Hay detalles insignificantes en apariencia, pero que muestran con bastante claridad la actitud de una persona en el mundo ante los demás.
Por ejemplo, en un ambiente de silencio, aquél a quien los demás no le importan gran cosa pasará las páginas del periódico como el que le pega latigazos por las malas noticias que trae. No tendrá inconveniente alguno en romper inútilmente el silencio, cosa por la que debería recibir algún castigo divino.
O el que se pasa la vida silbando en el autobús, en los pasillos, en las salas de espera o allí donde esté.
O el que en las reuniones se dedica a entablar conversaciones privadas mientras otro está hablando y los demás intentan escucharlo.
No me vale que me digas que son cosas que se hacen sin darse uno cuenta. Hay que darse cuenta de lo que uno hace, que ya no somos críos. Tiempo hemos tenido de crearnos el hábito de no molestar en público. Esa es una de las cosas en las que consiste la educación.
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Hay algo que a mi me trae por el camino de la amargura, y es, cuando voy en algún transporte público, que haya una panda de niñatos escuchando su CUTRE música con el móvil en alto, es decir, la escuchamos todos. Eso es una falta de educación tremenda...
ResponderEliminarHay muchas otras insignificantes, que sólo las cometen aquellas personas que son un poco... Cómo decirlo... Estúpidas, crías... Algo así.
Algún día te las contaré todas para que puedas escribirlas en el blog.
Un besito desaparecido ;)
Ayer leí esta entrada del blog con ojos diferentes. No sé cómo entendí el título "No estás solo", el caso es que imaginé que lo que tratabas de decir era que ese comportamiento que describías era el típico de personas que se sienten solas y quieren llamar la atención. Me gustó esa tesis y pensé que prestaría más atención a partir de ahora y observaría esa actitud en los otros.
ResponderEliminarEsta mañana, en mi revisión matutina de tu blog, he vuelto a leerlo y me he dado cuenta de que todo lo que pensé ayer fue fruto de mi mala lectura o de mi imaginación y que tú no decías nada de eso. Reflexiono y pienso que quizás no iba yo tan mal encaminada al pensar que esas actitudes no son más que el resultado de una soledad profunda que deja aletargados a quienes actúan así.
Un beso y buena semana (la mía empieza hoy)
Pues parece que me salió "interpretable" el texto. Creo que la razón es que entre el título y el contenido había una descoordinación. Yo hablaba de aquellos que actúan como si estuvieran solos, no sé si porque tienen una soledad profunda o por otro motivo. El caso es que el título hacía una referencia directa al lector y, en cambio, el post hablaba en tercera persona. Creo que este puede ser el origen de las diversas interpretaciones.
ResponderEliminarEn todo caso, las situaciones que yo relataba me parece que responden más que a la soledad, a un aislamiento egoísta, a un autoaislamiento, a un individualismo que no se vive en clave traumática, sino buscada. Es contra este individualismo contra el que yo me pronunciaba, un individualismo molesto, dañino, inhumano.
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