Mostrando entradas con la etiqueta humanidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta humanidad. Mostrar todas las entradas

domingo, 7 de septiembre de 2014

Buenas noches. Los maleducados 2



Los maleducados imparten doctrina allá por donde van, pero no entienden, ni les interesa hacerlo, que una cosa es la ciencia, que se basa en el buen uso de la razón, y otra la religión, que se fundamenta en una fe, en una creencia.

Los maleducados hablan de libertad, pero sólo toleran que sean libres los que tienen capacidad económica para ello.

Los maleducados se presentan siempre como ejemplos de humanidad, pero educan a sus hijos en colegios tendenciosos, en donde no se puede hablar de lo que existe, sino de un mundo imaginario en el que los alumnos terminan odiando la realidad.

Buenas noches.

viernes, 29 de agosto de 2014

Buenas noches. Deseables



Si pensamos que vamos a dejar de ser sexualmente deseables, me parece que lo vamos a conseguir. Es mejor que nos preocupemos por ser humanamente deseables. Tengo la impresión de que esto último puede implicar lo anterior.

Buenas noches.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Buenas noches. El núcleo



El gran problema de la humanidad es su debilitamiento, su frecuente ausencia, su poco afán por reconstruirse. Es como si un intenso núcleo de nada fuera creciendo sin remedio. 

Buenas noches.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Buenos días. Guerras




El mundo está en guerra siempre. Nosotros estamos en guerra siempre. Es el gran fracaso de la humanidad. Esta vida se merece otro tipo de personas. Hay personas que se merecen otro tipo de mundo. 

Buenos días.

domingo, 30 de marzo de 2014

Lo que veo cuando miro. Hijos de puta




Lo dije el otro día y lo repito hoy y tengo la impresión de que lo repetiré muchas veces. La vida es una preciosa y entrañable hija de la gran puta. Y lo es porque en la vida hay un montón de asquerosos y odiosos hijos de la gran puta que no saben vivir más que haciendo putadas. Quizás esté siendo injusto con las putas, pero les pido disculpas y espero que entiendas lo que quiero decir. Mientras el mundo esté lleno de hijos de puta, de cabrones, de ignorantes o de gente mala, la humanidad sufrirá. Es necesaria la lucha de la humanidad contra la inhumanidad por la humanidad y con métodos humanos. Siempre igual. Buenas tardes, si es posible.


No estoy hablando de mí, que yo soy un privilegiado y estoy bien.

domingo, 23 de febrero de 2014

Buenos días. Serás feliz





Hoy es día de fiesta. Tómatelo libre. Haz lo que se te ocurra, lo que te dé la gana. Seguro que, hagas lo que hagas, intentarás actuar humanamente, generosamente, amablemente, cariñosamente y con respeto. Sin duda que eso te hará feliz. Buenos días.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Buenas noches. Victorias para una derrota





Lo pequeño vence a lo grande. Lo cómodo vence a lo que requiere esfuerzo. Lo rápido vence a lo lento. Lo atómico vence a lo molecular. Lo aparente vence a lo esencial. Lo apetitoso vence a lo importante. Lo que se ve vence a lo que hay que pensar. Lo práctico vence a lo teórico. Lo atractivo vence a lo bueno. Lo bello vence a lo elegante. Lo breve vence a lo amplio. Lo simple vence a lo complejo. Lo inmediato vence a lo que exige un proceso. Lo virtual vence a lo real. La huida vence a la parada. El juicio vence a la comprensión. Lo estúpido vence a lo reflexivo. La prisa vence a la calma. La velocidad vence al sosiego. Lo individual vence a lo colectivo. El negocio vence a los derechos. La economía vence a la ética. Lo vulgar vence a lo personal. El ruido vence al sonido. Lo mío vence a lo nuestro. El disparate vence a lo razonable. El prejuicio vence al análisis. El 'todo vale' vence a la crítica. El ignorante vence al sabio. La mentira vence a la verdad. La torpeza vence a la cultura. La guerra vence a la paz. Lo basto vence a lo sensible. El hombre sigue venciendo a la mujer. La bestia ha vencido al ser humano.  Buenas noches.

lunes, 13 de mayo de 2013

Buenas noches. Una guía magnífica




Ayer tuve la fortuna de asistir en el Museo Thyssen a una visita guiada por una colección de cuadros que contenían flores en sus motivos. Fue un rato agradabilísimo y muy instructivo, sobre todo porque la guía estaba muy versada en el tema y porque su manera de atendernos fue de las que te reconcilian con la humanidad. Amable, cortés, sonriente, atenta, ofreciendo sus explicaciones como si fuera lo más importante que tenía que hacer en aquel rato, abierta a cualquier pregunta: un lujo. En realidad, el comportamiento de esta guía debería ser considerado como normal por cualquier ser humano que lo presenciara, pero las cosas están de tal manera que lo normal va siendo cada vez más raro, más inhabitual.

Creo que debemos tener en continua revisión nuestras actitudes, nuestros gestos, nuestra forma de tratar a los demás. Lo humano, lo valioso no puede caer en la mediocridad que encontramos con demasiada frecuencia.

Hasta el acto de dormir debe ser un acto humano. No te olvides de recordar con cariño, con generosidad, con disponibilidad a las personas a las que quieres antes de que tus ojos digan adiós al día. Que la nube de cariño que formes hoy sea especialmente generosa. Buenas noches.

viernes, 29 de marzo de 2013

Buenos días. Humanidad


Realmente escasean las personas libres, autónomas, capaces de tomar una determinación en su vida según sus propios argumentos y sin miedos ni temores a castigos eternos. Por aquí sólo veo devotos, creyentes tradicionales dispuestos a que les arreglen su vida con milagros o con intervenciones divinas. Yo prefiero ser más humano, menos pretencioso, no porque no aspire a un mundo mejor, sino porque las invenciones de las mentes débiles no me seducen nada. Prefiero que trabajemos los hombres y no los dioses. Buenos y humanos días.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Buenas noches. Soledad



El final de la obra de Camus El malentendido es, más o menos, así. Una mujer, a la que han dejado sola, llora e implora a su dios:

- Señor, ten piedad de mí, ayúdame.
Su dios:
- No.

Me gustaría que no actuáramos como ese dios y que una llamada fuera seguida de una rápida respuesta llena de humanidad. Este mundo hay que crearlo también entre todos. Las nubes de cariño sirven también para eso. Buenas noches.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Lo que se ve. Rutina




Deberíamos tener clara una cosa: la vida es creación. En las entrañas mismas de la vida está la creatividad, la búsqueda constante de algo nuevo que dé sentido e ilusión a la no siempre fácil tarea de vivir. Lo mismo le pasa al arte, a la ciencia, a la cultura y, en general, a todas las actividades que nos hacen avanzar el el camino de convertirnos en seres cada vez más humanos y de generar un mundo en el que podamos vivir todos y de la mejor manera posible. La vida de verdad, o la vas creando o no la vives.

Pero cuando la creatividad desaparece, cuando el interés por descubrir lo nuevo, por progresar en el infinito camino de creación de lo humano deja de ser una meta y ni siquiera nos queda como un recuerdo, entonces lo que nos domina es la rutina. La rutina es la representación más cercana de la muerte. Sísifo fue condenado por los dioses a subir una enorme piedra hasta la cima de una montaña y, una vez allí, dejarla caer para volverla a subir de nuevo. Y, así, eternamente. Sísifo tenía al menos el interés -inútil, pero interés- de subir la piedra. La rutina en cambio se desarrolla en un terreno plano, en donde la monotonía, la repetición, lo de siempre, la pereza, el odio al esfuerzo, la desidia, el aburrimiento y la soledad se te meten dentro y te pesan más que el alma. El mismo sin sentido, la misma ausencia de meta, la misma carencia de ilusión que supone la muerte, la tiene la rutina.

Todas las personas -yo, el primero-, todos los partidos políticos, todas las instituciones deberían plantearse en serio el grave problema de su relación con la rutina.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Lo que se ve. Ausencias




La dignidad, la decencia, la honestidad, la compasión, la humanidad, la igualdad, el diálogo, el espíritu constructivo, la importancia central de la ética, la humildad, la prudencia, la racionalidad son, entre otros, valores cada vez más escasos. Su ausencia es la que hace que el mundo sea malo.

martes, 4 de diciembre de 2012

Buenos días. Sacrificio




El amor siempre exige algo de sacrificio, pero es que todo lo humano lleva implícito un cierto sacrificio.

domingo, 6 de mayo de 2012

martes, 28 de diciembre de 2010

La igualdad



Nacemos solos, con una soledad que hace indispensable la ayuda de algún otro ser para poder sobrevivir en un mundo muy adverso. Esto muestra que, desde nuestros orígenes, somos seres sociales, seres para los que es necesario establecer desde un principio relaciones con los otros y prolongarlas a lo largo de toda la existencia.

El camino que va desde esta soledad inicial a la trágica soledad final de la muerte es el trayecto en el que podemos y debemos construirnos como seres humanos. Nacemos siendo seres humanos de nombre, pero con la profunda misión de construirnos como seres humanos de hecho.

Nacemos y pronto el tiempo nos penetra. Puede que la vida se instale en nosotros y que enseguida descubramos la libertad. Nos damos cuenta entonces de que, con mayor o menor dificultad, podemos ir liberándonos de las ataduras que nos van impidiendo ser, y podemos, a la vez, ir eligiendo nuestro futuro con decisiones en las que nosotros deberíamos ser los protagonistas. La razón no siempre nos lo muestra, pero la libertad es la que nos permite alcanzar la meta de nuestra propia humanidad o, por el contrario, la que hace que nos quedemos más cerca del punto de partida manteniendo nuestro estado de animalidad inicial.

Pero la construcción del ser humano no tiene sentido si permanece o si se instala o si concluye en el ejercicio de la libertad, a pesar de que esta sea un actitud muy extendida en nuestra sociedad. La necesidad que tenemos de relación con los otros nos lleva a plantearnos cómo debe ser esta relación. La vida nos conduce así a la ética y en ella aparece el otro gran valor primario de la existencia humana, el de la igualdad. Es aquí en donde se juega la decisión de cómo queremos que sea el mundo en el que vamos a vivir con los demás. En el sistema político y económico en el que estamos, la libertad genera desigualdades, y mucha gente interesada se afana en defender el que este desequilibrio de mantenga. Ninguna de estas defensas de la libertad como el único y el último criterio aporta ningún argumento que justifique la desigualdad, pero sus partidarios la practican hasta sus últimas consecuencias. Otros, por el contrario, quizás con menos intereses personales o con más sensibilidad para lo humano, lo vivo, lo justo, lo constructivo y lo universalizable, prefieren construir la igualdad. Es la práctica de la igualdad la que garantiza un trato mutuo como personas, la que nos va a permitir ser como somos. Es la opción humana, la que defiende que sin igualdad no hay humanidad.

El de la igualdad supone un verdadero paso adelante, una superación de la mera libertad individual, para abrirse al otro, a los otros, a lo común. Es también una superación de las discriminaciones, el origen real de todas las desigualdades que inundan y mantienen vivo nuestro sistema capitalista. Este paso es difícil de dar, pero si lo piensas desinteresadamente, no encontrarás otra forma de convertirte en un verdadero ser humano. Piénsalo.

viernes, 6 de agosto de 2010

Desvanecimiento


Se pasó la vida sabiendo cosas, aprendiendo cosas, enseñando cosas. Pero cuando tenía que actuar como un ser humano, se desvanecía estrepitosamente.

martes, 27 de julio de 2010

Confusión


Si te empeñas en imponerte a los demás, crees que creces, pero en realidad menguas.
Si intentas escucharlos y dialogar, crees que te debilitas, pero en realidad creces.

viernes, 23 de julio de 2010

Me falta la palabra




Busco una palabra para calificar esta acción, pero no la encuentro, no soy capaz de encontrarla. Resulta que hay cosas de las que no sabe nada. Vive sin saberlo en una antigüedad rancia en la que se siente confortable y no quiere salir de ese refugio. Sabe que existe la modernidad, pero le fastidia bastante, cosa de la que tampoco es muy consciente. Su peculiaridad consiste en que, en lugar de admitir que hay cosas de las que no sabe nada, lo que pretende es que los demás no las usen ni las consideren, para que no se noten así ni sus carencias ni su ignorancia ni sus fobias. Esto es algo más que ignorancia y que estupidez, pero no sé qué es.

jueves, 11 de marzo de 2010

Clase


Hubo un tiempo en el que no me gustaba llamarle clase. Prefería estilo o incluso humanidad. Un ataque de ingenuidad y de igualdad muy mal entendida me hacía creer que era como caer en el clasismo llamar clase a eso difícilmente describible que hace atractiva a una persona simplemente por ser persona de una determinada manera.

Hoy prefiero otra vez llamarle clase. Estoy de nuevo convencido que hay quien se empeña en que en este mundo haya clases diferentes y que la vida tiene que convertirse en una lucha de clases. Más exactamente, este mundo parece que se divide entre los que tienen clase y los que no la tienen, y que la vida la mayor parte de las veces consiste en librarse de los que no tienen clase, en intentar quitárselos de encima o en procurar que su nefasto influjo no te haga malvivir.

Si me pides que te cuente en qué consiste tener clase, te invito a que leas lo que el gran Manuel Vicent escribió el domingo pasado en El País. Léelo aunque no me pidas que te lo cuente. Merece la pena que lo hagas y que lo pienses.

Tener clase

MANUEL VICENT

EL PAÍS - Última - 07-03-2010

No depende de la posición social, ni de la educación recibida en un colegio elitista, ni del éxito que se haya alcanzado en la vida. Tener clase es un don enigmático que la naturaleza otorga a ciertas personas sin que en ello intervenga su inteligencia, el dinero ni la edad. Se trata de una secreta seducción que emiten algunos individuos a través de su forma natural de ser y de estar, sin que puedan hacer nada por evitarlo. Este don pegado a la piel es mucho más fascinante que el propio talento. Aunque tener clase no desdeña la nobleza física como un regalo añadido, su atractivo principal se deriva de la belleza moral, que desde el interior del individuo determina cada uno de sus actos. La sociedad está llena de este tipo de seres privilegiados. Tanto si es un campesino analfabeto o un artista famoso, carpintero o científico eminente, fontanero, funcionaria, profesora, arqueóloga, albañil rumano o cargador senegalés, a todos les une una característica: son muy buenos en su oficio y cumplen con su deber por ser su deber, sin darle más importancia. Luego, en la distancia corta, los descubres por su aura estética propia, que se expresa en el modo de mirar, de hablar, de guardar silencio, de caminar, de estar sentados, de sonreír, de permanecer siempre en un discreto segundo plano, sin rehuir nunca la ayuda a los demás ni la entrega a cualquier causa noble, alejados siempre de las formas agresivas, como si la educación se la hubiera proporcionado el aire que respiran. Y encima les sienta bien la ropa, con la elegancia que ya se lleva en los huesos desde que se nace. Este país nuestro sufre hoy una avalancha de vulgaridad insoportable. Las cámaras y los micrófonos están al servicio de cualquier mono patán que busque, a como dé lugar, sus cinco minutos de gloria, a cambio de humillar a toda la sociedad. Pero en medio de la chabacanería y mal gusto reinante también existe gente con clase, ciudadanos resistentes, atrincherados en su propio baluarte, que aspiran a no perder la dignidad. Los encontrarás en cualquier parte, en las capas altas o bajas, en la derecha y en la izquierda. Con ese toque de distinción, que emana de sus cuerpos, son ellos los que purifican el caldo gordo de la calle y te permiten vivir sin ser totalmente humillado.