostrable-superioridad del varón sobre la mujer.

Muchas veces la mujer vive estas situaciones sin entenderlas, alienada sin saber que lo está, aceptando su situación como si fuera natural y sufriendo, incluso con alegría, una situación inhumana que, si su concepto de cultura fuera el adecuado, rechazaría por interesada, por contraria a los derechos humanos y a su condición de persona. Otras, las menos, se rebela contra lo injusto de la situación y entonces cae sobre ella todo el peso de la sociedad machista, que defiende sus privilegios sexistas a cualquier precio.

Es la cultura racional y humana la única capaz de acabar con estas tradiciones malsanas, generadoras de sufrimientos y muy alejadas de un concepto de lo humano en el que puedan caber todas las personas con los mismos derechos. Cuando lo normal sea que las personas actúen siguiendo una cultura que incluya normas basadas en la razón, en lugar de hacerlo mecánicamente, repetitivamente, siguiendo tradiciones ajenas a los derechos humanos, el mundo será realmente otro y en él cabremos todos en un ámbito de igualdad.

El artículo que enlazo aquí me lo ha suministrado Ana Belén Plaza, periodista y amiga, que vive en India desde hace algún tiempo. Relata con casos concretos los problemas vitales que sufren las mujeres indias por el mero hecho de ser mujeres y porque la sociedad en la que viven se rige por tradiciones no racionalizadas, en donde la cultura humana está aún lejos de la vida cotidiana.

La narración es muy dura. Puedes verla aquí. Se titula India: un país sin hijas.

3 comentarios:

  1. A mi me parece que la religión es sólo un camino espiritual. Es el hombre quien utiliza la religión para someter a la mujer. ¿Tú qué opinas?

    ResponderEliminar
  2. Pero no es un camino abstracto ni exclusivamente espiritual. En general, no quieren limitarse a un ámbito privado, mental o espiritual, sino que quieren exteriorizarse a través de ritos y de costumbres sociales. Y es ahí en donde muestran su ideología, habitualmente machista, mantenedora del status quo y muchas veces -no todas- aliadas con el poder. Desde un punto meramente teórico, se podrían decir muchas cosas, pero ninguna religión acepta mantenerse en un plano de ideas, sino que aspira a traducirse en la sociedad. Creo yo.

    ResponderEliminar
  3. Creo que, lamentablemente, la religión es cada día más una cortina de humo frente a todo lo que pueda significar "no seguir la senda". Evidentemente, y más aun en zonas rurales, donde el poder la religión es más extremo si cabe. Los hombres (generalmente al frente de "cargos religiosos") saben que tienen el poder, y que la voz femenina podría suscitar preguntas que mucha gente tendría miedo de no poder responder, sobre todo en lo que a libertad u opresión se refiere, y ello podría causar que su "sistema de vida" pueda irse al traste... opino que de ahí deriva la dominación y el machismo.

    ResponderEliminar

Puedes expresar aquí tu opinión.