martes, 7 de abril de 2015

Ya condenaron a López Aguilar antes de tiempo



Temo las reacciones inmediatas, viscerales y poco pensadas de los ciudadanos. Tenemos unos usos y costumbres que en muchas ocasiones pueden ser injustos.

Hoy, por ejemplo, ha surgido la noticia de los presuntos malos tratos del político Juan Fernando López Aguilar hacia su exesposa, denunciados por su excuñada, aunque hay al respecto informaciones contradictorias. La reacción subsiguiente de muchos y de muchas ha sido la de condenar enseguida al diputado, creyendo más, por alguna razón que desconozco, a su expareja que a él mismo. Parece que en este país la labor de los jueces es muy secundaria, por no decir prácticamente innecesaria. Poco les importa a muchos ciudadanos y a muchas ciudadanas que se prueben o no los hechos denunciados, porque el juicio y la condena ya están hechos y el daño, también.

Me he pasado toda la vida luchando contra la violencia de género, intentando que los jóvenes aprendieran a verla venir y colaborando en todas las protestas que he podido contra esa manera inhumana de tratar a las mujeres. Pero lo que me parece un disparate es esa imprudencia, esa precipitación con la que en este país se le cuelga un sambenito al primero que aparece.

Me parece que lo justo es esperar a que se pronuncie el juez y si resulta culpable, que caiga sobre él todo el peso de la ley, pero si no lo es, no tiene por qué soportar los juicios paralelos, imprudentes e injustos de quienes están deseando condenar a quien se ponga a tiro.


Parece que la paciencia y la prudencia se cotizan caras por aquí.

Buenas noches.

4 comentarios:

  1. De lo de los malos tratos dice López Aguilar que todo es mentira.
    De la denuncia del SUP sobre el trato que recibían los policías por parte del exministro, declaró López Aguilar que todo era mentira.
    De los favores recibidos por él de un empresario citado en los papeles de Bárcenas y en la trama Gürtel, López Aguilar declaró que era mentira.
    Y lo peor, lo que a mí más me indigna, es que mientras recibía y animaba a la familia del periodista Couso, muerto en Irak por disparos estadounidenses, prometiéndoles que exigiría a EEUU la aclaración del caso, Wikileaks ha demostrado que prometió a la Embajada yanqui que frenaría el proceso judicial del caso. López Aguilar declaró que la información de Wikileaks era mentira.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno que ahí tienes la respuesta, alma de ánfora que no lee, ainsssss

      Eliminar
  2. Vamos a ver Anónimo, ¿qué tiene que ver una cosa con otra?, y si le acusan de pederasta también por lo que tú argumentas, ¿no?. Creo que no has leído lo que ha escrito, has entrado, vomitado y justamente condenar por violencia de género por todos los indicios que tú aportas. En fin, desde el anonimato que no es tal, porque aquí quedan los datos de todos, bien a gusto te habrás quedado, aunque me temo que tampoco, es lo que tiene retroalimentar las venganzas más que justicia.

    ¿Dónde vas?, ¡manzanas traigo!, que arte...

    ResponderEliminar
  3. Sí: qué triste que un feminista tan comprometido como López Aguilar se vea en esta dicícil situación, sólo porque su ex (que, según él, es una desequilibrada rencorosa) ande diciendo por ahí que él la trataba mal (cosas de nada: gritos, golpes, amenazas…).

    Menos mal que aún hay personas tan equilibradas como la autora de esta bitácora, que sabiamente recuerda que no se debe prejuzgar. Y es que la trayectoria de la autora le concede una especial autoridad al respecto: basta con repasar las entradas de esta bitácora para ver el gran interés con que la autora (firmemente comprometida con la no discriminación por razón de sexo) se ha preocupado en los últimos diez años por la suerte de los ochocientos mil hombres que finalmente fueron absueltos de las denuncias de sus esposas o mujeres, sin que por ello nadie los haya resarcido de todas las humillaciones a las que se le sometió: esposados en público por la policía (delante de sus compañeros de trabajo, o delante de sus hijos pequeños), encerrados una o varias noches en una mazmorra (las/los abogadas/os feministas tenían una consigna: denuncia en viernes, así estará en prisión al menos tres días), apartados de sus hijos, despedidos de sus empleos, convertidos en apestados sociales. Lo mucho que la autora se ha acordado hasta hoy de todos ellos, le concede una especial autoridad al pedir que se respete ahora la presunción de inocencia para quien más se la merece: para el autor de la ley que se la niega a cualquier acusado con un cromosoma Y.

    Antonia Tobajas (antoniatobajas@hotmail.com)

    ResponderEliminar

Puedes expresar aquí tu opinión.