A veces no tiene uno nada que decir. La
realidad se pone agria y cruel y sólo cabe escuchar. O hacer lo que
se pueda. Pero no hay que entregarle la victoria a la adversidad.
Siempre hay un momento para respirar, para contemplar algo agradable,
para inventarse un instante, para apretar una mano o para dormir lo
mejor que se pueda. Salvo claudicar, cualquier cosa. Uno de los
sentidos de la vida es estar atentos para ver qué cabe hacer, quien
necesita que le acaricien una mano o a quién se puede acudir para
que le hagan a uno el boca-boca. Móntatelo de forma que puedas
descansar bien esta noche. Pasa lista, a ver si están todos en tu
corazón y regálale un sonrisa cariñosa a cada un@ de ell@s.
Respira hondo, con suavidad. Trátate bien. Olvídate del mundo en un
momento y cáete rendid@. Mañana ya veremos. Buenas noches.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
domingo, 28 de abril de 2013
Buenos días. Hola, ¿cómo estás?
-Hola, ¿cómo estás?
Cuando estas tres palabras no son una
mera costumbre, un frecuente protocolo, sino que muestran un interés
por ver si la otra persona necesita algo y un ofrecimiento de quien
las pronuncia por si puede hacer alguna cosa por mejorar su
situación, entonces nos encontramos en los umbrales de la vida
humana. A partir de ahí son dos personas las que se comunican. Y
aunque a la que oye esas palabras no le ocurra nada, se le enciende
la luz y una alegría vital se le instala en la mente.
Que tengas un luminoso y alegre día.
sábado, 27 de abril de 2013
Casa L: Buenas noches. Luz
Casa L: Buenas noches. Luz: Hay luz. Otra cosa es que yo no la vea, pero hay luz. No siempre miro yo la luz, pero sé que la hay. A veces me olvido de...
Buenas noches. Luz
Hay luz. Otra cosa es que yo no la vea,
pero hay luz. No siempre miro yo la luz, pero sé que la hay. A veces
me olvido de que hay luz. A veces no tengo fuerzas para apreciar la
luz. A veces me puede el miedo, lo inmediato, lo llamativo o el
cansancio y entonces no veo la luz, pero hay luz. No siempre busco yo
la luz, preocupado con algunas oscuridades, y, sin embargo, la luz
está ahí. La luz se vislumbra cuando descansas y aparece en todo su
esplendor con la palabra cariñosa de un amigo, de una amiga, de
alguien que te quiere. El problema no es la luz, sino las cortinas
que la tapan. Las cortinas que ponemos nosotros, o la vida o los
otros y nos tapan la luz. Los amigos están pendientes de si vemos la
luz o no. Envía esta noche un poco de luz a todas las personas a las
que quieras. Las verás así mejor y ellas te verán mejor a ti.
Buenas noches.
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