El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
miércoles, 6 de marzo de 2013
martes, 5 de marzo de 2013
Piernas
Me bajé del autobús y caminé detrás
de una mujer de mediana edad. Llevaba las piernas enfundadas en unos
leggins negros que dejaban ver una bella silueta en movimiento. El
contorno de sus piernas, como dos potentes columnas coronadas por dos
capiteles glúteos, era realmente atractivo y mi mirada quedó
discreta, pero fuertemente fija en aquel bellísimo ritmo acompasado
que evolucionaba delante de mí. La mujer siguió su camino y yo me
desvié hacia el mío. Cuando desapareció, me di cuenta, con una
cierta preocupación, de que en realidad a aquella mujer yo no le
había visto las piernas, que había estado siendo seducido sólo por
unas formas recubiertas de tejido y que desarrollaban un movimiento,
es verdad, que realmente bello. Dentro de aquellas fundas negras
podía haber una piernas, bonitas o no, o, vete a saber, unas
prótesis convenientemente acondicionadas.
Los leggins no son las piernas, claro. Las
piernas tienen, aparte de unas formas y un perfil determinados, una
piel que les aporta una textura concreta, unos músculos que las
moldean, unos pliegues que les dan vida, un color propio. Los leggins
nos permiten ver la forma de las piernas, pero no su contenido
particular. Y la forma es sólo una parte de la realidad, pero no es
toda la realidad ni, posiblemente, sea la parte más importante de la
realidad.
En ese momento del transcurso de mis
pensamientos, de una manera un tanto brusca y no querida, me vinieron
a la mente, primero, Rajoy, luego, Cospedal y ahí ya eché el freno
y paré. Aparecieron estos tipos en mi imaginario porque me di cuenta
de que también ellos ocultan el contenido de sus palabras bajo la
apariencia de las formas. De la misma manera que los leggins no dejan
ver nada de las piernas, las palabras de estos políticos de la
derecha ocultan la realidad y dejan ver sólo una impresión de
seguridad, de convicción o, en el caso de Cospedal, de nada, que es
otra forma de no hablar de la realidad. Bárcenas, por ejemplo,
juega, en el caso de Rajoy, el mismo papel que las piernas de la
mujer de hoy. Nadie le ve las piernas, nadie habla de las piernas,
como si no existieran. Sólo se ven leggins, movimientos no se sabe
de qué y belleza. Si esas piernas tienen celulitis, manchas, varices
o cicatrices, nada de esto se ve. Nadie sabe casi nada de Bárcenas,
pero nos presentan leggins, apariencias, formas todos los días, para
que nos conformemos con ellas y nos olvidemos de la verdadera
realidad. El PP y los diseñadores nos tienden trampas con mucha
frecuencia.
Buenos días. Punto de vista
Te observo y estás mirando el paisaje.
Tú no te ves como formando parte del paisaje, pero yo a ti, sí. Tu
punto de vista es distinto del mío. Hay otro espectador, situado en
otro punto de vista, que nos ve a los dos como integrantes del mismo
paisaje. Cualquier otro espectador, dependiendo de cuál sea su punto
de vista, nos verá o no como pertenecientes al paisaje. Sin embargo,
siempre hay algún paisaje en el que estamos. No podemos ser fuera de
algún paisaje, sin alguna relación con un paisaje, pero el punto de
vista siempre es importante.
El Calendario de Bautista. 5/3/2013. Rosa Luxemburgo
lunes, 4 de marzo de 2013
Buenos días. Convivir
Vivir no es lo mismo que convivir.
Convivir es una parte del vivir. Eliges la persona con la que
convives porque tu intimidad te lo pide y porque necesitas compartir
tu vida con esa persona, pero la vida no acaba, ni mucho menos, en lo
que aporta la convivencia. La vida tiene mucha más riqueza que la
que se encuentra en la convivencia, por muy bien diseñada y
realizada que esté. La vida sobrepasa todos los límites y tiene que
mantenerse abierta al mundo y a las personas que forman parte de tu
mundo. Yo convivo con una persona, pero quiero vivir con todas las
que me parezca bien hacerlo. Mis amigos, mis amigas, mis compañeros,
mis compañeras, mis conocidos y conocidas forman parte también de
mi vida y lo hacen de una manera importante, insustituible. Yo vivo
en mi mundo, no sólo en mi casa. Buenos días.
El Calendario de Bautista. 4/3/2013. Adelina Zendejas
En este número de la revista Debate Feminista puedes descargarte dos artículos sobre la vida y el pensamiento de Adelina Zendejas.
domingo, 3 de marzo de 2013
Buenas noches. Ministro
Tú eres un ser único. Tienes derecho
a pensar, a hacer y a desear lo que quieras, pero no te olvides de
que no estás solo en el mundo. En el mundo somos muchos y es posible
que no todos pensemos como tú, ni que hagamos las mismas cosas, ni
que deseemos lo mismo. Eres dueño de tu vida, pero nunca, nunca te
olvides de que el mundo es de todos. Todos tenemos derecho a vivir
como queramos. Y dentro de este mundo, que es de todos, tienes que
ser especialmente respetuoso con la orientación sexual de las
personas. La reproducción es importante, pero no es lo más
importante. Tienes un grave error histórico por no saber pensar de
forma autónoma y por tragarte las tradiciones como si fueran
verdades eternas. El sexo no está orientado exclusivamente a la
reproducción y, además, cada uno es dueño de tener la orientación
sexual que le dé la gana. Yo puedo ser homosexual, heterosexual,
bisexual o lo que me dé la gana y tú, ministro, no tienes por qué
opinar sobre ello ni tienes por qué defender ninguna discriminación
según lo que yo decida con mi sexo. No estamos en la Edad Media,
ministro. La humanidad ha evolucionado mucho -no gracias a los que
son como tú, claro- y tú aún no te has enterado. Crees que por tus
venas corre agua bendita, en lugar de sangre, y eso te pierde. No
deberías ponerte a gobernar una sociedad si no eres tolerante,
ilustrado, prudente, justo ni tienes idea de lo que son los derechos
humanos. No te pido que te calles, ministro, sino que tus palabras no
sean un atentado contra la humanidad.
Y tú, amigo, amiga, no le hagas caso a
este tío ni a los que piensan como él. Hoy no ha sido un día
demasiado bueno en noticias, pero algún recuerdo agradable tendrás.
Arrímate a él y carga bien la nube de cariño, que hoy la
necesitamos.
Buenos días. Relaciones
Vivir no es simplemente estar. Vivir es
establecer relaciones con las personas y con las cosas que forman tu
mundo. Vivir no es sumergirse en la pasividad. Vivir es construirse
como persona en contacto con todo lo que te rodea. Vivir es estar
abierto a los demás, no para sacarles nada, sino todo lo contrario,
para ofrecerles lo mejor de ti sin esperar nada a cambio. De esa
misteriosa donación nace luego la vida, el cariño, el intercambio
desinteresado, el crecimiento mutuo. Vivir es estar abierto a las
cosas, a la Naturaleza. La Naturaleza no tiene pudor y se deja ver
tal como es. La Naturaleza te muestra su belleza desinteresadamente,
te ofrece siempre lo mejor que tiene y sólo pide a cambio respeto.
La relación con las personas y con las cosas es lo que te hace estar
vivo, lo que te hace ser. Imagínate que suprimes tus relaciones con
las personas y con las cosas. ¿Quedaría algo de tu vida? Nada. No
queda otra posibilidad: sal de ti. Y mantén abierta tu vida para que
puedan entrar los demás. Buenos días.
El Calendario de Bautista. 3/3/2013. Marguerie Duras
sábado, 2 de marzo de 2013
Buenos días. Procrastinación
Hay un vicio que triunfa en nuestro
momento y es el de la procrastinación. Consiste en dilatar la
realización de lo que debemos hacer, para dedicarnos a tareas más
agradables y livianas. Las tentaciones del mundo y nuestros cada vez
más débiles hábitos mentales nos están haciendo cada vez más
procrastinadores. Hay que ser conscientes de este asunto para no
llevarse a engaño y no tardar dos días en hacer lo que en una hora
estaría listo, si fuéramos capaces de concentrarnos más. Deberías
hacer el esfuerzo de huir de la procrastinación.
viernes, 1 de marzo de 2013
Buenas noches. Sorpresa
Sin darnos cuenta, de la misma manera
que llega la noche o que los años se apoderan de nosotros, nos
estamos dejando dominar por la sorpresa. La vida, los días, se están
convirtiendo en una sucesión de sorpresas, una tras otra, como un
desfile interminable de novedades insospechadas. El Papa nos da
sorpresas, el PP nos da varias sorpresas al día, la salud nos da
sorpresas, la realidad nos da sorpresas que dejan en mantillas la
ficción. Y la tentación es que nos centremos en ese ramo envenenado
que forman las sorpresas de la realidad y las sorpresas de la
televisión y nos olvidemos de nosotros mismos. Las sorpresas son una
desviación, un divertimento que nos aleja de nuestra propia vida, de
lo que yo he venido a hacer en el mundo. Son necesarios los
divertimentos, pero como momentos secundarios tras los que debemos
volver a nuestro mundo, a nuestra propia vida. Lo más destructivo
que podemos encontrarnos hoy en la vida es la sorpresa, la continua
sorpresa.
Ahora, en la noche, cuando ya todo se
acabe y empiece el momento de descansar, deberíamos olvidarnos de
las sorpresas y volver a lo conveniente, a una de las pocas rutinas
útiles en la vida. Relajar el cuerpo bajando los hombres y notando
el peso de cada una de sus partes. Relajar la mente recordando sólo
lo positivo, lo agradable que haya tenido el día. Y dormir en el
amor que se irradia hacia las personas que queremos, esas que nos
ayudan a vivir y con las que gozamos la alegría de estar en el
mundo. Mañana el nuevo día será una sorpresa, seguramente
agradable, pero eso será mañana. Buenas noches.
Lo que vi: Antígona, de Anoulhl.
La sala 1 del Matadero es un espacio
escénico amplísimo, lleno de posibilidades y muy diferente al que
el espectador puede encontrar en un teatro convencional. Las tablas
del escenario están al nivel de la primera fila de espectadores y
las desnudas paredes de la sala puede que produzcan en el público la
impresión de que se está en una especie de pabellón deportivo, en
lugar de en un recinto teatral.
Quizás sea por eso que los
espectadores, ya sentados en sus algo incómodas butacas, no callen y
sigan hablando y hablando -con esa manía que tiene hoy el español
medio, de tener que hablar en todas partes, incluidos conciertos u
obras teatrales-, a pesar de que en el escenario hay ya una actriz,
la genial Berta Ojea, bordando su papel de nodriza barbuda. El
personaje está, es verdad que callado, pero actuando. Tiene que
sonar la voz que recuerda que hay que apagar los móviles y que la
función va a comenzar para que los asistentes se callen. Para
entonces, ya no se habrán dado cuenta de que la nodriza se ha echado
a dormir y que lo que viene a continuación es lo que sueña. La
ambientación de este sueño echa mano de las máquinas de humo. Me
imagino que habrán tenido que contratar un verdadero arsenal de
tales artefactos, tanto por las dimensiones del local, como por el
tiempo que transcurre desde que empieza a salir el humo blanco desde
el fondo del escenario hasta que cesa tal efluvio, con algunos
espectadores ya un poco molestos por la presencia olorosa de tales
emanaciones.
La obra cuenta la historia de Antígona
y de su hermana Ismena, hijas de Edipo, y sus reacciones ante la
muerte de su hermano Polinices. Tras la muerte de Edipo, sus hijos
Etéocles y Polinices deberían ocupar el trono durante años
alternos, pero el primero no cede el poder y Polinices entonces
organiza un golpe de Estado para ocuparlo. Tras la muerte de ambos en
la lucha, ocupa el trono su tío Creonte, un tirano que, con afán de
dar ejemplo al pueblo, decide castigar la actitud de Polinices,
prohibiendo que se dé sepultura a su cadáver y permitiendo que se
pudra a la vista de todos.
Las reacciones de las dos hermanas son
contrarias y prototípicas de las dos posiciones habituales frente al
poder. Ismena, transigente, miedosa y disciplinada, acata sin más el
designio del tirano. Antígona, por el contrario, considera injusto e
inmoral el designio de Creonte y se atreve a robar el cadáver y a
enterrarlo. Antígona representa el ideal de justicia y de
racionalidad. Es la reacción del individuo consciente frente al
poder. Creonte, por el contrario, defiende una visión posibilista,
realista de la sociedad y del poder. A pesar de que entiende los
problemas del ejercicio del poder, acepta asumirlo. Es imposible la
coexistencia de ambas posturas y Antígona termina siendo condenada a
muerte por su tío. Éste, a su vez, recibe las consecuencias de su
decisión sufriendo el suicidio de su hijo, prometido de Antígona, y
de su propia mujer.
La puesta en escena que eligen Rubén
Ochandiano y Carlos Dorrego es muy libre. El policía que aparece en
la obra va caracterizado de payaso, llega montado en un ridículo
triciclo y no acierta ni siquiera a elegir la manera de matar a
Antígona. La nodriza, magníficamente interpretada por Berta Ojea,
es una mujer barbuda. Hemón, el prometido de Antígona, aparece como
un boxeador y Creonte lleva puesta una especie de capa o bata y unas
gafas de sol de una conocidísima marca. Hay un personaje, que va
comentando y casi explicando lo que va ocurriendo en el escenario,
pero lo hace en francés. Quienes no sepan este idioma, tienen que
seguir la traducción simultánea que aparece encima del escenario,
pero sin ver al actor que habla. Me pareció una especie de
distanciamiento, similar al que introducía en sus obras Bertold
Brecht, tendente a que el espectador se separe emocionalmente de la
obra para que intente comprender el mensaje que se quiere transmitir.
El montaje no es demasiado
espectacular. Los actores parecen dedicarse sobre todo a la emisión
del texto, sin dotar de emoción a sus palabras. En este sentido, no
me acabó de convencer Najwa Nimri, a quien a veces me costaba
trabajo entender. Esta actitud de centrarse en el texto, mostrándolo
un tanto frío, me parece observarla en la mayoría de las obras que
he visto últimamente.
A medida que avanza la obra, se va
poniendo muy de manifiesto un paralelismo entre lo que se relata en
el escenario -déspota, las actitudes de las hermanas en relación
con el poder- y la situación que vivimos actualmente en España. Al
final, la referencia es clara y la obra termina con el pasodoble
“Suspiros de España”.
La obra merece la pena verse. De hecho,
yo lo volveré a hacer próximamente.
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