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jueves, 9 de mayo de 2013

Buenas noches. No quieren que pienses




No quieren que pensemos. No quieren que sepamos. No quieren que tomemos conciencia de lo que pasa, de lo que hacen, de cómo nos manejan. No quieren que esa parte indispensable de nuestra propia humanidad, la mente, se desarrolle como la de un ser humano normal. Nos quieren ignorantes, entontecidos, inconscientes, incultos y, a ser posible, que llevemos muy a gala nuestra incultura sin que tengamos la menor idea de lo que estamos haciendo. A los que tienen dinero, los ideologizan, les meten cuatro cosas convenientes en la cabeza y crean así un ser dócil a su imagen y semejanza. A los que no tienen dinero, ni eso. Les dan de comer fútbol, alcohol, velocidad, tele y ansias de tener, pero procuran que no piensen. Sobre todo, que no piensen. Y, por si acaso lo hacen, sueltan sin el menor apuro todas las mentiras que sean menester, del calibre apropiado y con la insistencia necesaria para que parezcan no tanto una verdad razonada, sino una evidencia. Todo lo que huele a humanidad, a racionalidad, lo destrozan. Se cargaron la Educación para la Ciudadanía, queda poquísimo de Ética, de Filosofía, pero mucha Religión, mucho situar el centro de atención en otros mundos, para así ellos poder manejar a su gusto éste.

Otro mundo es posible. Otros mundos son posibles, pero todos deben de estar aquí abajo. No te acostumbres a dar saltos tan altos hacia las estrellas, porque aquí abajo cada vez hay más mierda sobre la que puedes caer.

Reparte mucho cariño antes de dormir y hazlo bien. Te recomiendo, por tu bien y por el de todos, que procures pensar, no para creer, sino para intentar entender lo que está pasando. Buenas noches.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Mirando por la ventana. Explicar




Los dirigentes de la sociedad, especialmente los políticos, debería adoptar la tarea de explicarle a los ciudadanos todo lo que hacen, especialmente lo que a ellos les parece evidente. Me refiero a los políticos de izquierdas, porque los de derechas no lo han hecho nunca y no lo van a hacer ahora. Estos siempre han preferido ciudadanos desinformados, ignorantes y que odien cualquier crítica hacia el poder que detentan.

jueves, 2 de febrero de 2012

Ignorancia e interés



La derecha se ha caracterizado siempre por no tener suficiente información fiable y por tener un interés particular excesivo en los asuntos importantes de la sociedad. La izquierda, en cambio, suele poseer más información y más deseo de tenerla y su interés es más general, más de todos los ciudadanos.

Hoy el ciudadano Wert, a la sazón ministro de Educación, Cultura y Deportes -nada menos- ha mostrado con una simpleza brutal que es de derechas y que, a pesar de no tener información fiable y de perseguir intereses particulares de su partido, no tiene obstáculo en ser ministro ni en gestionar áreas tan cruciales para los ciudadanos del país como los que maneja.

Creo que ya todo el mundo se ha enterado de su impresentable argumento para eliminar la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Hay libros, según su pensamiento, que dicen cosas inconvenientes y, por lo tanto, hay que eliminar la asignatura. El disparate es mayúsculo, pero se convierte en ridículo cuando, además, se comprueba que esos libros citados ni son de texto, ni tienen que ver con la asignatura que se imparte en los Centros ni cosa por el estilo. Son libros que han sido usados por la prensa afín patra intoxicar la opinión pública y que este señor, sin ideas ni intenciones sanas, ha usado en beneficio, no de los ciudadanos, sino de su partido.

Una vergüenza, señor Wert.

lunes, 9 de enero de 2012

Causas y efectos



Hay un tipo de ignorancia que consiste en decir que el pimentón huele a chorizo o que el bosque huele a ambientador. Es la ignorancia que confunde las causas con los efectos y, aunque es muy simple, es muy difícil de erradicar.

viernes, 27 de agosto de 2010

El terco


El terco, al empeñarse en poner su voluntad por encima de la razón, tiene un punto de suicida, pero él no lo suele saber. 


El terco, al creer que su voluntad es lo único que cuenta en la vida, hace daño a los que tienen que soportar las consecuencias de su terquedad, pero él tampoco lo suele saber. 


El terco suele ser básicamente un ignorante, pero él no lo sabe.

viernes, 22 de enero de 2010

El silencio de los sabios


Observo a ciegos que te quieren indicar el camino a seguir. Veo también a sordos que insisten en decirte cuál es la mejor versión de una sinfonía, a mancos que aseguran que una piel es más suave que otra, a cojos que te aclaran cuál es la mejor manera de correr, a mudos que quieren que sepas cómo debes hablar. Todos los ignorantes se esfuerzan en dar clases de algo de lo que no saben nada. Y los sabios callan. ¿Por qué estarán tan callados los sabios?

viernes, 11 de diciembre de 2009

Ignorancia pretendida


No me atrevo a mostrar aquí ninguna proporción, porque no sé si es una mayoría o no. Pero estoy seguro de que son muchos, muchísimos los alumnos a los que los padres no les hacen ni caso. Ni los quieren ni los educan ni les preparan para vivir en sociedad. Están como salvajes urbanos. El Partido Popular junto con la Conferencia Episcopal no quieren que se les den algunas nociones para vivir en sociedad en la asignatura de Educación para la Ciudadanía. ¿Qué es lo que pretenden? El futuro de estos chavales parece que es el de seguir siendo unos salvajes urbanos, que no se enteren de lo que hacen con ellos, que se mantengan el tiempo que aguanten vivos en permanente estado de indigencia material y mental, inocularles un poco de miedo en el cuerpo, luego, otro poco de odio al adversario y, a la hora de las elecciones, pegarles un grito, junto con una esperanza hueca, y que voten. ¡Qué lejos quedan la civilización, la cultura, la democracia, la humanidad!

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martes, 29 de septiembre de 2009

Candados


Otra vez el todo vale. O la ignorancia de lo que se tiene entre manos. O la falta de respeto. O la ordinariez. O el no saber que hay que seguir normas. O el creerse que están solos en el mundo. O que nadie les ha enseñado a razonar. O todo junto.

Se acostumbraron a hacer pintadas en donde les daba la gana y nadie les dijo nada. Ahora se les ha ocurrido proclamar su mutuo amor eterno hasta que se separen colocando un candado en el Puente de Triana, en Sevilla, que, además de ser un monumento BIC, esto es, un Bien de Interés Cultural, es algo que no es suyo, sino de todos los sevillanos y de toda la humanidad. La moda está en que las parejitas vayan al Puente y lo infesten de candados. No saben ni qué es un bien –lo cual es lo más grave de todo-, ni en qué consiste tener interés, ni qué es la cultura, cosa que quizás sea ya demasiado pedir. Sólo saben que se lleva lo del candado y que hay que poner un candado y que por qué no voy a poner yo un candado donde me salga de donde me tiene que salir, coone.

El Ayuntamiento parece que ya ha reaccionado y va a quitar los candados cada quince días. En la red social Tuenti el asunto está que arde y se ha creado un blog

http://trianasincandados.blogspot.com

que ha lanzado una campaña en la que se sugiere al del candado que invite a su amada a pescaíto frito y que se deje de hacer el capullo incívico.


El lema no puede ser más claro y, además, tiene su gracia.


viernes, 5 de junio de 2009

La causa


Ninguna de mis equivocaciones en la vida ha sido fruto de las circunstancias, de las casualidades, de mis deseos o de mis sentimientos, sino de mi ignorancia.

lunes, 13 de octubre de 2008

¿En qué consiste actuar como un ser humano? / 2

Lo tomo del blog de hoy de Juan Cruz:
...los agujeros antiguos de la intolerancia ignorante que tan arraigada
está en este país a veces abierto y a veces encerrado como un puño
mezquino.

La ignorancia. Acabo de hablar en clase del intelectualismo moral. Para actuar bien, hay que saber qué es el bien. El que actúa mal no es culpable, sino ignorante. Si supiera lo que es el bien, no actuaría mal. La ignorancia. La madre de todos los males, seguramente. Y, sin embargo, galopa con brío y toma posiciones y se adueña del mundo. Incluso es alabada. Y el ignorante se ríe del sabio.

Agujeros antiguos. La antigüedad. Otra lacra, propia de vagos vitales, que termina ligada a la ignorancia y generando sufrimiento.

Y la intolerancia. La chulería del que se cree superior, del que no se sabe igual a todos los demás, la del que, por algún capricho absurdo, opina que no debe dejar vivir a los demás como ellos quieran.

Vaya mundo.

(Le dedico esta entrada con cariño a A.S., a la que quizás le tenga que pedir disculpas. En todo caso, lo hago ahora.)

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