Mostrando entradas con la etiqueta productos animales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta productos animales. Mostrar todas las entradas

viernes, 13 de mayo de 2016

Los viernes, etimologías. 111. Productos animales III



CUERO

En latín era corium, y de ahí coraza. Pero la palabra pertenece a una familia gigantesca que nos lleva a una raíz común, ker, que cubre un amplio campo de significados en torno a la idea de cortar. En distintas lenguas esta raíz ha dado distintas palabras: sánscrito kartati (cortar), prusiano kersle (hacha), germánico skeran (cortar), de donde viene nuestro arcaico esquirar > esquilar. De esta raíz son esgrimir y esgrima, del francés eskermir (luchar) y escaramuza, del occitano escarmussar (sostener una refriega). Con vocalismo a, la raíz kar es origen de carne y de carnero (animal del que solo interesa la carne) y Carnaval. En grado cero kr con sufijo -to tenemos curtus > corto, escorzo (acortando según las leyes de la perspectiva), latín cortex, corteza, y corcho (parece que entra en castellano desde el mozárabe). En catalán escorxar es desollar un animal y escorxador, el desollador.

Volviendo a cuero, es tanto la piel de los animales como la del hombre. En cueros significa desnudo, corito también significa, en la Castilla profunda, desnudo.

El cuero ha sido en la Historia un material importantísimo, para prendas de vestir, y sobre todo para el calzado; como soporte de la cultura escrita, el pergamino sustituyó al papiro en época romana, y conservó la cultura, hasta el desarrollo del papel a fines de la Edad Media. Es también el material más ligado al fetichismo y al sadomasoquismo.

PIEL

Ya hablé de esta palabra, referida a la piel humana, al hablar, de junio a septiembre de 2015, de las partes del cuerpo humano. Como allí dije, viene del latín pellis. Derivados de piel son pelliza, pellizcar, peletería y un doblete, película por vía culta y pelleja por vía popular. La raíz indoeuropea pel4 da en inglés fel-men, membrana, de donde viene el actual film. A mí esta pareja, película y film, palabras hermanas, de la misma raíz, me parece realmente fascinante. Del mismo origen indoeuropeo son en griego πέlας (pelas, piel), y πέλτη (pelte, adarga hecha de cuero, la que llevaban los peltastas). La piel ha servido al hombre de vestimenta desde la época de las cavernas (¿esto será algo seguro?, supongo que no tenemos más pruebas que los raspadores de piedra utilizables para acondicionar las pieles), está en la Mitología: el vellocino de oro, o las pieles de pantera de las ménades; ha sido señal de lujo a lo largo de la Historia, hasta llegar a la condena social de hoy día. 

Volviendo al fetichismo, yo no creo que tenga la piel hoy día el erotismo que se atribuye al cuero, aunque "La Venus de las pieles" de Sacher-Masoch sea el libro fetiche del sadomasoquismo.

CERA

Del latín cera, la palabra es similar al griego κηρός (kerós), pero no parece que sea un préstamo entre una lengua y otra, se cree que ambas derivan de una lengua preexistente, o sea del fondo léxico mediterráneo. Esta es la hipótesis de más peso. Pero, si vimos que miel es una palabra compartida abundantemente por las lenguas indoeuropeas, no es extraño que la cera también fuera una palabra común, y en esta línea se encuentran en lituano korys y letón kare.

CUERNO

Y aunque su utilidad sea relativa, la palabra cuerno tiene un origen, el latín cornu, común con el griego κέρας (keras), el inglés horn, sánscrito crengan. Bueno, esto de los cuernos... mejor lo dejamos.


viernes, 29 de abril de 2016

Los viernes, etimologías. 109. Productos animales I



LECHE

Es la primera porque es nuestro primer alimento, somos mamíferos. En las entregas 32 a 38 de esta serie. allá por noviembre y diciembre de 2014, escribí sobre el origen del nombre de 39 bebidas, y leche era la segunda. ¿Hay una más importante? Creo que sí. No, el vino no. La cerveza, tampoco. ¡Claro, el agua! Copio lo que entonces escribí: "Leche (Siglo XII). Del latín lac-lactis. Es nuestro alimento básico en la lactancia y después, la de ovejas, vacas... también forma parte de nuestra alimentación. De lac derivan lácteo, lactancia, lechuga, lechazo y lechón. Lechuza evolucionaba del latín noctua a nochuza, pero sufrió una confluencia con leche, por la creencia popular en que se echaban sobre los bebés como para amamantarles, y derivó en lechuza. Según una teoría hay una raíz indoeuropea, glak, origen tanto del latín lac como del griego γάλα-γάλακτος (gala-gálaktos), origen de galaxia. Hay que recordar el precioso mito sobre el origen de la Vía Láctea en el mordisco de Hércules niño al pezón de la dormida Hera.

HUEVO

Reconstruyen una raíz increíble, llena de laringales diferentes, H1oH2wyo. La desaparición de esos fonemas ha dejado unas secuelas terribles: en latín ovum, griego ᾠόn (oón), galo oi, inglés egg, ruso yaye-yatso, alemán ei, avéstico aia-aika... Ovum se convierte en el castellano huevo, portugués ovo, catalán ou, italiano uovo, francés oeuf, rumano ou. Pero a lo que iba: que compartimos palabra las lenguas indoeuropeas y que, con los cambios lógicos, todos llevamos miles de años diciendo "huevo". No quiero ni entrar en la polémica de si avis, ave, y ovum, huevo, son formas derivadas o no de una misma raíz. Tampoco quiero repetir lo de la diptongación de ovo > uevo, y la h por convención ortográfica, como hueso, hueco... Derivados de huevo son oval, óvalo, óvulo, ovario.

Huevón se usa mucho en América, con muchos matices de cariño o de insulto, en distintos países, de México a Chile, hasta evolucionar a un simple "on", mezclado en la conversación, en las calles de Lima, como el che de los valencianos.

MIEL

He encontrado en Internet una lista de treinta lenguas que dicen miel de forma similar. Es una de las raíces más resistentes, mejor conservadas. La apicultura es más antigua que la agricultura, pertenece a la época del hombre recolector. Hay constancia arqueológica de época preneolítica, y una famosa pintura rupestre, en Bicorp, Valencia, de una figura humana catando una colmena, datada en 8000-10000 a. C, y pintadas las abejas, es preciosa. Hay dos raíces indoeuropeas, la de las lenguas indoeuropeas occidentales, latín mel, griego μέλι (meli), albanés mjal, celta mel, irlandés mil, inglés mildew, etc. y otra raíz, de las lenguas orientales, sánscrito madhu, ruso med, lituano medus, avéstico madu, armenio mghr, griego μέθυ (mezy) . El griego es el único que comparte las dos raíces. Esta escisión es muy interesante para los investigadores, a nosotros con observarla nos basta. En castellano el latín mel ha diptongado en miel, y tiene derivados como mermelada (mellimelu > marmelo > marmelada), membrillo (melimellum > memirellu > memriellu), caramelo (de canna mellis, caña de miel, según una de las teorías, hay otras). En castellano y francés miel, portugués y catalán mel, italiano miele, rumano miere.

Leche, huevo y miel, parece que estuviera haciendo un bizcocho.