martes, 9 de agosto de 2011

Letras que hago mías. Toot Thielemans






"Puedo presumir de haber tocado con Charlie Parker" 

CHEMA GARCÍA MARTÍNEZ  -  San Sebastián 
EL PAÍS - 25-07-2011

A sus juveniles 89 años de edad, Jean-Baptiste Isidor Thielemans (Bruselas, 1922), con tratamiento de barón en su país por concesión del rey Alberto II, es un auténtico tesoro viviente. Su experiencia acompañando a los más grandes talentos que ha producido el jazz en su centenaria historia no tiene comparación con la de ningún otro intérprete en activo. Hoy visita San Sebastián para actuar al frente de su cuarteto y recibir el Premio Donostiako Jazzaldia 2011.


Como tantos de sus compatriotas, el joven Thielemans sufrió los rigores de la II Guerra Mundial: "No fueron años fáciles para nadie. Durante la ocupación alemana sufrí mi primera 
contaminación jazzística. Vivía en Bruselas y había cerca una tienda de discos a la que iba a mirar el escaparate. Al cabo de un tiempo, reuní el dinero suficiente para comprarme mi primer disco: Carry me back to old Virginy, de Louis Armstrong. Pero escuchar jazz estaba prohibido en aquellos días. La solución era amortiguar el sonido de la bocina del gramófono con una almohada para que no lo escucharan los vecinos. Si te denunciaban, podías ir a la cárcel". (...)


Para una mayoría de aficionados, el nombre de Toots Thielemans aparece asociado a su participación en series y filmes de éxito como
Ábrete sésamo, Cowboy de medianoche o Delicias turcas. Pero fue en 1962, cuando conoció su mayor éxito con Bluesette, un tema que, más tarde, interpretaría en compañía del trompetista y cantante Chet Baker: "Éramos diferentes en todo menos en lo importante: la música. Él era un modelo de perfección. Su manera de construir las frases, el modo en que cantaba... era perfecto. Yo no lo era tanto, por eso trataba de ser más moderno que él, porque él resultaba inabordable".


Para Thielemans, tocar jazz es como declamar una poesía. Eso, dice, lo aprendió de Baker: "Hay que aprender a decir más con menos palabras. He llegado a un punto en mi carrera en que quiero expresar las emociones más profundas con el mínimo de notas. Esta es la verdadera sabiduría".


A sus casi 90 años, el jazzista belga está al día de las últimas corrientes: "En mi ordenador tengo a Joshua Redman, Steve Coleman, Brandford Marsalis, Vijay Iyer... todos fantásticos, pero no me siento tocado por su música. Soy muy crítico, incluso con mis propios discos. Todavía sigo estudiando y practicando a diario. Llevo medio siglo creando música y no pienso bajar la guardia. Hank Jones estuvo en activo hasta los 92, yo tengo 89, así que me quedan algunos años. Toco madera".


Puedes leer el artículo entero, publicado en El País del 25 de julio de 2011,
aquí.



Grace Jones

lunes, 8 de agosto de 2011

En voz alta




Hay un tipo muy molesto de personas que sienten la ineludible necesidad de decir en voz altísima todas las tonterías que tienen en la cabeza.

Además de las leyes de la mecánica, de los diversos tipos de sintagmas, o en lugar de los mandamientos de la ley de Dios o del pensamiento de Wittgenstein, se debería enseñar en las escuelas que hablar en voz alta cuando se está en público no es un comportamiento recomendable porque puede molestar a los demás.


Antonia Font

sábado, 6 de agosto de 2011

Nuevo discurso poético

Indignaos / y 3




¿Cómo concluir esta llamada a la indignación? Acordándonos una vez más de que, en ocasión de los 60 años del Consejo Nacional de la resistencia, decíamos, el 8 de marzo de 2004, nosotros, los veteranos de los movimientos de resistencia y de las fuerzas combatientes de la Francia Libre (1940-1945), que ciertamente "el nazismo ha sido vencido, gracias al sacrificio de nuestros hermanos y hermanas de la Resistencia y de las Naciones Unidas contra la barbarie fascista. Pero esta amenaza no ha desaparecido totalmente y nuestra cólera respecto a la injusticia sigue intacta".

No, esta amenaza no ha desaparecido del todo. De la misma manera, apelemos todavía a "una verdadera insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que no proponen otro horizonte para nuestra juventud que el del consumo de masas, el desprecio hacia los más débiles y hacia la cultura, la amnesia generalizada y la competición a ultranza de todos contra todos".

A aquellos que harán el siglo XXI, les decimos, con todo nuestro afecto:

"Crear es resistir.
Resistir es crear."



Del libro de Stephane Hessel, ¡Indignaos!

The Cranberries

viernes, 5 de agosto de 2011

Indignaos / 2





A los jóvenes les digo: mirad a vuestro alrededor, encontraréis los hechos que justifiquen vuestra indignación -el trato a los inmigrantes, a los sin papeles, a los gitanos-. Encontraréis situaciones concretas que os llevarán a emprender una acción ciudadana fuerte. ¡Buscad y encontraréis! (...)

Hay que comprender que la violencia le da la espalda a la esperanza. Hay que dotar a la esperanza de confianza, la confianza en la no violencia. Es el camino que debemos aprender a seguir. Tanto del lado de los opresores como de los oprimidos, hay que llegar a una negociación que haga desaparecer la opresión; eso es lo que permitirá que no haya violencia terrorista. es por esta razón por la que no deberíamos acumular mucho odio.

Del libro de Stephane Hessel, ¡Indignaos!