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lunes, 16 de noviembre de 2015

ProtAgonizo



He ido a ver de nuevo ProtAgonizo, la estupenda obra de Ester Bellver, en la que la actriz desnuda su alma y nos ofrece sus vivencias, sus contradicciones, su vida.

La obra es un monólogo con un texto de una enorme calidad existencial y con una interpretación viva, brillante, honesta y llena del talento que esta actriz nos regala siempre.

Tuve el gran placer de charlar con ella y con otros amigos después de la función, mientras tomábamos unas tapas. Hablamos de teatro, de filosofía y de la vida. Se me hicieron cortas la obra y la charla. Gracias, Ester.

ProtAgonizo acaba, por ahora, el próximo domingo en la Sala Mínima, en Madrid, pero no me perderé los próximos proyectos de Ester Bellver, de los que iré dando noticia aquí.

Por cierto, la Sala Mínima es un lugar pequeño y encantador, con una programación llena de calidad y a la que conviene prestar atención.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Ester Bellver, de nuevo en ProtAgonizo



Hace ahora casi un año fui a ver a Ester Bellver al Teatro del Barrio, en donde ponía en escena su obra ProtAgonizo. De lo que había leído sobre ella me había quedado la idea de que era una gran actriz y una persona muy inteligente. Salí entonces del teatro con la sensación de que esa idea se había confirmado, aunque se le había añadido otra que afirmaba que Ester Bellver tiene muchas cosas que decir y las dice en escena con una personalidad fuerte y sensible.

Ahora reponen la obra en la sala Mínima, en la calle Mallorca 4, local 3, en Madrid, los sábados a las 22:30, desde el 17 de octubre al 7 de noviembre. Como creo que merece la pena que vayas a verla, dejo aquí algunas de las notas que publiqué entonces, por si te sirven de referencia.


PRORROGADO A LOS 
DOMINGOS 15 Y 22 DE NOVIEMBRE, A LAS 19:00.


Escribo esto no como una crítica -no osaría hacerlo, Ester-, sino para sugerirte, amig@ lector@, que vayas a verla. Te olvidas del mundo, te ríes, piensas y ves a una actriz enorme representar un papel, “su” papel.

La actriz, Ester Bellver, sale al escenario con el cuerpo desnudo y con la mente vestida con velos tejidos en diversas épocas de su vida. A lo largo de la obra, los velos van cayendo uno tras otro y va quedando una mente, una vida, más o menos al desnudo, que nunca se sabe si uno es capaz, aun queriendo, de sacar fuera todo lo que la experiencia vital va fraguando y va depositando en tu más recóndita intimidad.

Poco a poco, la protagonista protagonizante va rememorando su infancia, sus experiencias en la escuela, esas que, sin querer, nos marcan tanto, su adolescencia, sus diversas actividades teatrales, siempre variadas y en contacto con grandes nombres de la escena, su presente y su futuro. En ese viaje hacia el interior, va saliendo su manera de entender la vida, su estilo, su visión del mundo, las dificultades que nos va presentando la vida a la hora de elegir, o de vivir con los demás.

Ester Bellver habla, canta, baila, dialoga, domina el ritmo del espectáculo y es capaz de hacerte reír y pensar. Me gustó su manera inteligente de hablar de su propia vida, rompiendo esquemas establecidos, diciendo claramente lo que quería decir y riéndose de sí misma, cosa que sólo los muy dotados son capaces de hacer.

Me pareció un espectáculo en el que se puede disfrutar y del que sales más vital que cuando entraste.