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miércoles, 5 de enero de 2011

Generosidad



El precio de ser generoso es muchas veces tener que hacer, tolerar, permitir o soportar cosas con las que no estás de acuerdo, que no te apetecen o que no quieres hacer. Creo que no siempre se debe ser excesivamente generoso. Tienes que ser generoso al interpretar lo de 'excesivamente'.

lunes, 2 de agosto de 2010

Maneras de vivir / 2


Hay quienes permanecen en el negocio como estilo de vida: te doy para que me des. Es una forma muy primitiva de vivir y produce escasa felicidad, pero muchos es lo único que conocen. Unos pocos han visto en la generosidad una manera distinta y más satisfactoria de vivir: te doy, aunque tú no me des. El número de estos es cada vez más escaso y están desmoralizados.

jueves, 7 de enero de 2010

Incomprensión


Tengo la impresión de que una de las características del individualismo egoísta que tanto se encuentra en nuestra sociedad es la de que está incapacitado para comprender y admitir la generosidad, la justicia o la igualdad. Parece que al generoso no le basta hoy con practicar su virtud. Además, si quiere ser comprendido o no quiere ser tomado por el pito del sereno, tiene que practicar la pedagogía e intentar explicar lo que está haciendo a gente que o no entiende o no quiere entender. Ocurre esto, creo, con los partidos de izquierda y ocurre también a veces entre los amigos y entre las familias.

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