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martes, 19 de julio de 2022

Olvidarse de los ciudadanos




 Cuando un político se olvida de los ciudadanos -que le pagan para que les organice bien la vida- y se dedica exclusivamente a buscar negocios para que los suyos ganen dinero, ese político alcanza las más bajas simas de la degradación, los ciudadanos más sensibles y los más pobres comprueban que están perdidos, y el resto sigue a lo suyo mirando para otro lado.

viernes, 9 de octubre de 2020

Dicho en el pasado. Esfuerzo pacificador



9 de octubre de 2017

 Nos han tocado tiempos revueltos. Pululan por el aire de las ciudades demasiados odios, demasiados rencores, demasiadas intransigencias, demasiadas cerrazones. Los políticos y los medios de comunicación tienen mucho que hacer y que decir, pero nosotros, también. Cualquier pequeño o gran esfuerzo pacificador por parte de cada uno será un muy importante granito de arena en la mejora de una sociedad que atraviesa por uno de los momentos graves de su historia. No actuemos, por favor, como abanderados, como fuerzas brutas que aspiran a imponerse sobre los demás, sino como ciudadanos racionales, inteligentes, pacíficos y dispuestos a crear, más que a destruir.

lunes, 1 de julio de 2019

Buenas noches. Votar




La responsabilidad no está solo en los políticos. También, y sobre todo, en quienes les votaron y en quienes no fueron a votar. 

Buenas noches.

lunes, 26 de marzo de 2018

Buenas noches. Sufrir




La razón de ser de un político es el bien de la sociedad. Cualquier político que vaya a lo suyo o que favorezca solo a los suyos es un fraude social. Sus votantes deberían sufrir lo que votan. 

Buenas noches.

miércoles, 28 de junio de 2017

Buenas noches. Situación



No son los pies, sino nuestra mirada y, más concretamente, aquello a lo que dirigimos nuestra mirada lo que nos sitúa en el mundo. Y si no, escucha, por ejemplo, a cualquier político. Observa a quién dirige sus actos y sus decisiones, si al pueblo o a sus amigos. Pero ¡ojo! no confundas esto que te digo con eso de que todos los políticos son iguales, que no lo son. 

Buenas noches.


viernes, 7 de abril de 2017

Buenas noches. Perplejo



A veces me quedo perplejo cuando observo cómo hay personas que admiran y hasta endiosan a inútiles que han sabido vender astutamente su imagen. Conozco a cantantes que no cantan bien, a escritores que no saben escribir, a pensadores que no piensan, a cocineros que no saben preparar un plato aceptable, a locutores que no saben hablar, a políticos impresentables y que, a pesar de todo ello, tienen una corte de acólitos que les jalean y les encumbran a esos lugares desde donde la caída suele ser tremenda. No se caerán nunca, pero tampoco podrán evitar que haya media docena de perplejos contemplándolos. 

Buenas noches.

lunes, 4 de julio de 2016

Buenas noches. Participación




Esta cultura en la que hemos sido educados nos ha acostumbrado a creer que siempre tiene que haber alguien que intervenga en el mundo, sea un dios o sea el político de turno. 

¡Qué poco nos enseñaron sobre el concepto de participación y sus formas humanas y civilizadas de hacerlo! 

Buenas noches.

viernes, 27 de mayo de 2016

Buenas noches. Mi error



Estaba equivocado. Yo creía que los personajes públicos, especialmente los que aparecen por televisión, educaban a la ciudadanía, le suministraban valores, criterios y pautas de actuación y que, en cierta manera, modelaban la conducta de quienes les escuchaban. 

Ahora me doy cuenta de que no es exactamente así. No es que esto que digo no ocurra, sino que es demasiado simple, y las simplificaciones nos suelen alejar de cualquier visión certera. 

La realidad, como todo, funciona dialécticamente, es decir, que no es sólo que los personajes públicos influyan en los ciudadanos, sino que estos ya están, a su vez, funcionando de esa manera y ven un reflejo de sus valores en el personaje público con el que se identifican. Éste, a su vez, intenta conectar con esos valores de los ciudadanos para lograr tener una clientela fiel. Ambos se influyen mutuamente. 

Por ejemplo, no es sólo que un político corrupto o prepotente colabore a crear ciudadanos corruptos o prepotentes, sino que en la sociedad ya hay ciudadanos que ven bien la corrupción o la prepotencia y que se identifican con los respectivos políticos, quienes siguen actuando como tales, porque, además de satisfacer sus propios intereses, saben que así se aseguran una clientela fiel. 

Y, mientras tanto, la ética desechada en algún rincón. 

Buenas noches.



domingo, 24 de abril de 2016

Han perdido la fe




Es frecuente que los feligreses y los sacerdotes de las distintas religiones políticas actuales suelten en público sonoros disparates y cometan sin rubor torpezas variadas. Probablemente les lleve a ello el no tener clara su salvación y el temor a una posible condena. Han olvidado, además, las enseñanzas de sus libros sagrados y se han dedicado a adorar becerros de oro y a la lucha entre tribus. Separan, en lugar de unir, y así es muy difícil llegar a ningún paraíso. Son incapaces, por lo demás, de reconocer sus pecados. Son reacios desde hace tiempo a la meditación y tienden más a decir lo primero que se les ocurre, sin ningún temor ni a su dios ni al ridículo. Yo diría que han perdido la fe y, sobre todo los sacerdotes, las ganas de predicar para que los feligreses, además de opinar, entiendan.

martes, 23 de febrero de 2016

Peculiar




Este es un país peculiar, con ciudadanos peculiares y políticos peculiares, y que, al parecer, necesita un gobierno peculiar. 

Si no entendemos esta peculiaridad, no comprenderemos nada. 

Y si la entendemos, tampoco.  

miércoles, 9 de diciembre de 2015

El peligro de Bertín



Tengo la impresión de que el truco de los programas de Bertín Osborne a los que acuden políticos es que el espectador termina por identificarse con el ambiente y con el estilo que crea el presentador y renuncia a conocer asuntos importantes del invitado. Sobre todo, se olvida de criticarlo. Todos los políticos que van al programa se les escapan vivos al presentador, pero es posible que eso sea lo que pretenda, para hacer ver así al espectador que lo procedente es no criticar, ni preguntar impertinencias ni ponerles en aprietos políticos, sino ser amable, dócil, simpático y supuestamente cercano al entrevistado, pero sin entrar en profundidades. Bertín es el tipo de ciudadano que quieren crear desde el poder de este gobierno. Y eso encierra mucho peligro.

lunes, 15 de junio de 2015

Buenas noches. Políticos




Además de lo que pueda prometer o de lo que consiga hacer, del curriculum y de las capacidades diversas que un político pueda exhibir, creo que es necesario que tenga también un estilo humano que se pueda convertir en ejemplo para los ciudadanos, una sensibilidad cuidada para no herir o molestar a nadie y para tratar con delicadeza cualquier tema, una especie de sabiduría que le impida cometer torpezas, un espíritu constructivo que haga crecer la ciudad y a sus habitantes, un afán por integrar a los ciudadanos o, al menos, a la mayoría de ellos en un proyecto vivible por todos. Sobre todo, me parece que debe tener un sentido ético que se traduzca en lo que haga en política: el respeto, las libertades, la responsabilidad, las igualdades, la atención a los menos favorecidos, la eliminación de las discriminaciones y la búsqueda del bien de todos debe ser lo que le mueva a actuar. 

Me es difícil encontrar políticos así. A veces me pregunto si en realidad son estos políticos los que deseamos o vamos buscando otras cualidades, otro tipo de personas. 

Buenas noches.

sábado, 31 de enero de 2015

Lo que veo cuando miro. Políticos



Antes oía a los políticos antiguos decir lo que había que hacer para cambiar el mundo. Los ciudadanos se creían o no lo que decían y actuaban en consecuencia.

Ahora, tal como está la situación, los políticos modernos deberían decirle a los ciudadanos no tanto lo que hay que hacer, sino cómo van a hacerlo, porque el qué cada cual sabe en lo que consiste, pero lo que nadie ve claro es el cómo.


Lamentablemente no veo a los políticos modernos por ninguna parte.

viernes, 31 de octubre de 2014

Buenas noches. Que se desnuden los políticos



Todos somos ciudadanos. Esto es exactamente lo mismo que decir que somos seres políticos, seres de la ciudad, cuyas vidas tienen sentido en la ciudad y que sólo pueden desarrollarse como vidas humanas en la ciudad.

Necesitamos ejercer de políticos y, además, necesitamos políticos que nos representen, porque no podemos llevar directamente como ciudadanos toda la vida del país. Necesitamos de los políticos. Este es el problema. Esta es la tragedia. Problema y tragedia que agrandamos nosotros, quizás sin darnos cuenta, afirmando que todos los políticos son iguales. Si desprestigiamos, en general y en abstracto, a los políticos, nos suicidamos. No todos los políticos son iguales. No todos los partidos son iguales.

Creo que hay que pedirle a todos los partidos que no prometan cosas, sino que digan y expliquen cómo van a llevar adelante el país. Que lo expliquen. Que quien quiera enterarse lo pueda entender. Necesitamos unos políticos que se desnuden la mente en público para que los ciudadanos les podamos ver su ética y su política.


Buenas noches.  

jueves, 11 de septiembre de 2014

¿Qué buscan?




Lo han hecho fatal. Nadie les reconoce -salvo sus fanáticos seguidores- el menor mérito. Están desprestigiados. Enchufan y son enchufados. Maltratan y no quieren ser maltratados. Desprecian a quienes les votan y sólo aprecian a los ricos. ¿Cómo es posible que tengan tanta sed de poder? ¿Tantos intereses tienen? ¿Tan enfermos están? ¿Tan sordos son? ¿Tanta degradación son capaces de encerrar en sus mentes?

martes, 30 de abril de 2013

No generalicemos tan a la ligera




Ya me tenía cansado, pero ahora me está empezando a preocupar esa simpleza tan en uso que consiste en generalizar para describir lo que pasa.

Ya está bien de aguantar esa cantinela de que todos los políticos son iguales y que la crispación que se palpa en el ambiente es fruto de todos ellos.

He visto a muy pocos -la verdad es que no recuerdo a ninguno- políticos de izquierdas generar crispación. Si defender políticas en favor de la colectividad, que buscan el bien de todos y que permiten que todos puedan vivir con dignidad y ejercer sus libertades irrita a la derecha, eso no es crispación. Eso es que la derecha no quiere perder sus privilegios y reacciona a través del odio contra todo lo que huela a socialismo.

En cambio, veo a la mayoría de políticos de la derecha defender posturas de intransigencia, de fanatismo, de incultura, de individualismo feroz, de pisotear los derechos de los demás, de mentir sin disimulo, de tratar como tontos a los ciudadanos, de no ceder en nada en sus privilegios, de atacar constantemente, con razón o sin ella, a los adversarios políticos, a los que trata de enemigos, de querer tratar a los trabajadores como si fueran esclavos, de tratar a las mujeres como si fueran paridoras a su servicio, de negarse a ceder ante cualquier posible acuerdo, etc. etc. Y eso sí genera crispación. Eso es poner en práctica tratos inhumanos sin más excusa que la de favorecer sus negocios y sus intereses materiales.

Ya está bien de aguantar la cantinela estúpida de que todos son iguales. Lo que se va a lograr así es que se desestructure la sociedad, que se desmovilice y que venga un espabilado de derechas e imponga una dictadura económica aún peor que la que estamos sufriendo. ¿Hacia dónde queréis que vayamos? ¿A quien queréis apoyar?




sábado, 19 de enero de 2013

Alguien debería decir... Mentiras




Alguien debería decirle a los políticos que la credibilidad se pierde a la primera mentira. Y, si esto no ocurre, es que los votantes no tienen suficiente dignidad democrática.

martes, 11 de diciembre de 2012

Lo que se ve. Explicar




Vivir consiste en intentar convertirse en un ser humano y en procurar humanizar el mundo en el que se vive. La herramienta más conveniente y necesaria para este proyecto en la situación actual creo que es la explicación racional de todo lo que nos afecta.

Así, los padres deberían basar su autoridad y el proceso de educación de sus hijos, si quieren hacer de ellos hombres y mujeres maduros, en la explicación de todo lo que le vayan diciendo. La mejor manera de lograr que un hijo cumpla una norma es intentar que la entienda y que la vea razonable.

Lo mismo vale para los profesores. El vicio de más peligro en la escuela es el de fomentar el aprendizaje memorístico a costa de la comprensión racional de lo que se estudia. ¿De qué le vale a un alumno aprobar si resulta que no se ha enterado de nada de lo que ha estudiado?

Los políticos, por su parte, en esta coyuntura actual tan dura, en la que la política se echa de menos en medio del imperio de la economía, deberían practicar el arte de explicarle con claridad y con honestidad al pueblo lo que hacen y lo que pretenden hacer. Si los ciudadanos se acostumbraran a racionalizar sus opiniones y a formarse una idea argumentable de lo que les ocurre, seguramente estarían en condiciones de descubrir lo que ahora no ven y de emitir un voto mucho más consciente que el actual. Claro que la derecha jamás fomentaría esta racionalidad ciudadana, porque sería el principio del fin de sus engaños y de las maniobras que usa para obtener sus privilegios.

Nosotros mismos deberíamos dejarnos ya de creer en teorías sobrenaturales, en lo que dicen por la televisión o en los prejuicios que desean meternos en la cabeza, para intentar entender argumentalmente lo que ocurre y lo que nos ocurre. Menos creer, más explicar y más saber sería una buena manera de crear un país más vivible, por ser más humano.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Mirando por la ventana. No se han enterado




Todo hecho tiene un aspecto visible, constatable, que afecta al mundo físico, y también otro simbólico, que nos remite a algo distinto del propio hecho en sí.

Digo esto porque aún no he salido de mi asombro y de mi indignación al leer la noticia de que la izquierda del Ayuntamiento de Madrid ha decidido votar a favor de la concesión de la Medalla de Honor de la ciudad al antiguo alcalde Alberto Ruiz Gallardón. Ni voto en contra ni abstención. El hecho visible es que la izquierda ha votado a favor de que se reconozcan los méritos del señor Gallardón como alcalde de Madrid. Supongo que por méritos se entenderá su gestión económica, que ha llevado a que la ciudad tenga una deuda de más de 7.000 millones de euros y a que el 22% del presupuesto de la ciudad se emplee en pagar esa deuda con sus intereses correspondientes. O quizás tengan que ver con que, a pesar de la deuda y de la crisis, se llevó como mayordomo al maitre de un famoso restaurante de Madrid, con un buen sueldo, naturalmente. Puede que los méritos se refieran a que tuvo levantada Madrid muchos años y luego la cubrió de manera que pasear por algunas calles del centro de Madrid encierra peligro de tropiezo. O es posible que tengan que ver con lo que hizo por frenar la contaminación de la ciudad. Cualquiera sabe a qué se refieren los méritos del anterior alcalde. No quiero ni pensar que el criterio para votar que sí haya sido ese tan de izquierdas y tan revolucionario como es la tradición de darle una medallita a todo el que pasa por la alcaldía.

En las circunstancias actuales, este lamentable asunto tiene, además, un fuerte carácter simbólico. ¿Algún votante de izquierdas le daría hoy una medalla a Gallardón? Seguro que no. Y, sin embargo, sus representantes políticos sí se la han dado. Este episodio muestra con toda claridad la separación que se está dando entre los votantes y sus representantes. ¿Es que no se enteran de que esto está pasando y que por eso se le están yendo los votos? ¿Es que siguen en su otro mundo, ajenos a lo que está pasando en este? ¿Con quién se han comprometido, con los ciudadanos o con los corteses representantes que se turnan en darse medallas, unas veces a unos y otras, a otros?

Un político tiene la difícil tarea de convencer al ciudadano de que su programa, su proyecto es el mejor. Tiene que crear en el votante la esperanza de que el mundo va a ir a mejor si le vota. Lo que es una grandísima estupidez es que el político acabe en un momento con la esperanza del ciudadano con medidas como esta, que lo alejan años luz del mundo de los problemas y que provocan el castigo del votante, con toda la razón.

Creo que todavía no se han enterado.