viernes, 9 de enero de 2015

Ética para todos 16. ¿La mujer debe obedecer a su esposo?



Retomamos hoy estas reflexiones sobre la ética, dado que un par de amables personas me han pedido que continúe.

Habíamos propuesto el último día el análisis de la siguiente norma:

La mujer debe obedecer siempre a su esposo.

Es evidente que esta norma entra dentro del machismo, esa lacra social que arrastramos lamentablemente desde hace siglos. El machismo es una forma de discriminación que se caracteriza por la supuesta superioridad que algunos hombres creen interesadamente que tienen sobre las mujeres, a las que consideran seres de segunda que tienen que obedecer sus órdenes.

Esta norma no es jurídica, a menos que aún quede alguna ley trasnochada en la que figure semejante falta de respeto hacia las mujeres. Recuerda que hasta hace bien poco, la fórmula que usaba la Iglesia católica para el rito del matrimonio incluía una pregunta a la mujer sobre si estaba dispuesta a obedecer al marido. Al hombre, en cambio, no se le preguntaba si iba a obedecer a la mujer. Era un machismo bendecido, como tantas otras veces, por el poder de la Iglesia.

¿Será una norma moral? ¿Por qué? Recordemos que para que una norma sea moral (1) me tengo que sentir obligado a cumplirla, (2) sería bueno que la cumpliera todo el mundo y (3) no se cumple porque se obtenga alguna ventaja con ello, sino porque se considera buena. Todo ello, claro está, convenientemente justificado racionalmente con argumentos suficientes.

Si soy mujer, ¿me puedo sentir yo obligada a obedecer a mi esposo? Si soy hombre ¿puedo obligar a mi esposa a que me obedezca? Es evidente que, a menos que se sea machista, no se puede justificar tal obligación. La razón es bien sencilla: hombres y mujeres somos iguales y tenemos los mismos derechos. Un hombre no puede obligar a ninguna mujer a que, por ser mujer, le obedezca. Eso es no respetarla como persona, no tratarla como un ser humano. Esa supuesta obligación es injustificable. Por tanto, no cumple la primera condición.

Por el mismo argumento, no sería bueno que todas las mujeres tuvieran que obedecer a sus maridos, así que la segunda condición, tampoco la cumple.

Una persona moralmente sana no verá nunca como buena esta norma y no podrá admitir como justificada la posible ventaja que los hombres obtendrían si las mujeres les obedecieran. Esto es precisamente lo que va buscando el machista, este es el interés que tienen en que las mujeres se consideren inferiores: les viene bien a ellos porque así podrán ordenarles lo que les plazca. Pero es un interés que nunca podrá justificarse racionalmente. Tampoco, pues, cumple esta condición.

Por tanto, la norma propuesta no es una norma moral.

Para la próxima ocasión, te propongo que veas si es jurídica y/o moral la norma siguiente:

'Cuando voy a cambiar de carril, debo indicarlo con el intermitente correspondiente'.

Recuerda mi dirección mcetica@gmail.com, por si la necesitas.


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