Hoy acude a Papeles para leer la escritora Mercedes G. Rojo con uno de los capítulos de su serie sobre la mujer en el Camino de Santiago. Se trata del dedicado a la presencia de la mujer en el arte.
Puedes leerlo aquí.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
Hoy acude a Papeles para leer la escritora Mercedes G. Rojo con uno de los capítulos de su serie sobre la mujer en el Camino de Santiago. Se trata del dedicado a la presencia de la mujer en el arte.
Puedes leerlo aquí.
Echar una ojeada a los libros de Historia del Arte, o de Literatura o de Filosofía, debería producirnos sorpresa, si no estuviéramos acostumbrados. ¡Qué casualidad! ¿Todos los genios fueron hombres? Debería producirnos no sorpresa, sino vergüenza. La Humanidad ha tirado por el desagüe el talento de las mujeres durante siglos, el 50 % del talento de los seres humanos. Sin hablar de los pocos negros, o las pocas personas de clase baja, o de nacionalidad no europea, en eso que llamamos “Historia de la Cultura”.
Las mujeres han visto cerrado el paso a la educación o al éxito, por el mero hecho de ser mujeres. Muy pocas pudieron sortear esa barrera de discriminación. Muy pocas fueron muy tenaces o tuvieron mucha suerte para llegar a ser pintoras o escritoras de importancia. Madame Curie es la única mujer en una lista de los grandes científicos encualquier libro de Historia.
Las que lo pudieron intentar se encontraron con una segunda barrera. Sus logros se despreciaron o se ocultaron o fueron apropiados por hombres que estaban cerca, muchas veces por sus maridos. Hay científicas que no han recibido el Premio Nobel mientras veían que el resto del equipo formado por hombres era galardonado. La compositora Rebecca Clarke, en pleno siglo XX, en el período de entreguerras, tuvo que soportar el rumor de que su nombre podría ser el seudónimo de un hombre; su obra era demasiado buena para ser obra de una mujer.
Pero aún hay una tercera barrera. Mujeres que triunfaron, y fueron reconocidas en su momento, han sido minusvaloradas por la transmisión y el relato histórico. Pintoras cuyas obras han sido atribuidas a pintores masculinos, científicas o escritoras o músicas o filósofas que ha sido oscurecidas en los manuales o libros académicos. Yo, hasta la película de Amenábar, nunca había leído nada sobre Hipatia, martirizada por los cristianos; creo que muchas cosas nos las han escamoteado en nuestros libros de texto.
Yo llevo varios años haciendo este “Calendario de Bautista”, y sé que a alguien le ha podido producir cierta inquietud el hecho de que abundaran masivamente los personajes masculinos. Me quiero explicar. La Historia de la Cultura es la que es, tampoco la podemos cambiar. No podemos obviar que El Greco, Newton, Beethoven, Cervantes o Kant fueron hombres. Lo único que ha estado en mi mano en todos estos años ha sido rescatar de la zona sombreada a las mujeres que deberían brillar con la luz que merecieron.
En los sucesivos calendarios el número de mujeres que he seleccionado ha sido el siguiente:
Año 2012 PERSONAJES DE LA CULTURA 28 mujeres
2013 MUJERES 365, claro
2014 MÚSICA POPULAR 52
2015 PERSONAJES DE LA CULTURA (otra versión) 28
2016 MUJERES (otra versión) 366 (era bisiesto)
2017 LITERATURA 42
2018 ARTE 46
2019 CINE 87
2020 CIENCIA 71
2021 El calendario de 2021 va a tener 101 mujeres.
Supongamos que el tema fuera la Música Clásica, ¿qué podría hacer, quitar de la lista a Beethoven, Verdi, Mozart, Palestrina, Luis de Pablo, Franz Liszt, Bizet, Schubert… o cientos de músicos hombres? No, pero podría buscar compositoras, directoras de orquesta, cantantes (de las que sí ha habido figuras de gran esplendor) y grandes instrumentistas, que hoy ya es casi normal que las mujeres puedan llegar a ser.
Es evidente que en nuestra época se está evolucionando, como nunca antes, hacia una igualdad de oportunidades. Se están dando pasos importantes, pero falta muchísimo para que lleguemos a una situación de verdadera justicia, de verdadera igualdad. Solo cabe poner en ello nuestra esperanza y trabajar cada día en la medida de las posibilidades de cada uno. Otro mundo es posible.
Muchas gracias por vuestra atención e interés por el Calendario.
Bautista
“Hombre: Eres tan ser humano como cualquier mujer. No tienes ni más derechos ni menos que las mujeres. Tienes que respetar escrupulosamente a todas y cada una de las mujeres. No eres nadie para obligarles a que satisfagan tus deseos. No puedes tratarlas como si fueran inferiores a ti, porque son iguales que tú. Entérate bien: Ninguna mujer está a tu servicio, ni siquiera tu pareja.Ser hombre no te da ningún derecho a tratar a las mujeres de forma irrespetuosa ni con palabras, ni con hechos ni siquiera con gestos. Debes saber que si haces algo de esto, estarás cometiendo una inmoralidad. Si esto no lo entiendes, al menos, que sepas que te pueden denunciar por tratar así a una mujer. Todos y todas somos iguales en derechos. Te lo repito: Todas y todos somos iguales. Aprende a ir por la vida como un ser humano y no como un animal.Y si te empeñas en creerte superior y en actuar como un machista, somos cada vez más quienes vamos a procurar que caiga sobre ti todo el peso de la ley”.
"La primera vez que me tocaron contra mi voluntad debía de tener nueve o diez años. Iba en el metro, con mi madre, en un vagón lleno. En un momento dado noté que alguien me tocaba el culo y las piernas, mientras me levantaba la falda. Recuerdo que no dije nada, ni una palabra. Me quedé tiesa como un palo, inundada por sentimientos de miedo y culpa (¿me estarían tocando por aquella falda que me había cosido mi madre, era demasiado corta o transparente, qué había hecho yo para que aquello sucediera, qué me haría aquel tipo si yo osaba delatarlo?). Recuerdo que me obsesionó la idea de que mi madre no se enterara para que no me regañara o para protegerla de no sabía muy bien qué. Así que aguanté callada mientras me manoseaban, hasta que bajamos del vagón. Y ni siquiera entonces pude decir nada. Mi madre nunca se enteró
Cuento esto porque he visto en el telediario que a la chica violada por La Manada, el abogado le ha preguntado si intentó zafarse. Cinco maromos curtidos en gimnasio te empujan a un portal y tú tienes que intentar zafarte para que te crean. Tienes que ser una mártir, tienes que vencer tu miedo a que te apaleen, tienes que defenderte aunque temas por tu vida, aunque estés en shock y no puedas ni moverte ni gritar. Y por si eso fuera poco, se ha admitido como prueba el informe de un detective sobre la actividad de la chica los días posteriores. Si fue a comprar el pan normalmente, si sonrió, si te tomó una caña con las amigas.Si intentó seguir con su vida en vez de ceder al llanto o pensar en suicidarse o qué sé yo.
Y recuerdo mi silencio en el vagón y el silencio de después. Como seguí hablando y sonriendo a mi madre a pesar de sentirme sucia, asqueada.
Y por aquella niña de nueve o diez años, y por la chica violada, ahora tiemblo de rabia. Miserables ellos. Miserable esta sociedad que no se espanta, sino que lo consiente y lo ampara."