Una mujer camina con la cabeza baja y las manos en los bolsillos. Lleva una boina y un impermeable transparente. La acompañan un hombre y un perro. Posee los que, al parecer, son los ojos más bellos del cine francés y cuenta con tan sólo dieciocho años. La película tiene por título “El muelle de las brumas” (1938), la dirige Marcel Carné y, más adelante, será considerada un claro ejemplo...
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