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lunes, 12 de julio de 2021

Soldados y soldadas

 


No me parece que sea muy difícil de entender. El habla la van creando los ciudadanos. La Real Academia va recogiendo de vez en cuando en su Diccionario lo que el pueblo va creando, para que cualquiera pueda entender el significado de las palabras que lee u oye. Así han nacido palabras tan feas, en mi opinión, pero tan reales como curro (por trabajo), tronco o tronca (por amigo, amiga o colega), madero (por policía) o botijo (por botellín de cerveza). El lenguaje es algo vivo, en el que a cada momento van naciendo nuevas palabras. Unas duran más y otras, menos. Unas adquieren un uso multitudinario y otras van quedando en los armarios del recuerdo, pero no todas las palabras de una lengua son solo las que vienen en el Diccionario.

Algo de esto ocurre en el acto de denominar en femenino el nombre de un oficio cuando lo ejerce una mujer. El castellano no tiene ningún problema en hacerlo, siempre que se pueda gramatical y morfológicamente. Estamos muy acostumbrados -y lo vemos con toda normalidad- a decir maestro y maestra, profesor y profesora, carnicero y carnicera, ministro y ministra, médico y médica y tantos otros ejemplos que podríamos poner. No entiendo por qué hay personas que se han rasgado sus vestiduras, dejando al aire sus sentimientos, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su reciente visita a los países bálticos, se refirió a los militares que estaban allí como soldados y soldadas. Si en los ejércitos no es todavía común llamarlas así, no veo por qué no es adecuado empezar a hacer visibles a estas mujeres y denominarlas con un nombre que revele su sexo y su trabajo, al igual que se hacía cuando solo lo formaban hombres. Solo a una actitud inmovilista y desconocedora de lo que es la vida de una lengua le parecería mal.


martes, 7 de julio de 2009

Mujeres soldados


"¿Sabes qué? Podría violarte ahora mismo y nadie te oiría gritar, nadie sabría lo que ha pasado", le dijo un soldado una noche tras acabar su turno de guardia.


"Para los soldados una mujer es sólo una de estas tres cosas: un bicho, una puta o una lesbiana".


Uno de los militares explicó la razón por la que había mujeres en el Ejército: "Envían chicas sólo para alegrarnos la vista", le dijo. La teoría es que en Vietnam había prostitutas, pero no las hay en Irak, así que esa función la suplen las soldados. "Ésa es la razón por la que hay mujeres en el Ejército", dijo.


Fue violada por un soldado mientras guardaba una posición, lugar que no abandonó hasta que acabó su turno para ir, sin ducharse (para no borrar las pruebas de la agresión) a presentar una denuncia. Entonces le dijeron que si la presentaba le podían acusar de haber dejado su arma abandonada (¡durante la violación!). "Dejé el Ejército. Soñaba con convertirme algún día en oficial, como mi padre y mi abuelo, pero debido a que soy mujer ese sueño nunca se hará realidad".


Chantelle Henneberry, quien sufrió un intento de violación por parte de un compañero en Irak, cuenta que a partir de media tarde nunca bebía nada, a pesar de que hubiera 40 grados de temperatura y se desmayara por deshidratación. "Tenía pánico de ir a las letrinas sola". Sabía lo que le esperaba.


Cuarenta mujeres han relatado sus experiencias a la profesora de periodismo de la Universidad de Columbia Helen Benedict en el libro El soldado solitario: La guerra privada de las mujeres sirviendo en Irak. De esas 40, 28 fueron violadas, agredidas sexualmente o acosadas.


Puedes leer el artículo completo, aparecido en El País del 21 de abril de 2009, pulsando aquí.