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miércoles, 14 de septiembre de 2016

Buenas noches. El hombre nuevo



Ya está aquí el prototipo de hombre nuevo. El modelo de la más reciente versión del ser humano va en bicicleta, no respeta ninguna norma de tráfico -nadie, por otra parte, ha comprobado si las conoce o no-, va por donde quiere, tanto por aceras como por calzadas o por pasos de cebra, circula a la velocidad que le da la gana y corre por la vida como si los demás no existiéramos. Kant le preguntaría por lo que ocurriría con los peatones si a la mitad de los ciudadanos se le ocurriera ir en bicicleta por las aceras, pero los ciclistas actuales no parece que se pregunten nada. Van a lo suyo, como si estuvieran solos en la vida. Son el ejemplo más claro de cómo actúa el hombre nuevo que puebla nuestras ciudades.


Sé que esto es una generalización y que corre el riesgo de ser injusta, pero en los últimos años veo a diario a un buen número de ciclistas. Sólo uno de ellos se ha parado en un semáforo en rojo. 

Buenas noches.

domingo, 28 de agosto de 2016

Buenos días. Normas




No podemos vivir en un mundo en el que tienen que caber todos sin cumplir ciertas normas. 

Pero esas normas no suelen ser las que quieren que cumplamos. 

Buenos días.

martes, 19 de abril de 2016

Buenas noches. No al machismo 56



La autonomía es la capacidad de una persona de darse a sí misma sus propias normas, sus propios criterios, su propia manera de existir. 

Nadie puede interferir por la fuerza en la autonomía de nadie. 

Mucho menos un machista en la de una mujer. 

Buenas noches.


miércoles, 4 de marzo de 2015

Ética para todos 23. Hay que cumplir normas



Nunca termina uno de construirse como persona, de convertirse en un verdadero ser humano. En el fondo, la vida no es más que la tarea inacabable de intentar llegar a ser lo que uno es.

Pero el ser humano es un ser que crece únicamente cumpliendo normas, porque ni puede estar constantemente improvisando ni lo más propio de su vida es dejarse llevar por sus caprichos o por sus apetencias. Para cualquier cosa que haga deberá siempre seguir unas normas y, además, no cualquier norma, sino aquellas que lo humanicen, que lo desarrollen como un ser social y que pueda justificarse racionalmente él mismo. Quien vive sin seguir unas normas buenas, idóneas, adecuadas, permanece en un estado animal del que debería salir para humanizarse.

Digo esto porque, en general, carecemos cada vez más de una formación humana que nos haga ser personas. Y cada vez aparecen más seres que no sólo no cumplen normas, sino que no tienen ninguna noción de que deben hacerlo. Se está dando, en mi opinión, una vuelta atrás enorme y trágica, una animalización de la sociedad.

Hace pocos días me encontré con un ejemplo de esto que digo. Entré en el garaje de una urbanización que tiene forma de herradura, con un sentido determinado de circulación dentro de él y con una velocidad máxima permitida. Me encontré allí a un tipo joven, que circulaba en una moto a gran velocidad y en sentido contrario al establecido. Era todo un peligro para cualquiera que pudiera acceder al garaje y se lo encontrara avanzando en un sentido inusual. Me armé de valor, lo paré y le hice ver lo que estaba haciendo. El individuo, que no vivía en la urbanización, sino que era amigo de un vecino, lejos de pedir disculpas, o de sorprenderse, al menos, por que iba en dirección contraria, o de caer en la cuenta de que estaba poniendo en peligro posibles vidas, entre ellas la suya, lejos de eso, se le ocurrió decirme:

-Tiene usted razón sólo en parte.

Me di cuenta enseguida de que estaba hablando con un ser a medio hacer, una persona que tenía forma humana, pero que no sabía vivir como un ser humano. El muy bruto me explicó que como no había en ese momento nadie en el garaje, que no había peligro, que hacía año y medio que no usaba la moto y que la estaba probando, cosa que, al parecer no quería hacer en la calle y sí en el interior del garaje. Dado que con un ser así no se podía hablar, me di media vuelta y me fui. Pensé en llamar a la policía, pero aquí sólo acuden a cosas importantes.

Traigo este caso como ejemplo de persona ajena a la moral, que no cumple normas ni las deja de cumplir, sino que hace lo que le pide el cuerpo, sin más miramientos. Sospecho que este comportamiento responde también a alguna carencia mental, a la costumbre de no pensar ni razonar, que da lugar a este tipo de especímenes, tan cercanos al animal y, desgraciadamente, tan abundantes. Vamos mal.


En la próxima ocasión comentaremos la norma que tenemos pendiente.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Ética para todos 13. Matar al perro


Instalación de Ai Weiwei

Vamos a considerar el carácter de la norma siguiente:

Si mi perro ya no me sirve para cazar, lo puedo matar.”

Creo que en un mundo civilizado debería estar prohibido por la ley matar perros. No entramos aquí ahora en los casos de otros animales. Ignoro cuál es la situación legal en España. Los hechos terribles que ocurren en otros países tampoco los vamos a considerar. Simplemente quiero señalar que en Castilla-La Mancha, territorio autonómico peculiarmente gobernado, se aprobó hace poco una ley que permite matar perros y gatos, con el escándalo consecuente de los ciudadanos más concienciados y con más sensibilidad que los diputados del PP de esa Comunidad.

Centrémonos en el asunto de si la norma citada tiene carácter de norma moral o no. Se considera el caso de los perros de caza, en donde se dan episodios frecuentes de una crueldad enorme, pero se podría aplicar, por ejemplo, a cualquier perro callejero.

Todas las normas que rigen nuestra conducta se apoyan en valores. Según lo que consideremos valioso, así serán las normas que nos daremos para actuar. Por ejemplo, quien considera que el saber es un valor se dará la norma de leer, estudiar y poner los medios para incrementar sus conocimientos. O quien considere un valor la belleza de su cuerpo, se lo cuidará con normas que le procuren una alimentación y unos ejercicios adecuados. Se comprende que quien considere valioso el cine no es lógico que se dé la norma de no acudir nunca a ver una película. Por tanto, según sean nuestros valores, así serán nuestras normas.

¿Qué valores habría que considerar en el caso de los perros? Parece claro que un ser humano, racional y sensible, debe incluir entre lo que se considere valioso el respeto a la vida de las personas, de los animales y de la naturaleza, en general. Además, encontrará razonable evitar la crueldad y la comisión de actos innecesarios que causen daño al resto de seres.

Según esto, un ser humano se debe sentir autoobligado a respetar a los perros y a no cometer con ellos acciones que les causen daño alguno. La norma en cuestión, por tanto, ya no puede ser considerada como moral, porque el primer requisito para que lo sea no lo cumple.

No parece que la norma citada sea muy incondicional, puesto que si se mata a los perros inservibles para la caza, posiblemente sea porque se va buscando ahorrarse su mantenimiento o algo por el estilo. Tampoco cumple, pues, la segunda condición.

Con toda claridad se ve que la norma no puede ser universalizable, porque lo impide el respeto a los animales que consideramos valioso.

La norma que hemos considerado no cumple, por tanto, ninguna de las condiciones necesarias, por lo que podemos afirmar que no es una norma moral y que, consecuentemente, matar un perro de caza es una inmoralidad.

Alguien podría aducir que no tiene por qué respetar a los animales, que a las personas, sí, pero a los animales, no. A esta persona, en mi opinión, habría que decirle que el hombre va evolucionando con el paso del tiempo y que cada vez debe ser más civilizado y culto, so pena de quedarse en un estado de embrutecimiento propio de otras épocas. Hay actitudes que hoy no pueden ni deben ser mantenidas ni defendidas, y esta me parece que es una de ellas.

Además, en el año 1978, la UNESCO -y, posteriormente, la ONU- aprobó la Declaración universal de los Derechos del Animal. Al igual que la que hace referencia a los Derechos Humanos, no es una ley que obligue a nadie bajo sanción, pero es una llamada de atención a las naciones para que en sus leyes se recoja el contenido de esta Declaración. Es muy breve y muy clara. Te invito a que la leas en este enlace.

Te sugiero que pienses en esta otra norma:
Cuando se va al teatro, al cine o a cualquier espectáculo que tenga lugar en una sala cerrada en la que deba haber silencio, hay que apagar el teléfono móvil.”

¿Es una norma jurídica? ¿Es una norma moral? La próxima semana lo comentaremos. Para cualquier duda puedes acudir al correo mcetica@gmail.com .







viernes, 31 de octubre de 2014

Ética para todos 8. Ejemplos de normas 1




Una vez que hemos visto qué es una norma jurídica y una norma moral, vamos a poner algunos ejemplos para que tú analices si se trata de una norma de un tipo o de otro.

El objetivo no es otro que el de que sepamos distinguir más claramente cuáles son los comportamientos morales -aquellos que responden a una norma moral- y cuáles no.

Tomemos el caso de la norma “En el autobús hay que cederle el asiento a una mujer embarazada”.

  1. Nos preguntamos ¿Es una norma jurídica?

A cumplir esa norma nos obligan desde fuera, puesto que en el autobús hay unos asientos reservados para personas mayores, impedidas o para mujeres embarazadas. Si no cumplimos esa ley, nos pueden llamar la atención o incluso obligarnos a levantarnos, si es que la cosa se pone muy fea. Es, por tanto, una norma jurídica.

  1. ¿Es una norma moral?

Para que sea una norma moral, debe ser obligatoria porque nosotros mismos la entendamos así, debe ser una norma incondicional y debe ser universalizable. Veámoslo.

a) Además de porque lo manda la ley, yo le cedo el asiento a una mujer embarazada porque encuentro que eso es lo bueno, que es el comportamiento más humano y que es de esa manera de la que debo yo actuar. Yo mismo, por mis ideas, me siento obligado a cumplir esa norma. Por tanto, cumple la primera condición.

b) Para ver si es una norma incondicional, lo que debo ver es si yo gano algo cumpliendo esa norma, si salgo yo beneficiado, si la cumplo a condición de ganar yo algo a cambio. Es evidente que yo no salgo beneficiado cumpliendo esa norma. Por tanto, cumple también la segunda condición.

c) ¿Es una norma universalizable? ¿Sería bueno que cualquier persona le dejara siempre el asiento a todas las mujeres embarazadas? Es evidente que sí, que sería mejor que no hacerlo. Por lo tanto también cumple esta condición.
Como consecuencia, esta norma es moral y también es jurídica. La debemos cumplir no sólo porque nos obliga la ley, sino porque desde nuestra conciencia vemos que debemos hacerlo.

Te propongo que analices tú la siguiente norma y que veas si es jurídica o moral o ambas cosas o ninguna de ellas.


Norma 1: "Si bebes, no conduzcas".

Si tienes alguna duda, no dudes en acudir a mi correo mcetica@gmail.com




sábado, 26 de julio de 2014

Buenas noches. Orquesta




Una orquesta es el símbolo de un mundo bueno y bonito. Cada músico tiene en ella un papel que desarrollar y todos juntos crean algo valioso y digno de ser escuchado. Hasta los solistas tienen en la orquesta su propia función. La libertad se ejerce perteneciendo a una orquesta o a otra, pero, una vez dentro de alguna, o cada músico cumple sus normas y se ponen todos a trabajar en común o lo que resulta es un desastre feo y malo. Buenas noches.

viernes, 23 de mayo de 2014

Buenas noches. ¿Normas de educación machistas?





¿Tú crees que las llamadas normas de buena educación suelen ser machistas? Por ejemplo, ¿por qué hacen pasar por una puerta primero a las mujeres? Desde luego, en la Edad Media lo hacían por si había algún peligro más allá de la puerta, para que lo sufriera la mujer y no el hombre. ¿Por qué un hombre ha de quitarse el sombrero en un lugar cerrado y la mujer, no? No es sano para el pelo estar en un lugar cálido con la cabeza cubierta, pero para la mujer parece que sólo vale la estética. ¿Por qué es prácticamente obligatorio que una mujer tenga que ir bella por la vida y, en cambio, no lo es para el hombre? ¿Por qué eso de cederle el asiento a las señoras? ¿Se las considera más débiles, quizás? Piénsalo. Buenas noches.

martes, 5 de noviembre de 2013

Buenas noches. Normas para vivir





Las normas para vivir una vida humana se pueden resumir en dos. Una, conoce racionalmente todo lo que puedas sobre cómo funcionan la Naturaleza y la sociedad, para no hacerte daño a ti mismo por ignorarlas. Otra, actúa siempre bien, según tu propia razón, poniendo por encima de todo las justicia, para no hacer daño a nadie ni a nada por actuar mal. A conseguir ambas puede contribuir la filosofía. Buenas noches.

viernes, 18 de octubre de 2013

Elegancia 137. Convenciones sociales




No es elegante quien cumple mecánicamente las convenciones sociales,
sino quien las critica racionalmente, las acepta o las rechaza
y actúa en consecuencia.

miércoles, 12 de enero de 2011

El porqué


La cultura de una persona se mide, en mi opinión, sobre todo, por la justificación racional que le da a sus actuaciones. Como ya han dicho muchos, el ser humano no tiene naturaleza, sino cultura. El perro actúa como perro porque así está en su naturaleza, pero el hombre no tiene casi nada en su naturaleza que le obligue a actuar de una manera determinada. El ser humano tiene que elegir su actuación y tiene que hacerlo con un criterio en donde lo racional sea una dimensión importante, posiblemente, la que más. No tiene sentido que un ser humano se limite a repetir normas que ha visto en su sociedad, pero que no entiende ni sabe por qué debe hacerlo. Eso es ser un autómata, pero no un ser humano. Lamentablemente, todavía hay muchísimas personas que hablan de buena educación, pero sin que comprendan por qué son de buena educación las normas a las que se refieren. Por ejemplo, entran en un local cerrado y se descubren la cabeza (los hombres), pero no saben por qué. Creen que es de buena educación dejar pasar antes a las mujeres en una puerta, pero no saben de dónde viene eso. Saludan dando la mano, pero no conocen lo que eso simboliza. Puede que, si ha habido suerte, alguien les haya dicho que no se puede comer en clase, pero no entienden la razón para actuar de esa manera. Y así, en el mejor de los casos, confunden las normas de buena educación con una especie de caprichos u ocurrencias de alguien, que hay que repetir para no quedar mal.

Eso en el mejor de los casos, porque en el peor nos encontramos con una ingente cantidad de jóvenes que no tienen ni noción de que en la vida social existen normas, que conviene cumplirlas y que hay valores, como el respeto, la igualdad o la no discriminación, sin los cuales una vida humana es imposible. Descubrirles estas normas, convencerles de que hay que cumplirlas y explicarles el porqué de ellas es una de las misiones más importantes de la educación. La Educación para la Ciudadanía y la Ética cívica son asignaturas claves para desarrollar esta formación de los seres humanos como tales, junto con la labor de los padres y las madres en casa. Pero las asignaturas están condenadas por los gobiernos de derechas, que no quieren ciudadanos críticos, que se pregunten el porqué de lo que hay, y las reducen a su mínima expresión. Hasta los alumnos, en cuanto ven de qué va el asunto, piden más horas. Y lo segundo, los padres, hace mucho que abdicaron de su labor de padres y se dedicaron a ver la televisión. Así no vamos a ninguna parte sensata.

lunes, 24 de mayo de 2010

Normas


El conductor se saltó la norma de ceder el paso, la de parar en el paso de cebra y la de poner el intermitente cuando se va a girar, todo ello en aproximadamente 15 segundos.

Algunos alumnos se quedaron perplejos cuando se enteraron de que se iba a sancionar a un compañero por incumplir el Reglamento de funcionamiento del Centro.

He coincidido varias veces con camareros en los aseos y he comprobado que, tras hacer sus necesidades fisiológicas, no se lavaron las manos y salieron a continuar atendiendo al público.

Cuesta un enorme trabajo convencer a bastantes jóvenes de que no es aceptable hacer pintadas en fachadas que no son suyas. A algunos, que tienen con este asunto una relación patológica, aunque no lo admitan, no hay manera de convencerlos.

Hay gentes con poder político que creen que pueden hacer cualquier cosa, que para ellos vale todo porque se consideran la encarnación del poder. Y esta actitud la reproducen luego pobres hombres y pobres mujeres en el pequeño ámbito de sus vidas.

Se echa en falta cada vez más la conciencia de que hay que cumplir ciertas normas. Se detecta de forma alarmante y progresiva una carencia de ética, de actitud democrática, de valía humana. Va ganando terreno la visión salvaje de la vida, consistente en hacer siempre a toda costa lo que le apetece a uno, da igual lo que pase. Y va retrocediendo la visión humana que nos acostumbra a pensar antes de actuar, a racionalizar la vida, a anticipar las consecuencias de lo que se va a hacer, a tener en cuenta a los demás y a darse normas que sean verdaderamente humanas. Parece que lo que priva es actuar sin criterio.

El salvaje urbano se está reproduciendo como lo hacen las setas. Y no necesitan ni que llueva.

lunes, 23 de febrero de 2009

El salvaje urbano

Hay seres humanos que no acaban de darse cuenta de que en realidad son seres racionales. No se dan cuenta porque no son capaces de llegar a esa conclusión por sí mismos y, también, porque nadie se lo dice con suficiente claridad. Por el contrario, estos seres humanos tienden más a pensar que, en el peor de los casos, puede que hayan venido a esta vida a obedecer, a cumplir con unas normas. Pero, como no saben por qué deben cumplir esas normas, no tienen ninguna motivación para hacerlo. En este universo de ignorancia, los más débiles caen en la tentación de cumplir las normas por miedo a un castigo eterno. Los que no son tan débiles, en cambio, se sienten capaces de cumplirlas o no cumplirlas, según convenga o no a sus propios intereses. Así se va fraguando el todo vale y así va surgiendo un nuevo tipo antropomorfo que amenaza con dominar la Tierra: el salvaje urbano.