sábado, 25 de febrero de 2012

Dar las gracias



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Dar las gracias es una forma de estar en la vida, una forma de vivir. Una gracia es un regalo, un don. Se suele usar sobre todo en un contexto religioso, pero no exclusivamente, porque también encontramos el término en el lenguaje común.

Una gracia es un regalo y cualquier cosa que uno vive, o que uno recibe, puede ser interpretada como un regalo. Por ejemplo, conocer a una persona puede ser un regalo de la vida, o descubrir un libro interesante, o, simplemente, que exista un bar en el que un camarero te sirva una cerveza, o que alguien ponga su foto en el blog para conocer algo más de la persona con la que dialoga, o que te muestren una sonrisa, o que te den un beso. Todo puede ser un regalo de la vida (Gracias a la vida, que me ha dado tanto... cantaba la gran Violeta Parra).

¿Qué significa, entonces, dar las gracias cuando a uno le regalan algo? Significa reconocer que lo que uno encuentra es realmente un regalo de la vida y, al mismo tiempo, desear al que te lo da que él encuentre también algún regalo en su vida, o muchos (muchas gracias). Es un reconocimiento mutuo.

Dar las gracias y vivir la vida como una gracia es intentar crear un mundo en donde haya, no la cortesía mecánica y vacía de las llamadas normas de educación, sino un estilo humano de vida en donde lo que se note sea la generosidad, la amabilidad, la disponibilidad, la poca chulería y todo lo que contribuye a crear una sociedad sana y deseable. Todo ello vivido sabiendo lo que uno hace y por qué lo hace.

En el mismo sentido cabe interpretar que una persona tenga gracia. Yo, por ejemplo, no la tengo. Yo tengo otras cosas, pero gracia, no. Yo puedo decir un texto, un chiste, por ejemplo, y dormir a cualquiera. Alguien con gracia puede decir lo mismo, pero añadiéndole algo más, un plus, un regalo que puede provocar la risa. Esa persona tiene gracia porque con el texto te regala algo más.

Así que muchas gracias por todo.


Marvin Gaye

viernes, 24 de febrero de 2012

¿No hay dinero?



No hay dinero. Lo dijo con mucha claridad la presidenta de la Comunidad de Madrid, doña Esperanza Aguirre Gil de Biedma, condesa de Murillo: "No tenemos un puto duro". Por eso recortan en educación, en sanidad, en prestaciones sociales... ,PERO NO EN PROPAGANDA. ¿Para esto sí hay dinero, señora presidenta? ¿No le da a usted vergüenza?

Los peligros de Wert




El ¡ministro! Wert tiene dos peligros. Uno, el que encierra en sí mismo, por sus ocurrencias, por el fruto de su desconocimiento de los temas que trata y por lo atrevido de sus planteamientos. No incluimos aquí el aire de absurda superioridad con el que habla, porque esto es sólo peligroso, en principio, para su imagen. El otro es que va camino de convertirse en el payaso del Gobierno, en el tipo que llama más la atención y que dice las cosas más atrevidas y más dolorosas. Y, en este sentido, puede ser manejado para crear cortinas de humo que oculten transitoriamente otras cosas que el Ejecutivo quiera colar a los ciudadanos, pero que no interese que estos las piensen mucho. Es un señor que al parecer no tiene demasiados conocimientos, ni demasiada humanidad ni demasiado sentido político ni ni demasiada idea de igualdad y respeto ni demasiados complejos ni demasiadas otras cosas convenientes, pero que encierra en sí demasiado peligro. Creo que habrá que escucharlo teniendo en cuenta siempre lo que ocurre a su alrededor.

jueves, 23 de febrero de 2012

No son iguales



Hay circulando por algunos ambientes sociales de izquierda la idea, que tanto gusta a la derecha, de que PP y PSOE son iguales. Esta asimilación, que a mí me parece falsa, lo que hace es desmotivar a ciertos votantes del PSOE con el consiguiente regocijo de la derecha, mucho más pragmática, que no entra a estos juegos porque sabe que no le interesa: simplemente, deja estar estas cosas y se aprovecha de lo disparatado que encierra.

Sin entrar en demasiadas profundidades, hay elementos que nos pueden aclarar por qué PP y PSOE no son iguales.

  1. Recordemos la actitud del PSOE con el 15 M. El interés, desde el punto de vista del orden público, era el de no provocar para no generar una espiral de violencia. Ya entonces se alzaron voces en el PP que reclamaban una acción contundente de la policía que, en general y salvo el caso de Barcelona, fue rechazada por imprudente.
Ahora, con el PP en el poder, en cuanto han tenido la oportunidad, y ha sido en Valencia, han hecho el intento absurdo de dar un escarmiento haciendo un uso desmedido de la fuerza bruta y sin haber medido ni de lejos las consecuencias de la acción policial. Su desconocimiento de cómo funcionan hoy las manifestaciones, con fotos y vídeos en grandes cantidades por las redes sociales, les deja descolocados y en mala posición.
  1. El estilo de hacer oposición es sensiblemente distinto. No hay crispación y el PSOE permite que el Gobierno gobierne, pero criticándolo de manera racional, leal y constructiva. Queda esto muy lejos de la actitud del PP que, como si se tratara de un conjunto de adolescentes enfadados, se negaba por principio a todo y daba una imagen lamentable de enfado permanente, como si por naturaleza tuviera que estar siempre en el poder.
  1. La actitud de Gobierno del PP es, en muchas ocasiones, chulesca, caprichosa, ausente de prudencia, sin que parezca fruto del pensamiento o del conocimiento de sus materias de algunos de sus ministros. Recuérdense las manifestaciones sobre la igualdad de género de la ministra Mato, de la que nunca más se ha sabido, las peregrinas opiniones y decisiones del ministro Wert o los proyectos sui generis del ministro Gallardón. Nunca el Gobierno anterior, pese a sus errores, hizo gala de tanto desconocimiento ni de esa actitud de superioridad con la que se manifiesta el actual.
  1. Una característica muy llamativa del Gobierno del PP es lo frecuente de sus manifestaciones contradictorias, a veces realizadas por el mismo ministro, o contrarias a la verdad o a los hechos. El vicio de mentir no lo abandonan.

  2. Da la impresión a veces que el Gobierno del PP gobierna contra el pueblo y como si su interés estuviera en satisfacer los intereses ideológicos y económicos de los sectores sociales cercanos a él. Los aspectos sociales que cuidaba el Gobierno anterior para favorecer a los más necesitados de la sociedad parecen estar ausentes en sus medidas.
  1. El Gobierno actual maneja los tiempos a su antojo. Adelanta o retrasa las medidas que toma con criterios partidistas en lugar de perseguir una mejor acción de gobierno.
  1. El Gobierno anterior explicaba mal lo que hacía, pero no jugaba con la información. El actual, aparte de que mienta o que se desdiga de manifestaciones anteriores, lo que hace es no dar información a los ciudadanos. Lo hizo en la campaña electoral y lo sigue haciendo ahora. Parece como si temiera que los ciudadanos conozcan sus planes y vayan a dejar de apoyarles en las próximas elecciones.
  1. Por lo que vemos del Gobierno actual, si hay que mentir, se miente. Si hay que dar interpretaciones contradictorias, se dan. Si hay que defender posturas imposibles o contrarias a la ley, se defienden. Si hay que hacer renovaciones o cambiar leyes con criterios partidistas o que no favorezcan a la mayoría, se hacen. Es como si ahora el fin justificara los medios.
  1. La desinformación, la poca visión de futuro y el escaso afán por conseguir una cohesión social es en los casos de algunos ministros muy notoria. Cuando el PSOE llegó al poder daba la impresión de que tenía más pensadas las medidas que iba a tomar.
  1. En dos meses de gobierno, la sensación de haber viajado hacia atrás un buen número de años es palpable en muchas personas. El Estado del bienestar se ha venido abajo y asuntos como la educación, el aborto, el empleo, la seguridad jurídica o la igualdad no parece que tengan mucho futuro.

Son estas algunas razones por las que entiendo que no es lo mismo el PP que el PSOE. Igualar a los dos partidos es hacerle, con intención o sin ella, un juego bastante burdo a la derecha.




miércoles, 22 de febrero de 2012

Unir la izquierda



Pertenecemos a la Unión Europea, que está gobernada por un Parlamento y un Consejo de la Unión, en los que mayoritariamente domina la derecha. ¿Te lo planteaste cuando hubo elecciones al Parlamento Europeo? ¿Te quedaste también entonces en casa?

Si en la Unión Europea gobierna la derecha, ¿crees que un gobierno de izquierdas de un país miembro es lo suficientemente independiente como para tomar las medidas de izquierda que quiera? ¿Te lo has planteado antes de juzgar a un gobierno de izquierdas? Somos España, pero también somos Europa.

En España la derecha está unida por sus intereses particulares. ¿Te has planteado cuáles deberían ser los intereses de la izquierda? ¿Has hecho todo lo posible para que no gobierne la derecha?