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domingo, 14 de agosto de 2016

Buenas noches. Guerra


No hay que bajar nunca la guardia. Se trata de mantener la lucha para que lo que no nos gusta de lo que vemos no entre en nosotros, anide en nuestra mente y consiga que repitamos, conscientemente o no, lo que consideramos rechaza le en los demás.

Esta es una de las muchas guerras que hay en el mundo, pero es una guerra de supervivencia, de resistencia, de defensa de una ética que hemos aceptado racionalmente.

Buenas noches.

sábado, 25 de junio de 2016

Buenas noches. Los males de la sociedad



¿Dónde está el origen de los males de la sociedad? 
Si te parece, prescindamos de los dioses. 
¿Estará en algunos seres humanos que son malos? 
¿En quienes toleran a esos seres humanos malos? 
¿En todos los seres humanos? 
¿En la forma en la que está estructurada la sociedad? 
¿En la economía? 
¿En la ausencia de ética? 
¿En las circunstancias? 
¿En la ignorancia? 
¿En el egoísmo? 
¿En la codicia?
¿En la locura?
¿En dónde estará el origen de los males de la sociedad? 
Buenas noches.

sábado, 4 de junio de 2016

Buenas noches. No tienen ética



Se subió al autobús. Me vio.
-Hola, profe. ¿Cómo estás?

Me dio dos besos y me ofreció gominolas.
-Yo, bien. Y tú ¿cómo estás?

-Este año me lo estoy tomando en serio y voy a aprobar. Estoy trabajando de cajera en un supermercado. ¡Qué mala es la gente, profe! Te tratan como si fueras una mierda. Yo nunca he tratado así a nadie. Sólo se ven a sí mismos. No te respetan. Se creen que son superiores a ti. Estoy empezando a odiarlos. La gente es cada vez más individualista. Van a lo suyo con descaro. Están salvajes, profe. No tienen ética. Dame dos besos que me bajo aquí. A ver si nos vemos. Ciao.


Buenas noches.

sábado, 23 de enero de 2016

Hay. ¡Ay!



Hay 
Hay caspa, pero no todo es caspa.
Hay cosas nuevas, pero no todo es nuevo.
Hay democracia, pero no todo es democracia.
Hay buena voluntad, pero no toda voluntad parece buena.
Hay que ser tolerantes, pero no todo es tolerable.
Hay sensibilidad, pero poca.
Hay ética, pero muy poca.
¡Ay!

martes, 15 de septiembre de 2015

Ética y política. El Toro de la Vega



¿Qué habrán estado pensando los regidores del Ayuntamiento de Tordesillas cuando han autorizado la celebración de esa pseudofiesta, impropia de seres humanos sensatos, en la que se ha alanceado hasta la muerte al llamado Toro de la Vega?

Es verdad que estos ediles han sido votados por los ciudadanos y se supone que en el programa electoral correspondiente estaría incluida la celebración de la citada agresión brutal a un animal.

Es verdad también que la política y la ética son distintas. La política es el arte de organizar la sociedad de forma que resulte lo más justa posible para los ciudadanos. La ética, en cambio, es una opción personal que uno hace para organizar su propia vida de acuerdo con unos valores que considera que son los más importantes. Son dos asuntos, pues, bien distintos.

Lo que en este lamentable caso parece que queda en tela de juicio es la ética de cada uno de los concejales responsables de la organización de este desgraciado y degradante espectáculo. O sus opciones éticas están de acuerdo con sus decisiones políticas o, por el contrario, valoran más el poder que les da la política que sus criterios éticos. Si en la ética de cada uno de ellos tuvieran algún peso el respeto a los animales y el no recurrir al sufrimiento gratuito de los animales para que se diviertan gentes brutas, o si consideraran que las tradiciones, por sí mismas, no justifican nada, entonces ya habrían dimitido impulsados por su propia ética. Si no lo han hecho, será porque están de acuerdo con este disparate sangriento que han apoyado o porque piensan que el poder es lo más importante y que todo lo demás -incluida su propia ética- queda supeditado a él.

Hay algo muy serio por debajo de todo este espectáculo de políticos inmaduros e inhumanos que hacen lo que les da la gana, lo que más les conviene, y que dan ejemplo de comportamientos indignos a los ciudadanos: ni el poder ni la política son los criterios más importantes en la vida de un ser humano que usa su razón para vivir. Lo que nos hace humanos es la ética. Una política que no esté inspirada en criterios éticos no generará una política justa ni una sociedad en la que los seres humanos puedan desarrollarse como tales. Por debajo de la política, inspirándola, está la ética de los políticos que la ejercen. Si esta ética no es razonable ni buena, los políticos no actuarán bien y la política resultante será rechazable.


Esperemos que se acabe pronto con este disparate, que lleva ya demasiados años celebrándose, como es el desgraciado Toro de la Vega.

martes, 1 de septiembre de 2015

Buenas noches. Mierdas




Cada vez hay más individuos salvajes que se cagan en las aceras de la ciudad a través de sus perros. 

Cada una de estas mierdas recuerda la ausencia de ética. 

Buenas noches.

lunes, 15 de junio de 2015

Buenas noches. Políticos




Además de lo que pueda prometer o de lo que consiga hacer, del curriculum y de las capacidades diversas que un político pueda exhibir, creo que es necesario que tenga también un estilo humano que se pueda convertir en ejemplo para los ciudadanos, una sensibilidad cuidada para no herir o molestar a nadie y para tratar con delicadeza cualquier tema, una especie de sabiduría que le impida cometer torpezas, un espíritu constructivo que haga crecer la ciudad y a sus habitantes, un afán por integrar a los ciudadanos o, al menos, a la mayoría de ellos en un proyecto vivible por todos. Sobre todo, me parece que debe tener un sentido ético que se traduzca en lo que haga en política: el respeto, las libertades, la responsabilidad, las igualdades, la atención a los menos favorecidos, la eliminación de las discriminaciones y la búsqueda del bien de todos debe ser lo que le mueva a actuar. 

Me es difícil encontrar políticos así. A veces me pregunto si en realidad son estos políticos los que deseamos o vamos buscando otras cualidades, otro tipo de personas. 

Buenas noches.

sábado, 23 de mayo de 2015

Buenos días. Acto político y ético




Mañana, cuando votes, no pienses sólo en ti, en lo que te venga mejor a ti. Piensa en lo que nos venga mejor a todos. Que tu acto político de votar no sea un mero episodio egoísta, sino que se convierta en un generoso acto ético de búsqueda del bien de la mayoría. 

Buenos días.

sábado, 9 de mayo de 2015

viernes, 24 de abril de 2015

Ética parta todos 31. Ni religión ni ética




Cada vez se entiende mejor por qué quieren religión y no quieren ética. 

Y, al final, están consiguiendo que muchos no quieran religión, pero tampoco ética. 

Lo están destrozando todo. 

Cuando se den cuenta de que también se han destrozado ellos mismos, ya será tarde.

domingo, 1 de febrero de 2015

Lo que veo cuando miro. Suenan trompetas



Noto dos carencias que me parecen graves en los partidos políticos con cuyas decisiones convivimos. Una, ética. La otra, pedagógica.

En estos días el PSOE parece dispuesto a renunciar a uno de sus principios éticos -el rechazo a la cadena perpetua o como la quieran llamar- en aras de un pacto político. Y nadie se lo ha explicado a la ciudadanía para que ésta entienda lo que están haciendo. Parece que este partido aún no ha comprendido nada y que sigue decidiendo de espaldas al mundo.

Otro partido, el PP, ha cambiado por su cuenta el sistema de titulaciones universitarias, de manera que seguir ahora cualquiera de ellas sea mucho más caro y, posiblemente, teniendo que prescindir de profesores. Su ética parece que consiste en que la política no esté al servicio del pueblo, sino de los ricos. El PP sí ha salido a explicar su medida, pero con tal sarta de falsedades y de mentiras que hubiese sido mejor, como siempre en ellos, que se hubiesen callado.

Mientras tanto, muchos ciudadanos, ajenos al continuo y constante destrozo del país, acuden solícitos al acto de adoración del nuevo salvador nacional, que tampoco explica nada, que parece que aún no sabe nada concreto, pero que, como los otros, promete cambiar el país, aunque no tenga a bien decir todavía cómo lo va a hacer y si eso que promete se puede hacer real en el mundo concreto en el que vivimos.

Suenan trompetas de exilio.


Buenas tardes.

viernes, 9 de enero de 2015

Las religiones no son necesarias




Tengo amigos y amigas en el mundo de las religiones. Son personas valiosísimas, que luchan por los seres humanos, por los hombres y por las mujeres, con un ímpetu grande y admirable, dejándose la vida en ello. Pero las religiones, desde mi punto de vista, llevan en su misma esencia el gen de la exclusividad, de lo absoluto, de lo irracional, de lo imponible a todos. Y eso no se puede admitir en una sociedad civil democrática. Hoy ha sido lo de París, ayer y anteayer fueron otros episodios parecidos, de la mano de gentes ignorantes, tercas, fuera de la racionalidad. En nuestro mundo, aparentemente civilizado y culto, se dan episodios que no son tan llamativos, pero que, a través de la educación y de las costumbres, van haciendo un daño atroz a los seres humanos. Respeto la postura de todos. Respeto la postura de quienes se sienten necesitados del auxilio de un ser superior que les ayude a vivir. Pero lo frecuente es que de ahí a intentar imponer las creencias propias a todos, a través de la educación, de la propaganda o, descaradamente, del poder, va un trecho muy pequeño. Quiero una sociedad laica. Para crear un mundo mejor basta la ética racional. Si alguien quiere religiones, que las profese en su intimidad y que se olvide de los demás. Ya está bien de hacer daño en nombre de los dioses. Las religiones no son necesarias. 


viernes, 28 de noviembre de 2014

Ética para todos 12. Hay que pagar los impuestos



El ejemplo que te proponíamos la semana pasada para que lo analizaras era el de la norma:
“Hay que pagar los impuestos”

Veamos qué tipo de norma es esta.

Es evidente que es una norma jurídica, puesto que hay un conjunto de leyes que nos obliga a pagar los impuestos. Y si no los pagamos, una sanción caerá sobre nosotros.

¿Será también una norma moral? La moral se basa siempre en argumentos racionales que a un ser humano le convencen. Estos argumentos le generan una autoobligación, es decir, una obligación en conciencia de cumplir la norma, con independencia de que alguien desde fuera le obligue o no. Dan lugar también a una incondicionalidad, esto es, que, como consecuencia de estos argumentos, la norma no se cumple para que a cambio obtengamos algún beneficio, sino por convencimiento, sin mirar siquiera si ello va a aportar alguna ventaja o no. Y, por último, estos argumentos generan universalidad, o sea, que se considera que la norma es tan buena que todos los individuos del grupo humano que se considere deberían cumplirla.

El argumento clave en este caso seguramente es el de que los bienes sociales comunes de los que disfrutamos todos necesitan ser pagados con dinero, y ese dinero tiene que salir de los impuestos. Queremos una sanidad gratuita y para todos, una educación también gratuita y universal, deseamos buenas carreteras, una justicia ágil, una buena televisión, unas pensiones dignas para todos, etc. Todos estos servicios y muchos otros tienen que ser financiados con los impuestos. Lo que es impresentable, injusto y ridículo es que alguien no pague impuestos y que exija, por ejemplo, que la sanidad le cure gratis su enfermedad.

Si yo entiendo esto y estoy de acuerdo con ello, es evidente que me sentiré autoobligado a pagar los impuestos, puesto que es la manera de poder mantener un Estado que permita que todos puedan gozar de estos servicios básicos. Si no hubiera impuestos, nos podemos imaginar cómo sería la vida en nuestra sociedad: o no habría nada de nada o sólo los ricos podrían costearse los servicios.

Puede que alguien pague los impuestos para obtener a cambio algún servicio que le interese, que le venga bien. Si actúa así, no lo hará de manera indondicional, en cuyo caso la norma en cuestión no sería, para él, moral. Pero cabe también la posibilidad de que alguien no lo haga de manera egoísta, como si su aportación fuera un negocio más: yo doy para que el Estado me dé. Es posible que alguien se plantee que debe haber una sanidad gratuita para todos, aunque él no la use, y una educación gratuita y universal, aunque tampoco la use. La idea de que la sociedad debe funcionar con la aportación de todos -la de los ricos deberá ser mayor que la de los pobres, evidentemente- aunque una persona dé más que lo que recibe o, incluso, aunque no reciba nada, esta idea sí sería incondicional

Este caso muestra que, en muchas ocasiones, la actitud ética es difícil y dura. Porque puede que ser ético salga caro -cuando se da más de lo que se recibe-, pero también la solidaridad, la justicia y la igualdad son valores que tienen que tener peso en la vida de las personas. Esta norma sólo será ética para aquella persona que pague los impuestos de manera generosa, solidaria y sin buscar una contraprestación proporcionada a lo que da. Un egoísta nunca podrá ser una persona ética.

Con más facilidad se puede entender que la norma sea universalizable. Si sólo pagasen impuestos unos pocos, se resentirían los servicios que ofrece el Estado y eso no sería bueno para la colectividad.

Esta norma, por tanto, es jurídica y puede ser moral, dependiendo de la actitud con la que se cumpla. Sobre la importancia de las actitudes en la moral diremos algo más adelante.

Ahora te propongo, para que ejercites tu análisis, que intentes ver si es jurídica o moral la siguiente norma, que es demasiado común en ciertos ambientes:
“Si mi perro ya no me sirve para cazar, lo puedo matar.”

Si lo necesitas, puedes opinar o preguntar a través del correo electrónico mcetica@gmail.com . Buena semana.



viernes, 14 de noviembre de 2014

Ética para todos 10. Hay que ducharse todos los días



Te proponíamos la semana pasada que vieras si la norma 

'Cada cual debe cuidar su higiene y ducharse todos los días' 

era moral o jurídica o ambas cosas o ninguna.

Veamos, en primer lugar, si es una norma jurídica. ¿Hay alguna ley que nos obligue a ducharnos todos los días, hasta el punto de que si no lo hacemos, alguien nos podría poner una sanción? Parece que tal ley no existe, por lo que esta norma NO es jurídica.

¿Será una norma moral? Para ello, tendrá que cumplir las tres condiciones de las normas morales. Comprobémoslo.

A mí me parece tan razonable y tan bueno mantener la higiene diaria y ducharse o asearse todos los días, que lo vivo como un deber. ¿Por qué? Por respeto. Creo que, por encima de todas las cosas, debemos respetar a los demás, y una forma muy importante de hacerlo es no haciéndoles la vida desagradable oliendo mal. A veces nos ponemos junto a personas que despiden un tremendo olor a sudor y que nos hacen muy molesto estar con ellas. No me refiero a personas sin hogar, cada vez más frecuentes, sino a quien pudiendo ir limpio y aseado, no lo hace porque su influencia sobre los demás ni se la plantea ni le importa.

Por esa idea de respeto a los demás y de no molestarles con mis olores es por lo que ir limpio lo vivo yo como una autoobligación, como algo a lo que en conciencia me obligo yo mismo, aunque nadie me obligue desde fuera.

Por otra parte, yo no gano nada yendo aseado. Nadie me lo va a agradecer por la calle. Si lo hago es porque beneficio a los demás, porque considero que es bueno, sin que yo reciba nada a cambio. Es, por tanto, una norma incondicional, que yo quiero cumplir sin que dependa de ninguna condición.

¿Sería bueno que esa norma la cumplieran todas las personas? Es evidente que sí, que eso sería muy bueno para todos. Por ello, la norma sería universalizable.

Como cumple las tres condiciones que hemos visto, esa norma SÍ es una norma moral.

Esto quiere decir que yo me ducho todos los días porque en conciencia creo que debo hacerlo, porque responde a un estilo de vida que yo creo que es bueno para todos, hasta el punto de que yo mismo me obligo, sin que me obligue nadie, a ir aseado y limpio siempre. Haciendo esto, me voy construyendo como un ser moral, como un ser humano que vive humanamente entre otros seres humanos. De esto es de lo que se trata.

Vamos a ir analizando más normas, para que podamos ejercitarnos en el análisis de lo que hacemos y comprobemos si nuestro comportamiento es moral o no.

Para la próxima semana te propongo que analices la norma:
Cuando vamos con una mujer y tenemos que pasar por una puerta, hay que dejar que sea ella la que pase primero, antes que el hombre”

Tienes que ver si es una norma jurídica, si es moral y, sobre todo, cómo justificas tu respuesta. Recuerda que puedes recurrir para cualquier duda a mcetica@gmail.com


viernes, 31 de octubre de 2014

Ética para todos 8. Ejemplos de normas 1




Una vez que hemos visto qué es una norma jurídica y una norma moral, vamos a poner algunos ejemplos para que tú analices si se trata de una norma de un tipo o de otro.

El objetivo no es otro que el de que sepamos distinguir más claramente cuáles son los comportamientos morales -aquellos que responden a una norma moral- y cuáles no.

Tomemos el caso de la norma “En el autobús hay que cederle el asiento a una mujer embarazada”.

  1. Nos preguntamos ¿Es una norma jurídica?

A cumplir esa norma nos obligan desde fuera, puesto que en el autobús hay unos asientos reservados para personas mayores, impedidas o para mujeres embarazadas. Si no cumplimos esa ley, nos pueden llamar la atención o incluso obligarnos a levantarnos, si es que la cosa se pone muy fea. Es, por tanto, una norma jurídica.

  1. ¿Es una norma moral?

Para que sea una norma moral, debe ser obligatoria porque nosotros mismos la entendamos así, debe ser una norma incondicional y debe ser universalizable. Veámoslo.

a) Además de porque lo manda la ley, yo le cedo el asiento a una mujer embarazada porque encuentro que eso es lo bueno, que es el comportamiento más humano y que es de esa manera de la que debo yo actuar. Yo mismo, por mis ideas, me siento obligado a cumplir esa norma. Por tanto, cumple la primera condición.

b) Para ver si es una norma incondicional, lo que debo ver es si yo gano algo cumpliendo esa norma, si salgo yo beneficiado, si la cumplo a condición de ganar yo algo a cambio. Es evidente que yo no salgo beneficiado cumpliendo esa norma. Por tanto, cumple también la segunda condición.

c) ¿Es una norma universalizable? ¿Sería bueno que cualquier persona le dejara siempre el asiento a todas las mujeres embarazadas? Es evidente que sí, que sería mejor que no hacerlo. Por lo tanto también cumple esta condición.
Como consecuencia, esta norma es moral y también es jurídica. La debemos cumplir no sólo porque nos obliga la ley, sino porque desde nuestra conciencia vemos que debemos hacerlo.

Te propongo que analices tú la siguiente norma y que veas si es jurídica o moral o ambas cosas o ninguna de ellas.


Norma 1: "Si bebes, no conduzcas".

Si tienes alguna duda, no dudes en acudir a mi correo mcetica@gmail.com




miércoles, 29 de octubre de 2014

Lo que veo cuando miro. El perdón



Ayer comentaba yo en este mismo lugar que las peticiones de perdón hechas públicas por el presidente del Gobierno, el señor Mariano Rajoy, y por la presidenta del PP de Madrid, la señora Esperanza Aguirre, no tenían ningún sentido en una sociedad civil y democrática, en la que lo único procedente en una situación como la actual -de corrupción no ocasional, sino estructural- es la dimisión.

Me gustaría hoy, sin embargo, no tirar por la borda el perdón como si fuera un acto escaso de sentido. Pedir perdón es una procedimiento humano valiosísimo, elegantísimo y de una enorme calidad humana, sólo equiparable al acto generosísimo, nobilísimo y de una calidad humana similar de perdonar. Pero pedir perdón y perdonar, actos propios de mentes grandes, sólo tienen sentido en el pequeño mundo de las relaciones personales. Yo puedo cometer un error con un amigo, puedo reconocerlo, decírselo y pedirle -no exigirle- que me perdone. Ese acto de humildad, si es sincero, ennoblece y engrandece a quien lo hace. Y el acto de perdonar, tan libre como innecesario, dota igualmente de nobleza y de grandeza a quien lo concede. Pero esto sólo tiene sentido y valor en el ámbito de las relaciones personales, nunca fuera de él.

En el marco de la política nunca se establecen relaciones personales entre los ciudadanos y sus representantes. Son relaciones institucionales, sujetas a reglas -escritas o no escritas- democráticas, en donde no se puede olvidar que lo único que hay que perseguir es el bien común de todos, no el establecimiento o el restablecimiento de ningún tipo de relación personal.

No ser consciente de esto y salir en público pidiendo perdón por unos comportamientos impresentables de una serie -enorme, por otra parte- de políticos, en lugar de presentar la dimisión a los ciudadanos que le otorgaron su representación y su confianza, da a entender una carencia enorme y peligrosa de ética. Se han puesto a gobernar sin un mínimo de formación ética y eso tiene sus consecuencias.

Hay políticos, particularmente entre los neoliberales -como si lo llevaran en sus genes-, que tienen la funesta manía de confundir lo público con lo privado. Llegan a un cargo público y creen que el cargo es suyo y que pueden hacer desde él lo que les venga en gana: mentir, ocultar, ganar dinero, maltratar a los ciudadanos, etc. En el colmo del desvarío democrático, se dedican a privatizar lo público, con excusas o sin ellas, con sentido o sin él, sólo con el interés de beneficiarse a sí mismos o a sus amiguetes y correligionarios. Tanto se creen que lo público que gestionan es un bien privado que les pertenece, que cuando ocurre alguna anormalidad, en lugar de irse y someterse a la justicia democrática, se limitan a pedir perdón. Y se quedan tan anchos.


El despiste democrático en el que estamos metidos es el fruto de muchos años de fomento de la incultura entre los ciudadanos, entre los empresarios y entre los políticos. Abandonamos todos nuestra formación como ciudadanos y ahora estamos recogiendo los frutos podridos de tal dejación.

sábado, 11 de octubre de 2014

Ética para todos. 5. Las normas morales



5. Las normas morales

Las normas morales (las podemos llamar también normas éticas) son aquellas que regulan de manera racional las relaciones de una persona con su entorno, esto es, con las demás personas y también con la Naturaleza, con los animales y con las cosas.

Todos vivimos en el mundo y debemos preguntarnos cómo debe ser nuestra relación con todo lo que nos rodea. Por ejemplo, debemos preguntarnos -y respondernos con argumentos racionales- si podemos explotar o no a las personas con las que nos relacionamos, si podemos usar a los animales para disfrutar nosotros obligándoles a sufrir tormentos, si podemos hacer pintadas en paredes que no nos pertenecen o si podemos quemar un bosque si nos apetece.

La manera de actuar en estas y en otras muchas situaciones viene dada por nuestras normas morales.

Son ejemplos de normas morales:

  • Respetar a las demás personas, porque son también seres humanos, porque todos somos iguales en dignidad y porque yo no soy quién para tratarlos de manera que les cause algún daño.
  • Ser generoso con quienes lo necesitan, porque siempre la ayuda a los demás les hace más felices y les puede facilitar su vida.
  • Mirar las consecuencias de nuestros actos antes de hacerlos, porque así podemos evitar algún daño a las demás personas, a los animales o a la Naturaleza.
  • Educar a los hijos, porque los niños vienen al mundo desvalidos y necesitan la ayuda de la sociedad, especialmente de los padres, para que puedan convertirse en seres humanos.

Como vemos, cada norma moral me la debo justificar yo mismo con razones que me valgan de verdad a mí, aunque no les valgan a otra persona.

El próximo día veremos algunas características de las normas morales. Mientras tanto, puedes pensar si las dos normas siguientes son normas morales o no y por qué.

a) No se debe hablar a gritos en los sitios públicos, como autobuses, restaurantes, etc.

b) Conviene que me duche todos los días.

Si tienes alguna duda, alguna sugerencia o quieres preguntarme algo, no dudes en comentarlo en el blog o enviar un mensaje a mcetica@gmail.com . Te contestaré.


Continuará ...

martes, 7 de octubre de 2014

- Buenas noches. Transición ética




En este país se han hecho muchas transiciones, pero ha faltado la más importante, la fundamental, la que nos hubiese convertido en seres verdaderamente humanos: la transición ética. Por eso hay tantos golfos. Por eso, aun sin querer, nos estamos engolfando todos. Cuando sepamos por qué se deben hacer ciertas cosas y por qué no se pueden hacer otras, y eso sea lo más importante para todos, podremos hablar de un país democrático y serio. Mientras tanto, esto es una selva, un reino de golfos cuyas golferías salen a la luz porque los medios de comunicación tienen que vender, que si no, tampoco. 

Buenas noches.

domingo, 5 de octubre de 2014

Ética para todos. 4. Las normas jurídicas

    4. Las normas jurídicas

Un tipo muy importante de normas es el de las normas jurídicas. Son aquellas que imponen el poder político o el judicial. La obligación de pagar los impuestos, el deber de circular por la derecha o el no poder recurrir determinadas sentencias son ejemplos de normas jurídicas.

Las normas jurídicas tienen dos grandes características.



Una, muy importante, es que nos obligan desde fuera. El deber de cumplirlas no viene de nuestro posible convencimiento de que sean normas buenas, sino porque alguien, ajeno a nosotros, con un poder suficiente nos obliga a cumplirlas. Lo cual no quita para que, además, podamos estar convencidos de su bondad, pero lo importante es que la imposición nos viene dada de fuera.

La otra es que si no cumplimos una norma jurídica, caerá sobre nosotros una sanción por parte del poder del que emanó la norma.

Así, la norma de no circular a más de 120 km/h en algunas carreteras es una norma jurídica. Nos obligan a hacerlo y si vamos a más, nos impondrán una sanción.

Piensa ahora tú si las normas siguientes: 

ser generoso,  
no matar, 
matricular a los niños en la escuela 

son normas jurídicas o no. Naturalmente, piensa por qué lo son o por qué no lo son. Si me lo dices en el correo mcetica@gmail.com te contestaré.


Continuará...

domingo, 28 de septiembre de 2014

Ética para todos. 3. Tipos de normas



    3. Tipos de normas

No. No creo que exista nada que se pueda hacer sin seguir alguna norma. Incluso quien diga que está haciendo algo como le da la gana está también siguiendo una norma, la de hacer lo que le da la gana. Cualquier cosa que hagamos, grande o pequeña, la hacemos siguiendo alguna norma.

Seguramente uno de los grandes problemas humanos y sociales que vivimos hoy se derive de que hemos olvidado que tenemos que seguir normas y que éstas no pueden ser cualesquiera.

Veamos hoy que hay diversos tipos de normas.

Hay, por ejemplo, normas de funcionamiento. Son las que aparecen en cualquier manual de instrucciones de algún aparato. Hay, también, normas de fabricación de productos, normas de circulación de vehículos, normas de protocolo para determinadas reuniones, normas para pintar con diversos materiales, normas de edificación de casas, etc. Piensa en más tipos de normas distintos de estos que hemos citado, a ver si se te ocurre alguno más.

Pero hay dos tipos de normas que son peculiares y muy importantes: las normas jurídicas y las normas morales. Habría que ver para qué sirve cada uno de estos dos tipos de normas y cuál es la diferencia entre ellos.

¿Se te ocurre a ti alguna diferencia entre ellas? ¿Crees que son muy parecidas?

Si quieres comprobar si vas captando este asunto de las normas, puedes enviarme algún ejemplo de normas de cada uno de los tipos de los que hemos hablado. Prometo contestarte.

Puedes expresar tu opinión aquí o en el correo mcetica@gmail.com Gracias.


Continuará...