domingo, 7 de junio de 2015

Buenas noches. Ninguna otra



Habla como ninguna otra persona habla.
Se mueve como ninguna otra persona se mueve.
Disfruta como ninguna otra persona disfruta.
Sufre como ninguna otra persona sufre.
Se atreve a lo que ninguna otra persona se atreve.
Viste como ninguna otra persona viste.
Ríe como ninguna otra persona ríe.
Abraza como ninguna otra persona abraza.
Es como ninguna otra persona es.
Vive como ninguna otra persona vive.

No hay otra persona igual.  

Buenas noches.

Buenos días. Duda




En caso de duda, ten generosidad. 

Buenos días.

Paul Gauguin. El calendario cultural de Bautista. 7/6/2015




Tal día como hoy de 1848 nació Paul Gauguin

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Las palabras y los gestos




Las palabras. Los únicos que podemos pronunciar palabras somos los humanos, pero no es lo único que podemos hacer. También están los gestos, las miradas, las sonrisas, las expresiones con las manos. Todos estos elementos hay que cuidarlos para ser humanos. 
Si las palabras nacen pintadas con cariño nada tienen que temer, salvo la incomprensión, pero eso no tiene arreglo ni salida. Los gestos deben ser respetuosos, pero sin que ese respeto te impida ser tú ni relacionarte como tú eres. 
Tendríamos que aprender de la naturalidad que muestran los jóvenes, con sus carencias y sus posibles torpezas, pero con una espontaneidad que sería muy bueno que tuviéramos los que tenemos más edad. 
Creemos absurdamente que la memoria es un depósito de vivencias antiguas e inservibles, cuando es más bien un filtro que expulsa lo que no tiene interés. Creemos absurdamente que la mente tiene otro depósito para albergar sentimientos, emociones, iniciativas y deseos inexpresados por el miedo o censurados por los prejuicios. 
Nos han acostumbrado a taparlo todo, a guardarlo y ocultarlo, a tragar lo que no es digerible. Tenemos que liberar las palabras y los gestos. Las palabras que hablan de sentimientos, de emociones, de disgustos y de futuro. Los gestos que expresan lo que tenemos en la mente en cada momento. No valen las etiquetas ni las frases hechas ni las prohibiciones decadentes. Aunque seamos seres pensantes y reflexivos, no hay que perder la naturalidad que también llevamos dentro. No nos comamos las palabras ni los gestos. No censuremos las palabras ni los gestos de quienes se dirigen a nosotros. 
Buenas noches. Besos y abrazos.

sábado, 6 de junio de 2015

Con Alejandra Vallejo-Nájera en la Feria del Libro de Madrid



Vivir es relacionarse. Es posible que ya lo haya dicho aquí más de una vez, pero es que estoy cada vez más convencido de ello. Se trata de establecer una relación con todos los seres de la Naturaleza, pero, sobre todo, con los seres humanos. Creamos así un mundo, el mundo de cada cual, en el que vamos materializando, haciendo reales, nuestras ideas, nuestros deseos, nuestra manera de ser.

Para relacionarnos con las personas del mundo hay dos asuntos sumamente importantes: tenemos que conocernos a nosotros mismos y tenemos que conocer a los demás. Son tareas en cierto modo parecidas, aunque no exactamente iguales, porque posiblemente mirar hacia el interior de uno mismo sea algo más difícil que hacerlo hacia la persona con la que nos encontramos. Esto concuerda con lo que creo que son los dos grandes propósitos de los seres humanos: conocer el mundo -sobre todo, conocer qué es un ser humano- y actuar convenientemente en ese mundo.

Pensando de esta manera, ha sido una alegría enorme encontrarme esta mañana en la Feria del Libro de Madrid -precioso espacio en donde huele a buena voluntad, a ganas de saber y a cultura- con Alejandra Vallejo-Nájera, psicóloga, profesora y, sobre todo, buscadora del significado de lo humano y de la manera más conveniente para que nuestro mundo sea asimismo un mundo humano. Estaba firmando su último libro, titulado Eres más de lo que piensas, publicado en Espasa, que es un intento de facilitar la tarea de descubrir de qué manera nuestra mente influye en nuestra vida y lo que podemos ver en la de los demás para conocerles mejor. Porque hay en nosotros elementos inconscientes que operan en nuestra vida, pero sin que nos demos cuenta de ello, y este libro colabora en la muy conveniente tarea de desvelarlos para que podamos vivir mejor. Y es que se trata de ser mejores, no sólo en el sentido ético, sino también en el psicológico.

El libro tiene tres grandes apartados. El primero ayuda a distinguir lo que puede denominarse normal de lo neurótico, asunto cada vez más necesario, desgraciadamente, en nuestra sociedad. El segundo habla del lenguaje del cuerpo, con observaciones muy interesantes que nos descubren significados de nuestro comportamiento corporal, muchas veces desconocidos, pero que pueden ser relevantes para quienes conozcan lo que suele haber detrás de los gestos más usuales. El tercer y último apartado trata de la grafología, del estudio de nuestros trazos en la escritura, en la que se reflejan nuestra mente o nuestro estado anímico. Son perspectivas muy útiles para esa tarea diaria y continua del vivir.

Estuvimos un rato muy agradable hablando del pensar, de Facebook, de lo humano y del vivir. Y me dedicó el libro. La verdad es que me emocionó lo que me escribió. El respeto que le debo a ella -como a cualquiera que escriba algo privado- y un poco de pudor me impiden reproducirlo aquí. Me pareció muy normal volverme para verla de nuevo y decírselo con palabras y también con un gesto corporal con el que quise expresar mi emoción.

Mañana domingo, por la mañana, estará en la Feria en la caseta 251 y probablemente el próximo fin de semana también esté. Ojea, si quieres, el libro y habla con ella, que te gustarán ambas cosas.

Buenas noches. Elegancia




La belleza -me refiero a las formas, a las medidas, a las texturas- nos atrae, pero lo que nos enamora creo que es la elegancia -me refiero al uso que hacemos de lo que es bello. Unos ojos pueden tener una belleza espectacular, pero la elegancia, lo que de verdad nos llega, está, no en los ojos, sino en la mirada. 

De lo que no solemos darnos cuenta es de que no es necesario tener belleza para ser elegantes, ni de que no existe una belleza oficial, absoluta, definitiva, sino un montaje tras el que se ocultan negocios y poder. 

Buenas noches.

Buenos días. Triunfo




El único triunfo importante es el que es reconocido por nuestra propia conciencia. 

Buenos días.