El problema fundamental de la vida es un problema ético.
¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano?
¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
El viejo se vistió de joven, pero su
mirada siguió siendo la misma de antes, lo mismo que su sonrisa y sus ideas
y su manera de pensar, con lo que cuando se le miraba, parecía un
viejo vestido de joven.
Nos podemos disfrazar con la ropa, con
el peinado o con la pose, pero no con la mirada ni con la sonrisa.
Estas nos muestran desnudos, aunque no queramos.
Vivir no es meramente estar, sino
relacionarse con las personas y con todo lo que hay en el mundo.
Vivimos en la medida en que nos relacionamos y dependiendo de cómo sea
esa relación, así será nuestra vida.
Por esto no tiene sentido encaminar
todos los esfuerzos en encontrar la belleza del cuerpo y quedarse en
ella. Si la belleza nos sirve para hacer más viva la relación con el
mundo, bienvenida sea, pero la belleza por sí sola es absurda e
inútil para la vida.
La belleza de unos ojos puede que no
sirva para vivir; la belleza de una mirada, sí. La belleza de unos
labios puede que no sirva para vivir; la belleza de una sonrisa, sí.
La felicidad tiene poco que ver con la
belleza y sí con el estilo de relación que establezcamos. Es lo que
yo he llamado a veces la elegancia. Cuando la relación con el mundo,
y especialmente con las personas, tiene caracteres humanos,
constructivos, cariñosos, generosos, entonces aparece la elegancia y
con ella, seguro que la felicidad.
No somos nuestras medidas ni nuestro
cuerpo ni nuestro saber. Somos el estilo de vida que construimos con
todo eso.
Me atraen tus ojos, pero, sobre todo,
me atrae tu mirada. Me atraen tus labios, pero lo que te hace
irresistible es tu sonrisa. Me atrae tu cuerpo, pero quien de verdad
me atrae eres tú. Buenas noches.
La vida no le había tratado demasiado
bien y, sin embargo, trataba siempre con cariño a quienes se
dejaban.
La vida había logrado que tuviera el
sabor de la soledad siempre en la boca, pero se esforzaba en dar
compañía a quien lo necesitaba.
La vida no le había dado demasiadas
oportunidades de plasmar su inteligencia en obras, pero insistía en
intentarlo e iba consiguiendo poco a poco el reconocimiento de los
demás.
La vida le había quitado muchas
posibilidades de amar, pero amaba siempre que podía.
La vida le había dejado un rictus de
tristeza, pero lo hacía añicos con sus ganas de estar alegre.
La vida no le había sonreído
demasiado y, no obstante, intentaba vivir, y vivía porque era más
fuerte que la vida y sabía que la vida hay que conquistarla, aunque
muchas veces ni siquiera haya un lugar para entablar en él el campo
de batalla.
La fuerza del ser humano bueno está
justamente en donde quien no es noble cree que está su debilidad: en
su sonrisa. La sonrisa les descoloca siempre. Buenas noches.
A todos nos gusta contemplar que hay
belleza en ti. Hazlo por nosotros. Maquíllate la mirada. Hidrata tu
sonrisa. Perfúmate con agua de alegría. Te esperamos. Buenos días.
Es muy difícil hacer rejuvenecer tu
cuerpo, pero tu sonrisa y tu mirada sí pueden rejuvenecer. Es más,
deberías rejuvenecértelas cada día. La clave es que son hijas de
la mente. Buenas noches.
Somos seres tan pequeños que es
posible que una sonrisa nos cambie la vida. Somos seres tan grandes
que una sonrisa es posible que le cambie la vida a otra persona.
Buenos días.