viernes, 12 de octubre de 2012

jueves, 11 de octubre de 2012

Mirando por la ventana. Qué di WERT ido es WERT




¡Qué majo es este Wert! Me recuerda a esos alumnos de los que en las juntas de evaluación no se puede decir nada bueno, salvo eso tan estúpido y tan vacío de “pero es muy majo”.

Es posible que la presunta majeza de Wert radique en su simpleza, en que no tiene doblez, puesto que dice las cosas como las piensa. Bueno, mejor dicho, como le vienen a la boca. Habla Wert con una naturalidad y una franqueza que lo hacen un ser transparente, como si la nada se pusiera traje y corbata y empezara a disparar por la boca palabras con forma de graciosa estupidez.

Wert es el embajador de la derecha profunda, del fascismo avanzado, del pasado hecho presente, del futuro imposible, de la mancha ideológica expansiva y de la ineptitud convertida en Decreto-ley. Es el que nos muestra con más generosidad cómo es el fascismo neoliberal y por eso la ciudadanía debe estarle muy agradecida. Qué lejos de Wert aquel aluvión de eufemismos peperos que convertían el discurso en una especie de poema de baja calidad. O aquellas tomaduras de pelo de Rajoy de sí o no o vaya usted a saber o como usted quiera, qué quiere que le diga. Aquí, con Wert, está todo claro, porque en el PP, cuando quieren hablar claro, sí que lo hacen. Ahora ya sabemos que lo que quieren de verdad es ser fascistas, actuar como fascistas, que todo el pueblo trague con lo que ellos quieren. En el fondo están convencidos de que tienen la verdad, toda la verdad sobre todas las cosas. Y, claro, esa verdad la tienen que imponer a todo el mundo.

Esas verdades, que a veces suelta el PP y que la gente se toma luego tan mal, son, en todo caso, muy simples, muy sencillas, y todo el mundo las puede entender. Por ejemplo, viene una crisis mundial y se les mete en la cabeza que hay que zapaterizar la crisis. Todo el mundo debe saber -desean ellos- que Zapatero fue el artífice de la crisis, de la subida de la prima de riesgo, de la caída de la bolsa y de que los bancos dieran hipotecas hasta a quienes no las querían. Saben estos linces que machacando cada día en todas partes una idea, la gente acaba creyéndosela, con lo que se pusieron manos a la obra y consiguieron que muchos se creyeran -y aún lo creen- que todo esto se debe a Zapatero.

Ahora, el afán de imponer sus ideas a todo el que se mueva les lleva -y nadie más autorizado que Wert para proclamarlo en las ondas- a defender la idea de que hay que españolizar a los catalanes, que no saben lo que se pierden con sus afanes independentistas. No hay ninguna razón de peso que impida, por ejemplo, que un inculto se convierta en ministro de Cultura o que un cateto quiera dar clases de elegancia. Esto puede que explique esa manía pueblerina de creer y expresar que como el pueblo de uno no hay nada y que todos deberían copiar lo que se hace en el pueblo, porque es lo mejor del mundo y el resto de pueblos no valen un pimiento. Ya se sabe que los catetos son pesados, inoportunos y disparatados, pero son muy majos y eso los salva.

Wert, además, atesora esa impagable cualidad neoliberal de crear cortinas de humo en el momento más conveniente, aunque sea al caro precio de darle votos al adversario. Si la cosa económica se pone mal y se quiere que la ciudadanía no lo advierta, se saca a Wert a que haga una bufonada y todo el mundo se queda mirando hacia él, en lugar de contemplar lo que no se quiere que se contemple.

Nunca agradeceremos suficientemente a Wert las alegrías que nos aporta con sus cosas y la claridad con la que vemos a ratos en qué consiste el new deal neoliberal. Es incomprensible que pidan ahora que dimita. Este Gobierno no sería el mismo sin la figura siempre gratificante de Wert. Es más, deberían ascenderlo y que luciera todo su esplendor, por ejemplo, en la cartera de Asuntos Exteriores. Que el mundo vea a Wert. ¡Pero qué majo y divertido que es!

Buenos días. España evoluciona




Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que España, que era una -aunque había dos-, grande -a pesar de lo cual no cabían todos- y libre -sobre todo para los que tenían poder-, se definía, por quien tenía atribuciones para definirla, como “una unidad de destino en lo universal”. Esto de la unidad -otra vez- en lo universal tenía un tufo fascista insoportable, pero volvía locos a los que profesaban la funesta manía de querer someter a los demás bajo las suelas de sus rancias ideas. Estas palabras tan solemnes -en el fondo, tan vacías- les solazaba el espíritu, les disparaba las glándulas y la hormona de la metafísica patriotera se les ponía por las nubes, hasta el punto de que se colocaban en las mismas puertas de la otra vida, aunque con los pies muy bien asentados en esta. Yo creo que lo que les atraía de todo este montaje era que lo consideraban como un negocio espiritual que les proporcionaba bienestar anímico aquí y, encima, creían que les garantizaba el acceso futuro a reinos eternos, que se supone que también estaban llenos de unidad y de universalidad, para que no desentonaran.

Pero, a pesar de todo el afán conservador que se quisieran echar sobre la brillantina estos negociantes disfrazados de hombres píos, las cosas cambian. Aunque alguien se acostumbre a volver la cara para otro lado e ir mirando de reojo, la sociedad evoluciona y las palabras van perdiendo el aire que las mantenía infladas, hasta quedarse convertidas en desechos antiguos e inservibles. Así, el negocio espiritual, que catapultaba a la estirpe española hacia el más allá, se fue transformando inadvertidamente hasta situar en el trono que antes ocupaba el espíritu, la más reconfortante y placentera materia, revestida de ganancias, dineros y prebendas encerradas en el glorioso saco del capitalismo.

De esta manera, la España que unos padres acostumbrados a mirar al sol consideraban una unidad de destino en lo universal, fue transformada por sus hijos, que no dejaban de contemplar al astro rey, pero que ya solían usar gafas de colores oscuros y cremas solares para evitar ciertos peligros, en algo mucho más eficaz, más beneficioso y más lucrativo: la marca España.

En esas estamos hoy.

El calendario de Bautista. 11/10/2012. Ediyh Piaf



Tal día como hoy de 1963 murió la cantante Edith Piaf. Puedes encontrar más información pulsando aquí.



miércoles, 10 de octubre de 2012

Mirando por la ventana. Objetivo




No digo que estos tipos del PP que entre todos hemos colocado en el Gobierno de España no quieran sacar al país de la crisis. Sí digo que su ineptitud es tal que cada vez está más claro que es imposible que lo consigan. Pero también digo que su verdadero objetivo primordial, por lo que tenían tanta prisa para estar en el poder, es el de cambiar las estructuras socioeconómicas del país, de forma que, cuando salgamos de ésta, puedan sacar adelante más fácilmente sus negocios y sus ganancias crezcan, a costa de poder llevar a cabo una explotación mayor del trabajador. Esto es lo que no me explico que sus votantes y sus defensores no vean. Parece que hay pobres que piensan como los ricos.

Buenos días. Duda




Duda. Duda de todo, de lo que haces, de lo que piensas, de lo que ves, de lo que hacen los otros, de lo que dicen, de las certezas, de las convicciones, de las evidencias. Descartes decía: “Si dudo, es que pienso; y si pienso, es que existo”. Lo tuyo debería ser: “Si existo, pienso; y si pienso, dudo”. Aprende a vivir con la duda. Es un poco más duro, pero muy sano.

El calendario de Bautista. 10/10/2012. Orson Welles




Tal día como hoy de 1895 murió el cineasta Orson Welles. Puedes encontrar más información pulsando aquí.

Hoy lo común es usar planos cortos, breves, de sólo unos segundos de duración, porque prima la velocidad sobre el contenido. Esto tiene unas consecuencias sobre la concentración, sobre la forma de pensar y sobre la estética, entre otras cosas, muy grandes. Sin embargo, a Welles le gustaban los planos largos. Es célebre el de la película Ciudadano Kane que puedes ver a continuación.



martes, 9 de octubre de 2012

Mirando por la ventana. Profesionales




Indisolublemente unida al profesional está la persona. No se pueden separar ambos aspectos, pero sí se pueden distinguir. Al profesional se le exige eficacia y competencia en el ejercicio de su función. A la persona se le debe exigir una actitud ética que le permita vivir en la sociedad como un ser humano. Cuando uno de los dos aspectos falla, nos encontramos con una disfunción social que nos lleva a pedir responsabilidades o a remover al causante de esa situación anómala.

Pongamos algunos ejemplos. A un profesor se le exige que sepa la materia que tiene a su cargo y que la explique bien, pero, además, que su actitud personal sea de respeto y de buen trato con sus alumnos. A un médico, por su parte, le pedimos que sepa curar, pero también que trate correctamente al enfermo, con calidad humana y con una actitud positiva.

Pero ¿qué cabe pedirle, sea el caso, a un policía? La eficacia y la competencia se le suponen, pero ¿y su actitud ética? ¿Se justifica éticamente el propio policía sus intenciones cuando reprende brutal e indiscriminadamente a unos manifestantes o ni siquiera se lo plantea? Es cierto que suele recibir órdenes, pero ¿debe cumplir unas órdenes con visos de ser injustas? ¿Considera, quizás, que estas son exquisiteces delicadas propias de señoritos y señoritas que no saben nada de la vida? Mi escasa experiencia con la policía me hace, sin embargo, no tener que llegar a extremos demasiado violentos para ver que aquí hay problemas. Recuerdo una vez que le pregunté a uno si sabía qué pasaba con los autobuses, porque tardaban demasiado en llegar a la parada, y me respondió en un tono intimidatorio, prácticamente gritando, que él no sabía nada de eso. Me quedé sin ganas de recurrir en el futuro a la policía para preguntarle nada. La conclusión que saco actualmente de la actitud de estos señores es que parece que no necesitan que se les respete ni que se les considere bien por parte de los ciudadanos. Valoran más, al parecer, la mera obediencia y la brutalidad que su condición humana. Ellos verán.

Y, por poner un último ejemplo, qué decir, de las personas que forman el Gobierno de nuestro país. La eficacia y la competencia que, como profesionales, habría que exigirles se cae cada día un poco más. Y su actitud ética parece muchas veces ausente, como les suele ocurrir a los que, en medio de su profunda ignorancia, confunden la ética con la religión, y recurren absurdamente a Vírgenes y Santos para que les apoyen en sus desvaríos. El pueblo quizás no distinga estas cosas, pero sí ve cada vez más que ni como personas ni como políticos valen para algo. Y así vamos cuesta abajo sin remedio.

Buenos días. Palabras




Llegamos a ser seres humanos gracias a las palabras. Con ellas creamos la red que nos sostiene en la vida con valores, con ideas, con afectos entendidos, con proyectos, con sinergias, con diálogos, con dudas, con normas, con angustias y con alegrías. Por eso es tan importante aprender a expresarse bien, escuchar siempre al que habla, enterarse de lo que se lee y no degradar nunca el mundo de las palabras ni menospreciarlo. Va en ello nuestra propia vida.

El calendario de Bautista. 9/10/2012. Jacques Brel



Tal día como hoy de 1978 murió el cantante Jacques Brel. Puedes encontrar más información pulsando aquí.



lunes, 8 de octubre de 2012

Mirando por la ventana. Funambulista




Vivir es, en el fondo, andar como un funambulista a lo largo de un alambre que va desde el primer llanto al último suspiro. Lo suyo es ir preparándose poco a poco una buena barra equilibradora, con buenos elementos y buenos criterios, para que el recorrido sea más fácil y seguro. Hay, sin embargo, quienes desde un principio sienten miedo o vértigo o, simplemente, no disfrutan con las aventuras y se paran. Estos nunca se caerán, ciertamente, pero tampoco vivirán. Otros, en cambio, ven absurdo no recorrer el alambre, no avanzar, no llegar a alguna parte y se lanzan hacia adelante a saborear el riesgo de crear un paso nuevo, una nueva visión, un logro más. Algunos se caen, pero muchas veces una especie de corriente de aire repentina los vuelve a situar en el alambre.

Música




El de ayer fue un día muy agradable, en el que destacó con fuerza propia la música que escuché con un placer intenso y poco habitual. A pesar de que buena parte del centro de Madrid estaba cortado por una fiesta de la bicicleta, que desconocíamos que se celebrara en ese momento, pudimos llegar a la Fundación Juan March a tiempo de encontrar sitio en su Salón de Actos. Tenía lugar allí un recital de violín y piano a cargo, respectivamente, de Ana María Valderrama y de Luis del Valle. En el programa, obras de Debussy, Sarasate, Grieg y Saint-Saëns.

Ana María Valderrama ha ganado no hace mucho el Primer Premio y el Premio Especial del Público en el XI Concurso Internacional de Violín Pablo Sarasate y su programa de conciertos incluye Inglaterra, Alemania, Francia, Portugal, Rusia, Mexico y Colombia. Luis del Valle, por su parte, junto con su hermano Víctor, ganó el prestigioso ARD International Music Competition de Munich, en 2005, y tiene igualmente previstos conciertos en varias ciudades españolas y europeas.

El programa invitaba a la expresión lírica y al lucimiento, sobre todo, de la violinista. No voy a exponer aquí si, desde el punto de vista puramente musical, los intérpretes consiguieron sus objetivos, pero si quiero reseñar el síntoma de que al final del concierto varios ojos estaban húmedos, algunas voces estaban entrecortadas y una suave sonrisa se había instalado en muchos rostros. Sin duda que llegaron a establecer una comunicación profunda y emotiva con los espectadores.

Lo que vi ayer fue a un pianista lleno de sabiduría, de sensibilidad y de delicadeza junto a una violinista que me parece que tiene una mente prodigiosa, de la que sale una energía que pasa por su corazón y aparece por sus manos para sacarle al violín y a cada frase musical todos los secretos que pueda tener escondidos. El tópico es decir que tocan como los ángeles, que la música es cosa de los dioses o expresiones parecidas que terminan quitando valor a los propios músicos. A mí me pareció que lo de ayer era el fruto de muchas horas de trabajo, de estudio, de sacrificio, de ensayo, de constancia, de mucho talento y del dominio de la técnica necesaria para obtener un producto de calidad. En el escenario ayer había mucho mérito, pero también, y sobre todo, había música.

La música es mucho más que un conjunto de sonidos. La música es la recreación por el artista de una idea del compositor. Frente a las carencias, las frustraciones, las derrotas, las imperfecciones y las imposibilidades del mundo cotidiano, la música representa lo hecho, lo terminado, la idea convertida en realidad de un proyecto determinado en el que hay estructura, emoción, belleza, principio, fin y desarrollo. La música es un objeto creado con sentido por el compositor, que necesita siempre ser recreado por el artista. Pero, además de crear unos determinados sonidos, la música es capaz de crear también el estado mental del receptor de tales sonidos. En esto quizá la música supere al resto de las artes, en que tiene un enorme poder para penetrar en la mente del espectador, adueñarse de ella y ser capaz de trastocarle sus esquemas, obligándole a olvidar lo que le persigue y a sumergirse en sugerencias nuevas, en emociones vivas, en mundos muy distintos a los que le dominaban antes del concierto.

Esto fue lo que Ana María Valderrama y Luis del Valle lograron ayer en la Fundación Juan March. Un silencio ocupado sólo por la música, por el arte creativo de estos dos grandes y por las vivencias sin remedio que arrastraban a los espectadores, llenó el espacio. Las emociones, los ojos húmedos, los aplausos, el sobrecogimiento, el mundo nuevo que entraba por los oídos ocuparon ayer la sala de conciertos. Una amiga a la que encontré allí me resumió lo que le habían parecido los intérpretes: “Al pianista ya lo conocía y es muy bueno, pero la violinista es magnífica”. Fue un espléndido día.


Buenos días. Belleza




Sería bueno que no nos fijáramos sólo en las apariencias ni que nos formáramos un juicio sobre alguien basándonos en pequeños detalles demasiado visibles. Si lo hacemos, seguramente nos llevaremos un chasco. Busquemos más en la mirada que en los ojos, en la sonrisa que en la boca, en los ademanes que en las manos, en las ideas que en el cuerpo. No digo que renunciemos a la belleza sensible, pero no nos quedemos en ella.

El calendario de Bautista. 8/10/2012. Ernesto Che Guevara




Tal día como hoy de 1967 fue presumiblemente asesinado Ernesto Che Guevara. Puedes encontrar más información pulsando aquí.



domingo, 7 de octubre de 2012

Mirando por la ventana. Ideologías




A la derecha, cuando no está en el poder, le gusta decir que las ideologías han muerto, que son cosa del pasado y que la izquierda es igual que la derecha, que todo es lo mismo. (Una de las características de la derecha es lo fácilmente que generaliza en cualquier situación) Pero cuando llega al poder es como si las ideologías resucitaran, especialmente la suya, y se esfuerza muy pronto en organizar la sociedad de acuerdo con ella.

Ana María Valderrama


Ana María Valderrama es el futuro del violín en España.


Buenos días. Devolver




No te sé decir por qué es así, pero ¿a que te parecería un detallazo y de un estilo humano tremendo que te dieran más de lo que das tú? Pues si es así, hagámoslo.

Linda Oh


El calendario de Bautista. 7/10/2012. Edgar Allan Poe




Tal día como hoy de 1849 murió Edgar Allan Poe. Puedes encontrar más información pulsando aquí.


sábado, 6 de octubre de 2012

Mirando por la ventana. Despiste




¿Te has fijado en la talla humana, ética y política de ciudadanos como Rajoy, Wert, Ana Mato, Báñez, Jorge Fernández, Guindos, Montoro o Gallardón, por citar sólo a unos pocos? Pues son los que nos gobiernan. ¡Qué despistado debe de andar el pueblo para que haya decidido esto!