martes, 26 de enero de 2010

Una desgracia


Nació tonto y la cosa fue yendo a más durante todo el tiempo que tuvieron que aguantarlo. No es que no razonara, sino que lo hacía estúpidamente mal. Sabía cosas, pero ninguna de ellas se traducía en algo positivo, en alguna mejora para la humanidad, ni siquiera para los que estaban más cerca de él, ni siquiera para él mismo.

Dice Rousseau que el hombre nace bueno, pero se hace malo cuando entra en contacto con la sociedad y comienza a compararse con los otros seres humanos. Es entonces cuando nacen en él el orgullo, la vanidad, el afán de propiedad, el deseo de poder y todas esas lacras que convierten a cualquiera en un ser insoportable y odiado. Todos estos vicios hicieron presa en él dejándole el ego hecho un desastre. La vida se le fue apareciendo como una necesidad continua de sobresalir como consecuencia de que su manía por compararse con los demás le ofrecía siempre unos resultados mediocres y un temor a que cualquiera en cualquier momento lo hundiera en la miseria.

No hay que extrañarse de que, al igual que algunos llegan a ser ministros, obispos o controladores aéreos, éste llegara a profesor de universidad. También llegó a dirigir una empresa en el Sur, en la que confundía la gestión con la propiedad. Fue aquí en donde la tontería se le fue transformando en gilipollez y en donde las posibilidades de rehabilitación fueron reduciéndose trágicamente para lamento de los que andaban en su entorno existencial.

En todos imaginaba un enemigo más o menos potencial. Su ego estropeado le llevaba a tomar decisiones absurdas, ineficaces y contraproducentes que a unos les parecían malintencionadas y a otros, fruto de un loco puesto a diseñar medicamentos. No toleraba crítica alguna, gozaba malsanamente con el abuso, maltrataba a los débiles y era servil con quien a su juicio tenía algo de poder. Disfrutaba dictando normas estúpidas que implicaran el fastidio de la mayoría de los que tenían que soportarlo. En cierta ocasión se atrevió a poner una reunión de empleados al final de la jornada laboral de un día en el que comenzaban las vacaciones. Podía haberlo hecho otro día, pero él eligió deliberadamente ese momento. Tal capricho innecesario fue entendido, lógicamente, como una mezcla de torpeza, de locura y de hijoputez, fruto de su mala condición humana y de su ignorancia absoluta de las más elementales reglas sobre el trato eficaz del personal, reglas que conoce hoy cualquier persona mínimamente inteligente que esté al frente de un negocio. Pero así era él, al menos aparentemente, feliz.

Parecía que no lo sabía o que le daba igual, pero la gente lo odiaba y huía de él como de la peste. Era como si le bastara el odio de sus conocidos para que pudiera vivir olvidándose de que era un ser humano. Pero la vida se vuelve a veces muy dura, sobre todo cuando se la fuerza sin sentido y sin dignidad. Y, a su pesar, el odio de los demás se fue tornando en indiferencia y el presente doloroso fue dejando paso al olvido liberador.

Un día se fue. Dejó la empresa, dejó la universidad y dejó vivir a los que le rodeaban. Nadie lo echó en falta. Nadie se acordó de él. Se olvidaron de que había existido como se olvidan las pesadillas al ver nacer el sol de la mañana. Le pedía Rilke a Dios que le diera a cada cual su propia muerte. Y Dios en este caso oyó la petición del poeta. Murió solo, olvidado por todos, sufriendo con la misma intensidad que hizo sufrir a los demás a lo largo de su vida. Le pedía a los que pasaban por su lado las claves para su salvación, pero nadie se las daba. Mendigaba un poco de comprensión y recibía el silencio vestido de desprecio. Gritaba desesperado que quería seguir siendo él, pero nadie lo reconocía. Nadie quería que él fuera él. Como nunca fue capaz de llegar a las puertas de la inteligencia, nunca comprendió que lo que se espera encontrar en la vida tienes que darlo tú antes. Todo el mal que hizo lo recogió al final. Se fue olvidado por todos y todos quedaron en paz, en la misma paz que encontraron en cuanto perdieron el contacto con él en la vida. Siempre fue el tipo prescindible que nunca quiso ser. Una desgracia.
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Preguntar


Los estúpidos no preguntan nunca, ni aún después de hacer la estupidez. Cuidado.
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lunes, 25 de enero de 2010

Tanta gente...



Parece claro que hay un altísimo número de personas a las que les gusta que las exploten, que les obliguen a morir con dolor, que las espíen, que las engañen. Seres que ven bien la corrupción, o que no la miran aunque la haya, que valoran la mediocridad, el odio y el tocino de pueblo más que una salsa ligera, que adoran la ignorancia y que son capaces de dar su propia vida con tal de que mueran los otros.

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sábado, 23 de enero de 2010

Bienvenida


Con esta preciosa imagen de dos esqueletos encontrados en La Isla de San Fernando, en Cádiz, a los que llaman "Los enamorados", damos la bienvenida en Casa L a un blog sobre asuntos isleños que tiene mucho interés. Se llama Casco Histórico. La Isla. Larga vida para el blog y para sus creadores.
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Clases particulares

Corrientes pictóricas / 1


viernes, 22 de enero de 2010

El silencio de los sabios


Observo a ciegos que te quieren indicar el camino a seguir. Veo también a sordos que insisten en decirte cuál es la mejor versión de una sinfonía, a mancos que aseguran que una piel es más suave que otra, a cojos que te aclaran cuál es la mejor manera de correr, a mudos que quieren que sepas cómo debes hablar. Todos los ignorantes se esfuerzan en dar clases de algo de lo que no saben nada. Y los sabios callan. ¿Por qué estarán tan callados los sabios?

jueves, 21 de enero de 2010

Una foto


Me parece muy conveniente tener a mano una foto o varias de gente sonriendo. A ser posible, de gente conocida y querida.

La sonrisa es pegadiza, reconfortante, relajante.

Nos recuerda en los momentos de agobio o de desesperanza que hay otra manera de vivir. Que otra manera de vivir es posible.

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miércoles, 20 de enero de 2010

La sonrisita


Solía acomopañar su verbo con una sonrisita de superioridad que no conseguía más que agrandar la estupidez que lanzaba al mundo por su boca.
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martes, 19 de enero de 2010

Mentira


Una bonita mentira. Una tragedia oculta. La realidad, violada.
¿Prefiero la fea realidad?

lunes, 18 de enero de 2010

Protesta


Preciosa forma de protestar. Cierra los ojos y démonos un beso, como si estuviésemos en Nôtre Dame.
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Lista de la compra


En el mercado:

Tiempo.

Calma.

Sosiego.

Relativismo.

Paciencia.

Criterio.

Algo que dé alegría.

Belleza.

Antimentiras.

En la tintorería:

Tiempo.

Llevar el alma a lavar.

En las reuniones:

Tiempo.

Un poco de sordera.

Pensamientos alternativos.

En la Casa del Tiempo:

Una cama.
En la cama.

Tiempo.

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domingo, 17 de enero de 2010

Oposición


En una democracia, cualquier gobierno debe tener una oposición que sea una alternativa para quien ocupe el poder. La oposición debe ser leal y constructiva. Es decir, que debe colaborar con sus críticas a un mejor gobierno, pero no debe impedir que se pueda gobernar. Por ser democrática, la oposición no debe poner nunca sus intereses partidistas ni los intereses particulares de los políticos por encima del bien común de los ciudadanos.

La oposición en España no creo que sea ni leal ni constructiva. Ni me parece que sea democrática. Y esto lo sufrimos todos, lo sepamos o no.


Músicas / Victoria de los Ángeles

Escucha esta Bachiana cantada por la soprano española Victoria de los Ángeles y dirigida por el propio autor de la obra, Heitor Villa-Lobos.




y luego lee un poco de su vida aquí.
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sábado, 16 de enero de 2010

Voz

¿Qué vida habrá detrás de la voz rota de un cantaor de flamenco o de la una cantante de jazz?


viernes, 15 de enero de 2010

Bellezas


Hay una belleza efímera, que generalmente afecta a aspectos físicos y que se desvanece pronto, en cuanto la persona empieza a desenvolverse y a sonreír sin saber hacerlo.

Hay otra belleza que también tiene su componente físico, pero que anida en lo profundo de la persona, que parece utilizar lo físico para mostrarse, para vitalizar la materia, para dar brillo a las formas, para crear la gracia en el desierto, para que por fin florezca la rosa, para que llueva en la sequía, para que lo imposible sea real, para que sea creíble el milagro, para que lo importante sea el detalle, para que levites sin miedo, para que nazca el deseo, para que el sentido se haga fuerte, para que nada importe nada ya, para que la memoria caiga derrotada, para que la luz parta en dos la oscuridad.

Esta belleza te puede.

jueves, 14 de enero de 2010

La jaula


El afán del antiguo es el de hacer confortable el interior de su jaula invisible.

El interés del moderno es salir de ella y respirar el aire fresco y nuevo.


miércoles, 13 de enero de 2010

Pura Seta

Laura: disfruta estos tres minutos en paz, relajada, y piensa que todo puede ser mejor. Felicidades.

Lo he leído



En la siempre interesante sección de Manuel Rodríguez Rivero, Sillón de orejas, en el suplemento Babelia del diario El País del sábado 9 de enero, leo que en su visita a las librerías parisinas La Hune y L'écume des pages ha detectado la sorprendente reedición de dos clásicos manuales de adoctrinamiento comunista, como son El marxismo, de Henri Lefebvre, y Principios elementales de filosofía, de Georges Politzer. Nunca congenié con estos libros cuando los leí hace tiempo. Me parecía que estropeaban el marxismo. No deja de ser sorprendente, desde luego, que los reediten ahora.


Me llama también la atención una cita de Hemingway, para quien una de las herramientas esenciales de un buen escritor debe ser un “detector de mierda”. Con todo lo que hay que detectar en estos tiempos, sería un instrumento utilísimo.

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martes, 12 de enero de 2010

Comer




Comer no es tragar.

Comer no es darse un atracón hasta hartarse.

Comer no es sólo obtener placer.

Comer no es engullir sólo lo que a uno le gusta.

Comer no es ingerir siempre lo mismo.

Comer no es seguir los dictados de la propaganda.

Comer no es comer sin saber nada de lo que se está comiendo.

Comer no es zamparse lo más caro ni lo más barato.

Comer no es sólo quitar el hambre.

Comer no es cosa que se haga a toda velocidad.

Comer no es renunciar prejuiciosamente a un montón de alimentos.

Comer no es hacerle daño a la naturaleza actual ni a la futura.

Comer no es cocinar de cualquier manera.

Comer no es sólo comer.

Comer es darle al cuerpo el alimento variado y completo que necesita para que funcione bien, para que esté sano y para que no genere efectos secundarios desagradables.

Comer es tomar un poco de todo, prescindiendo sólo de lo nocivo o de lo que siente mal.

Comer es cocinar de manera eficaz para no estropear la materia prima y para extraerle todo el gozo que esconde lo que se come.

Comer es masticar suficientemente el bocado, para que el estómago no tenga que hacer con la química lo que los dientes no hicieron con la mecánica.

Comer es disfrutar con la comida y con el acto social de comer.

Comer es ser cuidadoso con lo que se come.

Comer es un acto necesario y racional encaminado a vivir bien. Y a vivir más.

Comer es ser más humano.

Hay que saber comer.

Hay que aprender a comer.

Estas cosas son las que encuentro en el espléndido blog Come en casa que con tanto acierto mantiene desde hace justamente dos años Charo Barrios, gran persona y, afortunadamente, amiga.