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martes, 14 de enero de 2014

Buenas noches. El amor





En mi opinión, el amor básicamente no es un sentimiento ni una emoción, aunque tenga un componente sentimental.

En el amor no basta, ni mucho menos, con sentir.

El amor es una actitud racional que se tiene que traducir en hechos.

Es racional porque tenemos que conocer muy bien a la persona a la que queremos y tenemos que descifrar qué es lo que debemos hacer para ayudarle a vivir, para que cumpla sus aspiraciones en la vida.

Se tiene que traducir en hechos porque si no, ¿para qué amamos? ¿para qué vivimos?

Cuando vemos que la persona amada es feliz, de rebote y sin buscarlo, nos sentimos felices nosotros también, pero no por lo que hayamos podido hacer, sino porque a lo que aspiramos amando es a la felicidad de la persona amada.

Si queremos convivir con una persona a la que amamos, esa actitud debe ser recíproca.

Esa misma actitud es la que hay que practicar con los amigos y con las amigas con los que vivimos y a quienes queremos.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Buenas noches. El manantial





Hay un lugar dentro de ti en el que confluyen tus actitudes, tus ideas, tus deseos y tus valores. Ese lugar es la mente, aunque los malabaristas del lenguaje le llaman el alma, el espíritu o algo por el estilo.

En ese lugar hay una fuente de la que manan tus palabras, tus gestos, tus sonrisas, tus actos, tus amores, tus odios y tus indiferencias.

En toda tu trayectoria hasta convertirte en un ser humano, lo único que tienes que hacer es procurar que todo lo que salga de ese manantial sea limpio, generoso, solidario, bueno y, a ser posible, bello. Buenas noches.

viernes, 7 de junio de 2013

Buenas noches. Te quiero




Por si mañana me muero
necesito decirte hoy,
amigo, amiga,
que te quiero.


Sé que no me voy a morir mañana. Al menos, eso espero. Pero cada vez tengo más fuerte la vivencia de que hay cosas que no se deben quedar dentro de uno. Sobre todo, las emociones y los sentimientos positivos que me despiertan las personas que significan algo positivo en mi vida. No me educaron para eso, pero lo he descubierto yo. Es bueno querer a los demás y es bueno, además, decírselo. A mí me gustaría que me lo dijera cualquier persona que me quisiera. Incluso si me odiara, me gustaría también que me lo dijera. Las emociones dentro de la mente hacen daño. Así que no te extrañe si en algún momento te digo lo que siento por ti.

Piénsalo tú esta noche cuando te vayas a dormir. Esa nube de cariño que te invito a formar cada noche no está formada más que por tus emociones y tus actitudes. Creo que deberías formarla todas las noches. Y, además, de día, decírselo y mostrárselo a la persona afectada. En un mundo distinto eso sería muy sano, muy bueno, muy bonito. Buenas noches.

lunes, 18 de marzo de 2013

Amor 96




En el amor, la emoción es fuerte y envolvente, pero la actitud del que ama debe ser sosegada y bien pensada.

miércoles, 6 de junio de 2012

Besos y besos




Ayer te di un beso. Fue un beso frío. Tú no parecías tú y yo no tenía nada que decirte, no tenía nada que darte, ni, mucho menos, un beso. Fue un beso de compromiso, un beso que pasaba por allí, un beso mecánico, un beso sin alma. Hice los mismos gestos de siempre, pero fue un beso vacío, un beso sin beso. En realidad, te di un beso porque tú me lo pediste, porque tú querías que te besara, porque me impusiste la rutina diaria de darte un beso cuando te vas a trabajar, pero yo no te besé. Fueron mis labios quienes te besaron, pero no yo.

Hoy, sin embargo, parecía que habías vuelto de un absurdo viaje a la lejanía. Hoy te sentía cerca, algo importante me unía a ti y yo lo sentía. Esta mañana era como esas otras mañanas en las que hasta el aire que me separaba de ti estaba lleno de algo nuestro. Hoy te di un beso, pero te lo di yo. Era un beso mío para ti, en el que mi vida se mezclaba con la tuya a través de nuestros labios. Hoy era yo quien quería besarte y lo hubiese hecho aunque tú no me lo hubieras pedido. Mis labios hicieron aparentemente lo mismo que ayer, pero hoy te entregué todo mi yo en un beso.

Los mismos gestos, el mismo rito, los mismos movimientos, pero la intenciones eran diferentes, las actitudes eran distintas.


La fotografía está tomada de la exposición "Esclavas", de Yolanda Domínguez, que puede verse hasta el 27 de julio en la Galería Rafael Pérez Hernando, en la calle Orellana, 18. Madrid.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Vida de paz


Oigo lo de la Noche de paz, pero no me dice nada. Es la vida, una vida de paz lo que me atrae. ¿Cómo sería una vida de paz?

No hay paz sin igualdad. El valor de la igualdad se concreta en las igualdades. Igualdad económica. Igualdad de derechos. Igualdad de géneros. Igualdad política. Igualdad, por tanto, sin discriminaciones de ningún tipo.

No hay paz sin libertad. El valor de la libertad tiene sentido en las libertades concretas. Libertad de pensamiento, de opinión, de expresión, de religión y de no religión, de movimientos. Libertad sin esclavitudes que no te dejan ser y libertad con todas las posibilidades para hacer lo que entiendas que debes hacer.

No hay paz sin buena voluntad. Una ciudad no se acaba cuando se tiene un terreno allanado por la libertad y por la igualdad. Hay que construirla con la nobleza del que no duda sistemáticamente del otro. Hay que construirla con el respeto al otro y a los otros que los deja ser como son y que incluso los ayuda a ser. Hay que construirla sin estropear la naturaleza de la que formamos parte, porque si matas el aire que necesitas, te matas a ti mismo. Hay que construirla con ánimo de construirla, sin que la consecuencia sea la destrucción de lo que hay. Hay que construirla con los pequeños detalles cotidianos que hacen más agradable la vida de los demás. Hay que construirla con la dulce fortaleza de la cultura que nos construye como humanos y nos aleja de la ordinariez y de la grosería. Hay que construirla cuidándose cada cual a sí mismo para no caer en la desidia y para no olvidarse de que no somos más que lo que vamos siendo cada día. Hay que construirla construyendo el amor a cada instante

Y cuando la noche llegue a cada uno de tus días, que puedas respirar profundamente, que puedas sentir tus brazos relajados, que puedas ir con tus pensamientos más allá del valle infinitamente verde y de la cumbre infinitamente profunda, que puedas gozar del descanso igual que hayas podido gozar de la vida, que no te sientas solo, sino construyendo la compañía. Que no te importe seguir viviendo así eternamente.

Que esta paz imposible la construyas y la disfrutes profundamente.

martes, 23 de noviembre de 2010

Ante la información



Estoy convencido de que cada vez contamos con menos información para formarnos una idea de lo que ocurre. Me da la impresión de que ni los ciudadanos ni los periodistas ni siquiera los gobernantes tienen todas claves para interpretar certeramente la realidad. Quizás en esto también haya dos actitudes: la del que se traga todo lo que le echan sin criticarlo ni siquiera mínimamente y la del que busca, la del que intenta encontrar más datos, la del que no se conforma con el dato simple ni, mucho menos, con la opinión visceral emitida por algún desaprensivo. No sé si serán, respectivamente, derecha e izquierda, pero sí que son estilos de vida distintos.

lunes, 6 de septiembre de 2010

El sentido de la vida


Si quieres encontrarle sentido a tu vida, tienes que buscarlo dentro de ti, no fuera. Lo que te mueva a vivir no puede depender de lo que te pase, de tus éxitos o de tus fracasos. Tienes que estar por encima de ellos. Es muy peligroso que te dejes deslumbrar por un éxito o que te caigas sin remedio por culpa de una desdicha. Lo más tuyo es tu actitud en la vida, lo que pretendes hacer, lo que eres, no lo que tengas ni lo que consigas ni lo que te pase. Quizás lo veas con más claridad en los momentos malos, aquellos en los que te sobreviene el fracaso y en los que no puedes dejarte vencer por las circunstancias. Tienes que mirar tu actitud en la vida, tus intenciones, tus móviles. Púlelos. Fortalécelos. Critícalos. Conviértelos en tu refugio reconfortante y sé fiel a ellos.