Unas manos dibujaban sobre la espalda
los surcos que inspiraba el amor. Las otras manos se enredaban en el
cuello y en el pelo proyectando escalofríos ardientes. Aquel abrazo
tenía clausurada la puerta de salida. Buenos días.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
Mostrando entradas con la etiqueta abrazo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta abrazo. Mostrar todas las entradas
viernes, 28 de febrero de 2014
jueves, 27 de febrero de 2014
Buenos días. El abrazo 3
Los cuerpos se hablaban a latidos. Las
mejillas se contaban poemas en silencio. Los labios hacían sonar su
música delicada musitando besos. El tiempo se detuvo mientras duró
el abrazo.
Buenos días.
Buenos días.
miércoles, 26 de febrero de 2014
Buenos días. El abrazo 2
Yo me agarré a su cintura para que me
sintiera cerca. Ella ató sus brazos a mi cuello para que sintiera su
calor. El cariño se hizo arquitectura en aquel abrazo. Buenos días.
martes, 25 de febrero de 2014
Buenos días. El abrazo 1
Cuando nos vimos, una sonrisa viva se
instaló en nuestros labios y nuestros brazos se abrieron, como si
nuestros pechos se extendieran, para encontrarnos en un abrazo. Buenos días.
domingo, 20 de octubre de 2013
sábado, 19 de octubre de 2013
sábado, 12 de octubre de 2013
Buenos días. Un abrazo
En donde mejor se está es dentro de un
abrazo. Si quieres, te envío uno y te prometo otro para cuando nos
veamos. Buenos días.
miércoles, 2 de octubre de 2013
Buenas noches. El abrazo
La abracé. Nos abrazamos. Sus brazos
rodearon mi cuello y los míos se afincaron en su cintura mientras
mis manos acariciaban su espalda con la suave fuerza que da el cariño
mezclado a partes iguales con la alegría. Podría parecer que yo la
acaparaba, que la tomaba para mí por un instante. Nada más lejos de
la realidad. Es otro el lenguaje del cariño. Los brazos simbolizan
mi mundo y con ellos marco los límites de mi realidad. Abrazarla
significa invitarla a que se introduzca en el interior de mi mundo y
a hacerlo con la ilusión y las ganas con las que la atraigo hacia
mí. Aquí dentro es acogida si ella quiere. Aquí puede encontrar
refugio, una discreta seguridad, el cariño que sea posible y la
compañía vital que necesite. Lo mismo que yo entre sus brazos. Mi abrazo la invita a formar parte de
mi vida. El cuerpo, al fin y al cabo, no es más que el símbolo
visible de toda una vida invisible en la que estamos sumergidos. Un
abrazo, en donde dos cuerpos se juntan y se hablan en silencio, no es
más que la materialización de una vivencia común, de una amistad,
de un compartir, de una disponibilidad, de un considerar importante a
la persona abrazada, de una donación, de un ofrecimiento. Dos
cuerpos que, como si fueran dos labios, se juntan un momento para
darle un beso a la vida. Nos abrazamos y nos dimos una buena
porción de vida. Buenas noches.
domingo, 1 de septiembre de 2013
Buenas noches. Un abrazo
Un abrazo es dos tiempos que se viven a
la vez, dos trozos de vida que se regalan, dos cariños que se hacen
uno, un suspiro de eternidad, un canto a dos voces empastadas, dos
fuerzas incontenibles y milagrosamente suaves, la ternura encerrada
entre las manos, dos sonrisas que no se ven entre sí, un discurso
sin palabras, un espacio de vida compartido. Buenas noches.
jueves, 18 de octubre de 2012
El abrazo
Era de noche. Llegué a la playa. Sólo
se oía el rumor de las olas que llegaban a la orilla. La luna estaba
presente, pero no en todo su esplendor. Su luz permitía distinguir
las siluetas, pero no las facciones. Me quité la ropa y la tiré
lejos. Me quedé, desnudo, mirando el mar. Viniste tú enseguida. Te
pusiste frente a mí, dejaste caer tu ropa y me abrazaste. Nos
abrazamos. Sentimos el calor y la grandeza de dos seres abrazados. Yo
no me separé de tus pechos ni de tu vientre ni de tus mejillas, pero
llegó alguien más que también se quitó la ropa y nos abrazó a
los dos. Estaba a mi izquierda, pero por la derecha alguien, también
desnudo, nos abrazó a los tres. Poco a poco, cadenciosamente,
cariñosamente, fueron viniendo personas de todas las edades, de
todos los colores, de todas las procedencias y se fueron sumando a
aquél abrazo cada vez más intenso, cada vez más grande, cada vez
más humano. Nadie pudo disolver aquél abrazo surgido no se sabe de
dónde ni tampoco por qué. Cada par de brazos se unía a aquellos
cuerpos con una fuerza indisoluble. Sólo la marea, con la fuerza de
su naturaleza, fue capaz de cubrir a aquellos seres humanos unidos
como si fueran uno solo. Fueron capaces de aguantar debajo del agua
los rigores de no estar en su medio y, al cabo de unas horas,
volvieron a emerger en el mar, primero las cabezas y, poco a poco,
todos los cuerpos abrazados, queridos, castigados, pero triunfantes.
La voluntad de cada uno de ellos y la fuerza de su unión habían
logrado vencer la adversidad. A lo lejos, un niño que había visto
el suceso, dijo que es que se querían.
martes, 3 de mayo de 2011
Encuentro
La alegría de la mirada deseada. El optimismo de las cejas que suben. La aceleración de los latidos del corazón. La carrera de los dos hacia el encuentro. Los brazos que vuelan para agarrar todo el ser de quien viene hacia ti. La llegada esperada. La cercanía de dos cuerpos que encajan mutuamente. Las manos que hablan por detrás. Los dedos que quieren entrar en la carne sin hacer daño. Las mejillas que se rozan hasta terminar en besos. Los cuerpos que se separan para que vean los ojos. Los ojos que se retiran para que se unan los labios en un beso profundo. La sonrisa intensa que transmite la alegría a los ojos y al alma. Las manos que se unen y dialogan con calor y con aprietos. Una mano que va a la nuca de quien está delante y arrastra la cabeza hacia sí. La mirada que baja y la boca que se diluye en otro beso penetrante, ardiente. La mirada que sube al separarse para encontrar cariño en los ojos. Las manos que sujetan dulcemente las mejillas. La cara que se tuerce para besar. Los ojos que se cierran para sentir sin distracción. Las mejillas que vuelven a rozarse, a apretarse, a fundirse. Y, luego, una mano que va al hombro. Otra mano que va a la cintura. Dos cuerpos que caminan unidos. Dos cabezas inclinadas. El paso acompasado. El amor. La alegría. La vida. La ternura.
miércoles, 23 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)