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viernes, 1 de noviembre de 2013

Buenas noches. ¿Quién educa aquí?





Pero ¿quién educa en este país? Aquí no paran de nacer niños, pero ¿quién los educa?

Conozco a padres ejemplares, magníficos, que saben que traer a un niño a este mundo significa ayudarle a que crezca como ser humano, no como una simple masa de carne alimentada. El problema es que el número de estos padres que ejercen de tales es muy escaso. Una multitud de ellos no tienen ni idea de lo que se podría hacer. Son progenitores, pero no padres. Como educadores están de vacaciones desde hace ya mucho tiempo.

¿Educan los profesores? El papel educativo de los profesores siempre he creído que era muy secundario. No es que no tengan que educar, pero su labor es peculiar. Un profesor debe aclararle a los alumnos, por ejemplo, que no deben abusar de los gusanitos ni de la pastelería industrial, porque no son comidas sanas y pueden traerles consecuencias perniciosas para la salud. Debe explicarles también el porqué, es decir, que son insanas porque tienen mucho colesterol y eso es grave para la salud. Pero si educar es crear hábitos buenos en el niño, acostumbrarlo a que actúe bien, eso no lo puede hacer el profesor, porque no puede controlar y cuidar de que el niño adquiera el hábito saludable y bueno de no comer esas porquerías. Eso es cosa de los padres. Y si los padres no actúan, de poco servirá lo que diga el profesor. El profesor puede y debe aclarar las ideas y colaborar así en la creación de buenos seres humanos y de buenos ciudadanos. Pero nuestros estúpidos gobernantes están quitando de los planes de estudios todas las asignaturas que se encaminen a este objetivo. En lo que creen es en un ser que debe saber matemáticas, pero que no es necesario que sepa pensar, ni ser libre, ni que crea en la igualdad ni en la democracia ni en el poder de la crítica. Prefieren una especie de máquina infrahumana. Y la sociedad los tolera e, incluso, los aplaude.

¿Educa la televisión? Yo creo que más de lo que se cree, pero más que educar, deseduca. No sólo por los contenidos que aparecen en ella, zafios, estúpidos y alienantes la mayor parte de las veces, sino por el estilo de sensibilidad que impone la televisión. Si te fijas bien, en la televisión todo discurre a una velocidad endiablada, no hay un ritmo que favorezca el pensamiento, sólo se valora lo llamativo, lo espectacular. Cuando alguien habla, tiene que hablar poco, para que no se aburra nadie. La atención está acostumbrada a fijarse sólo en lo que se mueve y en la pantalla todo se mueve. Cuando un alumno se pone delante de un libro, que ni se mueve él ni se mueve nada dentro de él, es incapaz de fijar la atención y ni comprende ni aprende. Si observamos la cantidad de horas que un niño o un joven o un adulto pasan delante de la televisión, acostumbrando al cerebro a estas maniobras absurdas, se echa uno a temblar.

¿Quien educa aquí, entonces? No lo sé. Buenas noches.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Elegancia 88





Hay quienes confunden la buena educación de sus hijos con que saquen buenas notas. Ambos, padres e hijos, lo tienen ya todo perdido.

sábado, 29 de junio de 2013

Buenos días. Se copia lo que se ve




Cuanto más joven se es, más se aprende copiando lo que se observa en la vida. Cada vez que veo un joven actual y pienso en lo que ve por la televisión, en las actitudes que él ve todos los días y que cree que son normales, en el nivel ético de los personajes públicos que observa y en los comportamientos sociales que tenemos que soportar y que él interioriza, se me abren las carnes. Si, además, veo a esos padres y madres tan perdidos, tan sin saber qué hacer, sin la menor noción de lo que es educar a un hijo y sin ganas de enterarse de ello, una cierta angustia se apodera de mí. ¿Se dan cuenta estos corruptos de esta época de que hay niños delante? ¿Saben que su comportamiento puede ser un modelo para personas sin demasiado criterio? Si estudiaron Filosofía y entendieron a Kant -no lo creo-, ¿no piensan que si todos tuvieran la misma actitud que ellos, esto sería un desastre? ¿Tan poca humanidad son capaces de almacenar debajo de los pelos? Y, en medio de todo, Wert, adocenando a las masas. El desastre nacional.

Límpiate bien de todo esto antes de cerrar los ojos y de despedirte del día. El mundo te necesita con criterio, con la mente limpia y con ganas de humanidad. Reparte todo lo bueno que puedas almacenar entre la gente querida y descansa bien. Buenas noches.

domingo, 23 de junio de 2013

La mala educación




Un niño mal educado es el fruto lógico de unos padres mal educados. Los hay a miles. A cientos de miles. Hoy he visto a una niña que, en una exposición de fotografías, aporreaba una de ellas con una botella de agua. La madre, que la veía, se limitó a decir: 'Lola, deja eso'. Así está el país.

martes, 11 de diciembre de 2012

Lo que se ve. Explicar




Vivir consiste en intentar convertirse en un ser humano y en procurar humanizar el mundo en el que se vive. La herramienta más conveniente y necesaria para este proyecto en la situación actual creo que es la explicación racional de todo lo que nos afecta.

Así, los padres deberían basar su autoridad y el proceso de educación de sus hijos, si quieren hacer de ellos hombres y mujeres maduros, en la explicación de todo lo que le vayan diciendo. La mejor manera de lograr que un hijo cumpla una norma es intentar que la entienda y que la vea razonable.

Lo mismo vale para los profesores. El vicio de más peligro en la escuela es el de fomentar el aprendizaje memorístico a costa de la comprensión racional de lo que se estudia. ¿De qué le vale a un alumno aprobar si resulta que no se ha enterado de nada de lo que ha estudiado?

Los políticos, por su parte, en esta coyuntura actual tan dura, en la que la política se echa de menos en medio del imperio de la economía, deberían practicar el arte de explicarle con claridad y con honestidad al pueblo lo que hacen y lo que pretenden hacer. Si los ciudadanos se acostumbraran a racionalizar sus opiniones y a formarse una idea argumentable de lo que les ocurre, seguramente estarían en condiciones de descubrir lo que ahora no ven y de emitir un voto mucho más consciente que el actual. Claro que la derecha jamás fomentaría esta racionalidad ciudadana, porque sería el principio del fin de sus engaños y de las maniobras que usa para obtener sus privilegios.

Nosotros mismos deberíamos dejarnos ya de creer en teorías sobrenaturales, en lo que dicen por la televisión o en los prejuicios que desean meternos en la cabeza, para intentar entender argumentalmente lo que ocurre y lo que nos ocurre. Menos creer, más explicar y más saber sería una buena manera de crear un país más vivible, por ser más humano.

martes, 7 de febrero de 2012

Pobres hijos



Los padres no los educan. No saben qué decirles ni qué hacer con ellos. Les dan de comer. Si pueden, les ponen la tele delante y, si es posible, el ordenador, y ahí acaba su labor. Para el resto dicen que está la escuela. Y la escuela educa, claro, pero no puede crear buenos hábitos, no puede sustituir a los padres. Además, el PP procura que los asuntos morales y éticos no se den en la escuela. A lo sumo, que les den normas que tengan que obedecer sin saber por qué y sin entender nada de lo que deban ser sus comportamientos. Sobre todo, que no piensen, que no razonen, que no adquieran capacidad crítica, que no descubran nunca en qué consiste ser un ciudadano, un ser humano en la ciudad.

lunes, 14 de febrero de 2011

Matar al padre


Hay que matar al padre. O a la madre. Quiere decir que para que logres ser tú, para que consigas ser autónomo/a, tienes que criticar el modelo que te transmitieron, ver si te vale o no a ti y decidir lo que tú vas a ser. Y cortar los lazos que te paralizan, que te impieden volar.

No todo el mundo mata al padre o a la madre. Muchos se limitan a reproducir el esquema que han mamado. Lo que hacen es agrandar el error en unas circunstancias, además, muy diferentes.

No por matar a los padres hay que dejar de quererlos.

Cuando seas padre o madre, procura no imponer tus modelos. Ayuda a que tus hijos encuentren el suyo, aunque no te guste. ¿Quién eres tú para que te guste o no su modelo?

Seas padre, madre, hijo o hija, procura dejar vivir. Que tu muerte sea lo más suave posible.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

lunes, 29 de noviembre de 2010

Frutos de este siglo / 1



¿Cómo le irá a éste en el colegio? Me está costando una pasta enorme. A ver si una noche de estas lo despierto y que me lo cuente.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Propiedad privada






Él iba delante y portaba esa expresión que sólo pueden mostrar los muy gordos, los que tienen una tripa tan prominente que llega antes que su flequillo a cualquier parte y que les obliga a llevar la cabeza bien alta y los brazos separados del cuerpo, en una actitud que, aunque parece un tanto desafiante, no es más que la consecuencia necesaria de la falta de espacio para poder situarse más cerca de las caderas. En todo caso, quedaba claro que en aquel grupo él era el jefe, el que marcaba el rumbo, el que decidía y el único que podía ser él mismo.

Detrás, una mocita de siete u ocho años seguía dócilmente los pasos del jefe, posiblemente de su padre, y se adelantaba a la madre, que llevaba de la mano a un chaval y en brazos a otro. La madre miraba hacia delante, como si no le interesara en absoluto el paisaje por donde iba pasando, como si no le llamara la atención ningún paisaje y como si tuviera asumido que su papel era el de parir niños, bregar con los niños y dedicarse a los niños, además de a lo que le indicara el padre, el jefe. No sé si su presente le gustaba o no ni si se preguntaba por su futuro. El caso es que miraba fijamente de frente, andaba monótonamente hacia delante, se movía rutinariamente cargando con el peso del niño y llevando en la mano al otro niño. Su cuerpo era también un ejemplo de sobrepeso. Me fijé en su brazo izquierdo, gordo, ancho y moreno. En su parte exterior llevaba tatuada la palabra “JOSE”. Visto el cuadro, me pareció que aquella mujer, su cuerpo y su vida, eran de propiedad privada. Ojalá me haya equivocado.


miércoles, 3 de septiembre de 2008

Venganza resentida


Esta pintada la encontré en la fachada de un colegio religioso concertado en La Isla de San Fernando. Seguramente, un alumno con algún que otro suspenso en junio, se desahogó pintando esto de todos los sufrimientos habidos durante el verano.


Es curioso que la pintada no ha sido borrada en algún tiempo. Qué mejor propaganda podría tener el colegio ante los padres, que ven cómo un alumno es obligado por los profesores a estudiar todo un verano. Lloverán las peticiones de plaza en ese colegio, seguramente, y por eso no lo habrán borrado. Pero lo que me parece que los padres tampoco sospechan --una buena parte de los padres no suele saber ni sospechar nada. Este es el problema-- es que si su hijo es capaz de poner esa pintada sólo porque ha tenido que estudiar en verano ¿qué hará cuando el revés en la vida sea mayor? ¿qué hará cuando pierda su equipo, o cuando descubra que su novia ya no lo quiere, o cuando lo echen del trabajo?